6.03.2020

Miercoles de Pelis - Ya No Estoy Aqui

Hace algunos días se estrenó en Netflix YA NO ESTOY AQUÍ de Fernando Frías de la Parra, producción que retrata a la ciudad de Monterrey de forma cruda y honesta, un Monterrey que muchos regiomontanos se niegan a ver. La película ha recibido numerosas críticas positivas pero en redes sociales la historia es otra, pues algunos regios dicen que mancha la imagen de Monterrey ya que muestra una vida llena de pobreza, pandillas y violencia. 




Pues bien, Nuevo León es un estado industrial donde se encuentra uno de los municipios más ricos de toda Latinoamérica: San Pedro Garza García, y por ello se suele buscar dar la imagen de la parte 'bonita' de la ciudad: naturaleza, parques, edificios, etc; la situación es que Monterrey es solo así de bonito en algunas zonas como San Pedro pero existe otra parte -que por cierto es la mayoría- en donde la opulencia no destaca y las personas son de clase media, media-baja o baja. 




Ya no estoy aquí, más allá de exagerar la violencia (que es lo que muchos esperaban), muestra el día y noche que Ulises vivía como miembro de una de tantas pandillas, donde había de todo: fiestas, bailes, drogas, alcohol, peleas, risas y miedo. También muestra una parte importante de la historia de muchas personas de México: irse de ilegal a EUA e intentar sobrevivir en dicho país. 




Pero lo que más me llama la atención de 'Ya no estoy aquí' es cómo ha dejado relucir el clasismo y elitismo tan presente que hay en Nuevo León, pues muchos se sintieron ofendidos o avergonzados de que se mostrara “una cara fea e irreal” de Monterrey, cuando, si bien sí es poco virtuosa y bonita, es la vida real y presente de una parte marginada de la sociedad regia. La película no es todo Monterrey, obviamente, pero se sienten ofendidos porque rompe la burbuja en la que viven muchos regios que pretenden tapar con un dedo esa parte de la ciudad que los avergüenza, cuando en realidad es consecuencia del clasicismo y elitismo en que vivimos. Y eso es precisamente lo que la convierte en una joya: muestra una parte de Monterrey que muchos deciden ignorar/ocultar y lo hace de una forma real, no exagerada, con actores que viven y saben de eso, pero acompañado de una excelente banda sonora, escenografía y fotografía.

Cortesía de Yerba Venenosa