El juez rural de Kentucky que fue supuestamente abatido a tiros en su despacho el año pasado por un sheriff local posiblemente dirigía una trama mediante la cual exigía favores sexuales a las mujeres para sacarlas de apuros, afirma una acusadora.
Tya Adams declaró a News Nation que asistía a fiestas sexuales para el juez de distrito Kevin Mullins y sus amigos en la pequeña localidad rural de Whitesburg a cambio de dinero o para sacar a los delincuentes de apuros.
Adams dijo a "Banfield" de NewsNation que Mullins le había advertido que guardara silencio sobre lo que estaba ocurriendo.
Dijo que sentía que no podía negarse porque temía que las represalias del sistema judicial y de los Servicios de Protección de Menores trastornaran su vida.
"Se aseguraban de hacerte sentir lo más pequeña, degradada y menospreciada posible para quitarte poder", dijo Adams. "Era consentido. Pero lo que ocurría es que éramos tan jóvenes, y luego lo utilizaron contra nosotras y para destruir nuestras vidas más adelante".
"Eso se daba por hecho", añadió. "¿Y quién se lo iba a creer de todos modos? Porque toda la ciudad lo hacía. A nadie le importa. Todos son swingers. Para ellos todo es una gran fiesta. Era tan normal".
No quedó claro de inmediato si Adams tenía antecedentes penales o si el Servicio de Protección de Menores estaba familiarizado con ella.
Sarah Davis, ex ayudante del sheriff de la cárcel del condado de Letcher, dijo al noticiario que nunca había visto a nadie iniciar relaciones sexuales, pero que las historias que había oído eran "desagradables y repugnantes".
"Casi todo el mundo en el condado lo sabe", dijo. "Pero a mí me lo confirmaron después de trabajar en la cárcel del condado, sobre todo después de que me invitaran a una fiesta".
Describió el calabozo como un "burdel" donde los funcionarios mantenían encuentros sexuales entre sí y con los reclusos.
Mullins invitó una vez a Davis a una fiesta sexual, pero ella dijo que la rechazó.
"Me educaron mejor que eso", dijo.
Mullins, de 54 años, fue asesinado a tiros en un ataque perpetrado el 19 de septiembre de 2024 en el interior de su despacho, presuntamente por el sheriff del condado de Letcher Shawn "Mickey" Stines. Stines, que ya no es sheriff, se ha declarado inocente de asesinato en primer grado.
Las imágenes de vídeo del tiroteo captaron a Stines disparando a Mullins mientras estaba sentado en su escritorio. El sheriff, colega y amigo del juez desde hacía mucho tiempo, supuestamente siguió disparando después de que Mullins cayera al suelo.
Los dos hombres habían almorzado juntos horas antes con un grupo, dijeron las autoridades.
En una vista preliminar, el detective de la policía estatal de Kentucky Clayton Stamper declaró que Stines intentó llamar a su hija a su teléfono y luego al teléfono de Mullins. La hija de Stines estaba almacenada en los contactos de Mullins, según informó anteriormente The Associated Press.
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