Las infecciones de transmisión sexual (ETS) son infecciones
que se contagian por contacto sexual. Aunque la incidencia de ETS en realidad
ha disminuido en los Estados Unidos durante la última década, el número de esas
infecciones en los niños y adolescentes aún es muy alto. Aproximadamente 25% de
los adolescentes tendrán una ETS antes de graduarse de la secundaria.
Las bacterias o los virus causan las ETS. Cualquier persona
que tiene sexo con otra persona se puede contagiar. Mientras que los síntomas
de ETS pueden ir desde una leve irritación y malestar a un dolor severo, muchas
veces es posible que no haya ningún síntoma. La ETS conocida como clamidia, por
ejemplo, generalmente no muestra síntomas y ocasiona solamente síntomas leves.
El diagnóstico posiblemente no se hará hasta que se presenten complicaciones.
Los adolescentes y jóvenes adultos tienen mayores tasas de
ETS que cualquier otro grupo de edad. Una de las razones principales es que con
frecuencia tienen sexo sin protección. También tienen más probabilidades
biológicamente de desarrollar una infección. Además, tienen menos
probabilidades de acudir a los servicios de atención médica que les pueden dar
información sobre cómo protegerse contra las ETS.
Prevención de las ETS
La mejor manera en que los adolescentes pueden prevenir las
ETS es no tener relaciones sexuales. Ellos deben comprender que cuando eligen tener
sexo, esta es una decisión que puede afectarles por el resto de su vida. Los
adolescentes deben saber que tener sexo puede ocasionar un embarazo o una ETS.
Asegúrese de que su adolescente comprende los riesgos. Por ejemplo, asegúrese
de que sabe que el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), el cual es
ocasionado por el virus de inmunodeficiencia (VIH), es una causa importante de
muerte en las personas de 15 a 24 años. La presencia de otras ETS como la
clamidia, herpes, gonorrea y sífilis pueden aumentar la probabilidad de
contraer una infección de VIH. De acuerdo con el Centro de control y prevención
de enfermedades, las personas que tienen ETS tienen por lo menos de 2 a 5 veces
más riesgo de adquirir VIH por medio del contacto sexual.
Las infecciones de transmisión sexual también pueden
ocasionar enfermedad inflamatoria pélvica en las mujeres (una infección del
útero y las trompas de Falopio) y epididimitis en los hombres (inflamación del
tubo en espiral detrás de los testículos). Las complicaciones de las ETS pueden
ocasionar infertilidad o un embarazo ectópico (un óvulo fertilizado que crece
fuera de la matriz). Si una mujer está embarazada, un ETS puede infectar su
bebé.
Los adolescentes pueden enfrentar presión de los compañeros
para tener sexo. Ellos deben comprender que pueden resistir esa presión y que
está bien esperar para tener sexo. Recuerde a su adolescente que decir “no”
posiblemente no será fácil algunas veces, pero decir “no” en la actualidad es
mejor que hacer algo de lo que pueda arrepentirse mañana. Proporcione alguna
guía sobre lo que su adolescente puede decir sin herir los sentimientos de su
pareja, como
“Me gustas mucho,
pero aún no estoy listo para tener sexo”.
“En realidad me
divierto mucho contigo y no me gustaría arruinar nuestra relación con el sexo”.
“Eres una persona
maravillosa, pero el sexo no es la forma en que yo demuestro que alguien me
gusta”.
“Quiero esperar
hasta casarme para tener sexo”.
Además, dígale a su adolescente que consumir alcohol o
drogas puede afectar su capacidad de tomar una buena decisión. Las drogas y el
alcohol pueden hacer que sea más difícil permanece firme acerca de la elección
de esperar para tener sexo. Incluso los adolescentes que son sexualmente
activos pueden intentar comportamientos sexuales de alto riesgo mientras toman
alcohol o usan drogas.
