12.01.2025

LUNES CULINARIO: PALOMITAS DE MAIZ

Buenos días shavos, ya es diciembre, ya valió, pero bueno, a ver como nos va en este cierre de año, por lo pronto vamos a enseñarles a hacer palomitas de maíz, pero primero algo de historia. 

 Los relatos bíblicos sobre el "maíz" almacenado en las pirámides de Egipto son malinterpretados. El "maíz" de la Biblia probablemente era cebada. El error se debe a un cambio en el uso de la palabra "corn", que solía referirse al grano más consumido en un lugar específico. En Inglaterra, "corn" era trigo, y en Escocia e Irlanda se refería a la avena. Dado que el maíz era el "corn" común en Estados Unidos, adoptó ese nombre y lo conserva hasta la actualidad.


 


Se cree que el primer uso del maíz silvestre y cultivado fue para reventar. Las mazorcas de maíz palomero más antiguas se descubrieron en la Cueva de los Murciélagos, en el centro-oeste de Nuevo México, entre 1948 y 1950. Con tamaños que van desde menos de un centavo hasta aproximadamente 5 cm, las mazorcas más antiguas de la Cueva de los Murciélagos tienen unos 4000 años.

Las palomitas de maíz eran parte integral de las ceremonias de los indígenas aztecas a principios del siglo XVI. Bernardino de Sahagún escribe: «Y también varias jóvenes danzaron, tras haber hecho este voto, una danza de palomitas. Tan gruesas como borlas de maíz eran sus guirnaldas de palomitas. Y estas las colocaron sobre las cabezas de las muchachas». En 1519, Cortés vio por primera vez las palomitas de maíz cuando invadió México y entró en contacto con los aztecas. Las palomitas de maíz eran un alimento importante para los indígenas aztecas, quienes también las usaban como decoración para tocados ceremoniales, collares y adornos en las estatuas de sus dioses, incluyendo a Tláloc, el dios de la lluvia y la fertilidad.

Un antiguo relato español de una ceremonia en honor a los dioses aztecas que velaban por los pescadores dice: "Esparcieron ante él maíz tostado, llamado momochitl, una especie de maíz que revienta cuando se seca y deja al descubierto su contenido y parece una flor muy blanca; decían que eran piedras de granizo dadas al dios del agua".

En un escrito sobre los indios peruanos de 1650, el español Cobo dice: "Tuestan un cierto tipo de maíz hasta que revienta. Lo llaman pisancalla y lo usan como dulce".

En América del Sur, los granos de maíz para palomitas encontrados en cementerios de los desiertos costeros del norte de Chile estaban tan bien conservados que aún estallarían a pesar de tener 1.000 años de antigüedad.

Comida para el desayuno

Aunque hoy en día se suele pensar en las palomitas como un refrigerio, en su día fueron un alimento popular para el desayuno. Adelantadas a su tiempo y muy probablemente un modelo a seguir para los cereales de desayuno posteriores, a finales del siglo XIX y principios del XX, las palomitas se comían igual que los cereales actuales.

Mucho antes de la llegada de los copos de maíz, Ella Kellogg disfrutaba de sus palomitas molidas con leche o crema. Aunque desaconsejaba los refrigerios entre comidas, animaba a otros a comer palomitas con las comidas, ya que eran "un alimento excelente". Ella entendía, al igual que su esposo, que las palomitas eran un grano integral. John Harvey Kellogg elogió las palomitas por ser "fácilmente digeribles y sumamente saludables, ya que presentan el grano en su totalidad y, por lo tanto, superiores a muchos alimentos desnaturalizados para el desayuno que se encuentran en el mercado".  

Fiestas y celebraciones

Las palomitas fascinaban y deleitaban especialmente a los niños, por lo que se popularizaron cada vez más en épocas festivas: Halloween, Acción de Gracias, Pascua y, sobre todo, Navidad. Gracias a su bajo costo, eran ideales para la decoración, la comida y los regalos navideños.

A finales del siglo XIX y principios del XX, las bolas de palomitas eran uno de los dulces más populares y se solían regalar. Su popularidad dio origen a una industria de aparatos para elaborarlas. Las familias victorianas solían decorar repisas de chimeneas, portales y árboles de Navidad con adornos elaborados con bolas de palomitas. Y para finales del siglo XX, la mayoría de los libros de cocina incluían al menos una receta.

 

 

Hoy elaboraremos palomitas de maíz

Ingredientes

    150 g de maíz para palomitas
    60 ml de aceite de oliva
    Sal (2 gramos aprox.)

Preparación de las palomitas de maíz en sartén

    Cogemos una sartén amplia con tapa (a ser posible que la tapa tenga un agujero que permita escapar el vapor), ponemos el aceite en la sartén y dejamos que se caliente bien a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente pero aún no haya empezado a humear, echamos el maíz distribuyéndolo bien por toda la sartén, procurando que no quede apelmazado en ningún sitio.
    Tapamos la sartén con la tapa y, cuando se oiga la primera explosión, bajamos el fuego al medio y lo dejamos cocinar hasta que ya no se oiga ninguna explosión de los granos, moviendo la sartén de vez en cuando para evitar que se quemen las que ya están hechas.
    Cuando ya no se oiga ninguna explosión, retiramos la tapa de la sartén, apagamos el fuego y sazonamos con sal al gusto. Retiramos los granos que no hayan explotado y lo servimos en un bol grande. Listas para comer.

Preparación de las palomitas de maíz en microondas

    También podemos hacerlas al microondas si contamos con un palomitero especial para microondas o una bolsa de papel tipo Kraft.
    Colocamos los granos de maíz en un bolw y añadimos el aceite y la sal. Mezclamos bien y los metemos en un bolw apto para microondas con tapa o una bolsa tipo krafr (cerramos doblando sobre sí mismo y plegamos las esquinas).
    A continuación las ponemos en el micro con el bolw tapado o con la bolsa tumbada a máxima potencia durante unos 2 minutos. Lo mejor es hacer pruebas porque en el bolw se suelen hacer antes y es más fácil de ver si han explotado todos los granos. Siempre a máxima potencia.
    Dependiendo del aparato y la cantidad de maíz puede que necesitemos algunos segundos más, o podría bastarnos un poco menos. Es normal que queden granos sin explotar. 

Consejos para unas palomitas de maíz perfectas

    Si queremos hacer palomitas dulces, solo tenemos que añadir mantequilla y azúcar durante la cocción de las palomitas . Y, si ya queremos que sea una fantasía, podemos añadirle también colorantes alimentarios.
    También las puedes tunear poniendo otro tipo de grasa que no sea aceite o mantequilla, por ejemplo, mantequilla de cacahuate. Pero donde puedes sorprender con el sabor es añadiendo al final de tu preparación especias si son saladas, como el orégano, tomillo, pimienta negra o blanca o un poco de pimentón dulce (o picante).
    Si quieres unas palomitas dulces de rechupete, añade un poco de canela, extracto de vainilla, azúcar glass avainillado,… imaginación al poder.
    Las palomitas están buenas casi recién hechas, dejándolas enfriar solo un poquito. Si las guardamos en un recipiente hermético, pueden aguantar dos o tres días antes de ir perdiendo consistencia.



Sacado de abc punto es y de popcorn punto org