Las generaciones millennial y Z no se enfocan solamente en el salario económico que les puedas ofrecer. Estos empleados también consideran el llamado "salario emocional", es decir, los incentivos no monetarios que les ayuden a tener una buena calidad de vida.
En realidad, existen muchos otros factores que influyen en el ánimo –y, por ende, en la productividad– de las personas.
Algunos ejemplos son:
Asi que ya lo sabes, Cesar, con esto evitas que tu personal te deje el jale torado y tengas que entrarle al quite tu mismo.