Juan Diego Cuauhtlatoatzin (Cuauhtitlán, 1474-Tepeyac, 30 de mayo de 1548) fue un campesino chichimeca. De acuerdo a la tradición católica, él fue el indígena novohispano que presenció la aparición mariana de la Virgen de Guadalupe en 1531. Fue beatificado en 1990 y canonizado en 2002, en ambos casos por el papa Juan Pablo II. Juan Diego es el primer santo indígena de América y el tercer santo de México en ser canonizado tras San Felipe de Jesús y el grupo de 27 mártires de la Guerra Cristera.
La primera mención de Juan Diego se encuentra en el Nican mopohua, (1556), atribuido a Antonio Valeriano de Azcapotzalco, quien habría sido un indígena letrado por conventos jesuitas y que presuntamente habría escrito el primer manuscrito en 1556. Este texto fue incluido en el libro Huei tlamahuiçoltica, publicado por primera vez en 1649, por Luis Lasso de la Vega, capellán encargado del templo dedicado a la Virgen de Guadalupe en Tepeyac, a unos diez kilómetros de la Ciudad de México, el cual también incluyó Nican Motecpana y Nican Tlántica. Juan Diego también aparece en el Códice Escalada.
Primeros años y vida
Según la narración de Luis Lasso, Juan Diego nació siendo un indígena de etnia chichimeca en 1474, en el barrio de Tlayácac de la ciudad de Cuauhtitlán, que pertenecía al reino de Texcoco.
Fue criado por su tío Juan Bernardino, después de haber muerto los padres. Juan Diego se casó y celebró el matrimonio cristiano, con María Lucia Cuautitlán y fue padre de familia. Ya adulto y, atraído por la doctrina de los padres franciscanos llegados a México en 1524, recibió el bautismo junto con su esposa María Lucía, según Lasso, fue bautizado por los primeros misioneros franciscanos en torno al año de 1524. Vivió castamente y fue un hombre de fe, coherente con sus obligaciones bautismales, nutriendo regularmente su unión con Dios mediante la eucaristía y el estudio del catecismo. El matrimonio fue recogido en una pintura de autor desconocido que se encuentra en una capilla, construida por los vecinos del lugar, junto a la casa donde vivió Juan Diego y el lugar fue registrado en el glifo toponímico de Tolpetlac en Códice Boturini.
Juan Diego era un hombre considerado piadoso por los franciscanos y agustinos asentados en Tlatelolco, donde aún no había convento ni iglesia, sino lo que se conocía como «doctrina», una choza donde se oficiaba misa y se catequizaba. Juan Diego hacía un gran esfuerzo al trasladarse cada semana saliendo «muy temprano del barrio de Tlayacac, Cuautitlán, que era donde vivía, y caminar hacia el sur hasta bordear el cerro del Tepeyac». Tras la muerte en 1529 de su esposa de María Lucía, Juan Diego se mudó para vivir cerca de su tío en Tulpetlac.
Apariciones marianas
Según lo escrito por Luis Lasso de la Vega y de acuerdo con la tradición, en 1531, diez años después de la conquista de Tenochtitlan, el sábado 9 de diciembre de 1531 (a sus ya 57 años de edad) muy de mañana en el cerro del Tepeyac escuchó el canto de una coa mexicana (Trogon mexicanus), llamada tzinitzcan en idioma vernáculo, anunciándole la aparición de la Virgen de Guadalupe.
Ella se le apareció cuatro veces entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531 y le encomendó decir al entonces obispo, fray Juan de Zumárraga, que en ese lugar quería que se edificara un templo. La Virgen de Guadalupe le ordenó a Juan Diego que cortara unas rosas que misteriosamente acababan de florecer en lo alto del cerro para llevarlas al obispo Zumárraga en su ayate. La tradición refiere que cuando Juan Diego mostró al obispo las hermosas flores durante un helado invierno, se apareció milagrosamente la imagen de la Virgen, llamada más tarde Guadalupe por los españoles, impresa en el ayate. El prelado ordenó la construcción de una ermita, donde Juan Diego Cuauhtlatoatzin viviría por el resto de sus días custodiando el ayate en la actual capilla de indígenas.
Últimos años
Dejó su tierra, sus bienes y a los suyos y con permiso del Obispo, pasó a vivir en una pobre casa junto al templo de la «Señora del Cielo», donde la acogida de los peregrinos que visitaban el pequeño oratorio era su preocupación y mantener limpia la capilla. Su esposa, falleció en 1529. Su tío Juan Bernardino falleció en 1544 a la edad de 88 años. Murió en la Ciudad de México el 30 de mayo de 1548, a la edad de 74 años, envuelto en una sólida fama de santidad.
Beatificación
Fue beatificado (junto a San José María Yermo y Parres y los beatos Niños Mártires de Tlaxcala) en la Basílica de Guadalupe de la Ciudad de México el 6 de mayo de 1990, durante el segundo viaje apostólico a México del papa Juan Pablo II. Finalmente fue canonizado en 2002 por el mismo Juan Pablo II, y la Iglesia católica celebra su festividad el día 9 de diciembre.
Sacado de la wikipedia