Si un adolescente empieza a tener sexo, es importante que
practique el sexo seguro. El sexo seguro significa usar un método
anticonceptivo de barrera (por ejemplo, preservativos de látex) cada vez,
empezando con la primera experiencia sexual. Los preservativos no son una
garantía contra las ETS. La única manera de prevenir realmente el contagio de
una ETS es no tener sexo. Sin embargo, los preservativos pueden reducir significativamente
el riesgo de ETS y VIH. Hable con su adolescente acerca de cómo puede reducir
su riesgo de ETS al limitar la cantidad de parejas sexuales durante su vida.
Cualquiera que es sexualmente activo debe hacerse pruebas
de ETS regularmente. Las mujeres deben hacerse un examen de Papanicolaou
anualmente. Esta es la primera línea de defensa contra el cáncer cervical y los
cambios precancerosos ocasionados por el papiloma virus. Muchos médicos
recomiendan que todos los adolescentes sexualmente activos se hagan pruebas dos
veces al año para gonorrea y clamidia y una vez al año para sífilis. La
asesoría regular sobre el VIH también es importante. Las pruebas se deben
realizar con más frecuencia si ocurren síntomas como una descarga vaginal
anormal, irritación o dolor.
Uso correcto de preservativos
Aunque posiblemente usted ha hablado claramente con su
adolescente sobre las ventajas de esperar para tener sexo, debe hablarle sobre
los anticonceptivos. Para prevenir la transmisión de ETS, se debe enseñar a los
adolescentes cómo usar los preservativos de manera efectiva. El preservativo
debe estar hecho de látex. Los estudios de laboratorio han demostrado que el
VIH y otros virus pueden pasar a través de los preservativos de membrana
natural o de piel de cordero. Recuerde a su adolescente que otras formas de
control anticonceptivo, incluyendo píldoras anticonceptivas, inyecciones como
Depo-Provera y los implantes como Norplant, no previenen las ETS. Solo los
preservativos de látex ofrecen esta protección.
Comparta la siguiente información sobre el uso correcto de
preservativos masculinos con su adolescente:
Se debe usar un
nuevo preservativo cada vez que su adolescente tiene sexo.
Los preservativos
se deben manipular con cuidado para evitar que se rompan o corarlos con las
uñas, los dientes o instrumentos afilados.
Un preservativo
se debe colocar en el pene después de que está erecto y antes de cualquier
contacto genital.
Se debe usar suficiente lubricación durante
las relaciones sexuales con un preservativo. Si se usa un lubricante en la
parte externa del preservativo, debe ser un producto a base de agua como K-Y
Jelly, Astroglide o Aqua-Lube. Los lubricantes a base de aceite como la
vaselina o las lociones corporales pueden debilitar el material látex.
Al retirarlo, el
preservativo se debe sostener firmemente contra la base del pene para evitar
que se deslice. El retiro se debe hacer con el pene aún erecto.
Un preservativo femenino, hecho como una funda de
poliuretano lubricado y llamado Reality, también está disponible. Siga las
instrucciones en el empaque del producto para usarlo correctamente.
¿Está en riesgo su adolescente?
Los estudios demuestran que si su adolescente tiene una o
más de las siguientes características, él o ella tiene mayor probabilidad de
contagiarse de una enfermedad de transmisión sexual:
Varias parejas
sexuales
Contacto sexual
con una o más personas con una ETS conocida, ya sea en el presente o en el
pasado
Relaciones
sexuales con una nueva pareja durante los últimos 2 meses
Más de 2 parejas
sexuales en los últimos 12 meses
Síntomas o signos
de una ETS
Haber sido un
paciente en una clínica de ETS
No usar anticonceptivos
o el uso de un anticonceptivo sin barrera (por ejemplo, píldoras
anticonceptivas)
Actividad
homosexual masculina
Personas sin
hogar
Uso de drogas
inyectadas (por ejemplo, heroína)
Participar en
“sexo de supervivencia” (por ejemplo, intercambiar sexo por dinero, alimentos,
drogas o refugio)
Haber pasado
tiempo en una instalación de detención
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