El personal de alto rango de la Casa Blanca y de la campaña
de Joe Biden pasó la última semana insistiendo en que el presidente planeaba
permanecer en la carrera electoral a pesar de una avalancha de pedidos al
interior del Partido Demócrata para que se retirara.
El sábado pasado (20 de julio), los asesores del mandatario
estadounidense prepararon un programa para que Biden retomara la campaña apenas
regresara a la Casa Blanca la semana siguiente.
El presidente se ha estado recuperando de covid-19 en su
casa en las costas orientales de Delaware. Desde allí, había persistido en su
esfuerzo por ir a la reelección pero se enfureció cuando comenzaron a salir
públicas las presiones coordinadas por parte de algunos demócratas para que
diera un paso al costado.
Así, el domingo por la mañana (21 de julio), el presidente
había cambiado de opinión, según fuentes a las que se les concedió el anonimato
para hablar con franqueza sobre cómo se desarrollaron los acontecimientos.
Un día antes, el sábado por la noche, Biden comenzó a
considerar si debía retirarse, una de las decisiones más difíciles de sus 50
años de carrera política.
Se reunió con un pequeño círculo de asistentes, entre los
que se encontraban Steve Richetti, uno de sus asesores más cercanos, Mike
Donilon, su estratega jefe, Annie Tomasini, su subdirectora de gabinete, y
Anthony Bernal, el jefe de gabinete de la primera dama Jill Biden.
Steve Richetti, que ha colaborado con Joe Biden desde sus
días en el Senado, se dirigió el viernes a la casa en la playa del mandatario.
Mike Donilon, otro colaborador que ha desempeñado un papel
clave en algunas de las decisiones políticas más importantes del presidente, se
unió a él el sábado.
Biden y sus asesores analizaron los nuevos datos de las
encuestas y debatieron si iba a poder derrotar a Donald Trump en el panorama
político actual.
Ante la nueva información -y preparándose para otra semana
de más deserciones públicas dentro del partido-, el presidente tuvo que tomar
una decisión.
Trabajó con Donilon en la redacción de la histórica
declaración pública con la que pondría fin a su candidatura, mientras Richetti
pensaba en los detalles de la difusión del anuncio y la información al resto
del personal.
Joe Biden tomó la decisión final de retirarse el domingo
por la mañana, momento en el que llamó por separado a su jefe de gabinete Jeff
Zients, a su jefa de campaña Jen O'Malley Dillon y a la vicepresidenta Kamala
Harris para informarles, dijeron a la BBC fuentes familiarizadas con el
desarrollo de los acontecimientos.
A las 13:45 (hora local) del domingo, el presidente mantuvo
una videollamada con su personal de más alto rango en la Casa Blanca y en la
campaña electoral, incluida Anita Dunn, quien gestiona su estrategia de
comunicaciones.
Un minuto después, emitió la declaración pública que causó
conmoción en el panorama político estadounidense y que cambió radicalmente las
elecciones de 2024.
"Aseguró que había estado reflexionando sobre ello
durante los últimos días", dijo a la BBC un alto funcionario de la Casa Blanca.
"Fue una decisión muy bien pensada", agregó.
Aunque Biden no mencionó a Kamala Harris en su declaración
inicial, la respaldó a través de una publicación en la red social X (Twitter)
que fue difundida aproximadamente media hora después.
Los dos hablaron varias veces a lo largo del día en el
período previo al anuncio, según dos fuentes familiarizadas con las
conversaciones.
La primera dama, Jill Biden, quien es la asesora más
cercana del presidente y cuyos consejos se consideran claves para la decisión
del mandatario, dijo públicamente que apoyaba su retiro de la reelección.
"Hasta las últimas horas de una decisión que solo él
podía tomar, ella apoyó cualquier camino que eligiera", dijo Elizabeth
Alexander, directora de comunicaciones de la primera dama.
"Ella es la personas que más cree en él, su defensora
y siempre está de su lado, de una manera como solo puede hacerlouna esposa con
casi 50 años de matrimonio", agregó.
Muchos en la Casa Blanca y en la campaña no fueron
informados de antemano de los planes de Biden.
La mayoría se enteró por la publicación en las redes
sociales.
Jeff Zients, jefe de gabinete del presidente, mantuvo una
conversación telefónica con funcionarios de la Casa Blanca y envió un correo
electrónico a todo el personal del Ala Oeste (West Wing, donde están las
oficinas del mandatario) para confirmar el anuncio y agradecerles su arduo
trabajo.
También dirigió una conversación telefónica con los
secretarios del gabinete del presidente.
Mientras tanto, Biden habló con varios demócratas del
Congreso, gobernadores y simpatizantes, según un comunicado de la Casa Blanca.
Su plan es seguir haciendo llamadas en las próximas horas, de acuerdo con el
comunicado.
Kamala Harris, quien dijo que su intención es "merecer
y ganar" la nominación presidencial, pasó la tarde del domingo hablando
con legisladores, incluido el líder de la minoría demócrata en la Cámara de
Representantes, Hakeem Jeffries, otros funcionarios clave del partido y
gobernadores para apuntalar el apoyo a su candidatura.
Aunque ya se ha ganado el apoyo del presidente y de los
principales demócratas, su ascenso a la cima de la lista no está asegurado
hasta que los delegados voten para confirmar a la persona que reemplazará a
Biden en la carrera presidencial.
La votación se realizará en la Convención Nacional
Demócrata, en agosto.
Cabe destacar que el ex presidente Barack Obama no la ha
respaldado explícitamente, mientras que Bill y Hillary Clinton sí lo han hecho.
Mientras muchos todavía estaban digiriendo el anuncio de
Biden, en una llamada realizada el domingo por la tarde, en la que participó el
equipo de campaña presidencial de Biden, altos funcionarios dijeron que
estarían "a toda máquina" detrás de la vicepresidenta.
"Todos ustedes, todos nosotros, de donde sea que
vengamos, estamos aquí para apoyar a Joe Biden y a Kamala Harris y para
derrotar a Donald Trump", dijo Jen O'Malley Dillon, la directora de
campaña, según una fuente familiarizada con la llamada.
"Y aunque hoy es un gran día de transición, nada
cambia con respecto a por qué estamos aquí".
"Pero el camino a seguir es un camino que debemos
hacer todos juntos", concluyó.
sacado de la bbc