Los virus de coxsackie forman parte de la familia de enterovirus (que también incluye a los virus de la polio y de la hepatitis A) que viven en el aparato digestivo de los seres humanos.
Los virus se pueden transmitir de persona a persona, generalmente por no lavarse las manos y por las superficies contaminadas con excremento (heces), donde pueden vivir durante varios días.
En la mayoría de los casos, las infecciones por el virus de coxsackie provocan síntomas similares a los de la gripe y desaparecen sin tratamiento. Pero en algunos casos, pueden provocar infecciones más graves.
Características de la Enfermedad
Es muy común en las estaciones de verano y otoño, afectando sobre todo a bebés y niños, quienes lo adquieren en las guarderías y escuelas.
El virus está presente en secreciones de la nariz, saliva, mucosidad, y en el líquido de las ampollas. Se propaga por la tos, estornudos, contacto directo con la persona enferma, a través de las heces, contacto con objetos contaminados, como juguetes, cubiertos, etc.
Síntomas
Salpullido rojo en las manos y pies que puede convertirse en ampollas, e incluso aparecer en otras zonas como el área genital. Así como llagas en la boca. Fiebre. Dolor de garganta. Malestar general. Falta de apetito.
Tratamiento
No hay tratamiento específico, la enfermedad remite en pocos días sin tratamiento.
Es recomendable hidratar al niño y en caso de haber úlceras en la boca evitar bebidas ácidas pues pueden causar dolor.
Se trata de un virus, por lo tanto: NO SE TRATA CON ANTIBIÓTICOS. Ante la presencia de los síntomas antes mencionados, acude a consulta a la Unidad de Medicina Familiar que te corresponde para que el médico te administre la medicación adecuada para aliviar el malestar y la fiebre.
Prevención
Lavado de manos
Evitar compartir utensilios y alimentos
Desinfección de objetos que estuvieron en contacto con el paciente
Evitar saludar de beso
Al estornudar, cubrir con antebrazo
Sacado de imss punto gob punto eme equis

