Uno de los alimentos más consumidos en todo el mundo son los huevos. Las razones son varias: Por un lado, la capacidad de este animal -la gallina ponedora- para adaptarse a casi cualquier tipo de clima, siempre y cuando goce de cobijo, agua y comida. Por otro lado, como consecuencia el altísimo nivel nutricional que ofrece un producto esencial en el menú de todo tipo de culturas de todo el mundo. Por último, y no menos importante, por la cantidad de formas de cocinados que ofrece un producto del que resulta casi imposible cansarse, que es barato, sabroso y bueno para nuestra salud.
Algo que se han encargado de confirmar distintos informes
recientes sobre el consumo diario de huevos acabando con el mito de que se
trata de un alimento que hay que controlar su ingesta. Y es que, según parece,
no hay nada nocivo en los componentes del huevo que no recomiende su uso
diario. Lo único que se debe controlar, tal y como recomiendan los expertos, es
no consumirlos fritos más de unas pocas veces a la semana, dado que es el
aceite frito el que puede convertir un alimento excelente y necesario para el
ser humano en uno que ya no lo es tanto.
Formas de cocinar un huevo
Sea como fuere, vamos a ver cuántas formas hay de cocinar
un huevo. A cual más interesante, sabrosa y nutritiva. Tomen buena nota de
todas:
Huevos duros
Calificado por algunos como el acompañamiento perfecto para
todo tipo de guisos y ensaladas, consigue su mejor versión cuando se controla
el tiempo de cocción. Los chefs advierten de que este debe ser entre 10 y 12
minutos bajo el agua, con cáscara y una pizca de sal. Con eso basta para
conseguir un huevo duro de manual.
Huevos pasados por agua
Una de las recetas que todos hemos probado y que hemos
heredado de nuestras madres o abuelas es la de los huevos pasados por agua. A
diferencia de los duros estos están se consumen casi líquidos. Para conseguir
que quede perfecto, según los expertos debemos cocerlo con su cáscara y una
pizca de sal durante no más de tres minutos.
Huevos ‘mollets’
Para muchos el punto ideal del huevo se encuentra entre el
duro y el pasado por agua. Para lograr esa textura intermedia deberemos
cocerlos en su cáscara y con un poco de sal durante alrededor de cinco minutos.
La textura final que conseguiremos será con la clara cuajada y le yema líquida.
Toda una delicia.
Huevos al plato
Unos de los que más calorías ofrecen de los que integran
esta lista… y por tanto también uno de los más sabrosos. Y es que ambas cosas,
desgraciadamente, suelen ir de la mano. Para conseguir unos huevos al plato
perfectos basta con hornearlos en una cazuela de barro pintada con mantequilla
o margarina previamente. Una vez cascado el huevo y salpimentado al gusto lo
acompañamos de tomate, jamón a taquitos, algo de queso rallado y unas pocas
verduras picaditas. Para disfrutar del huevo -nuestro ingrediente principal- al
máximo, deberemos sacarlo antes de que se tueste la yema.
Huevos poché
Probablemente la receta más elegante hecha con huevos. Para
hacerlos debemos colocar agua y vinagre hirviendo en una cazuela y cuando
hierva meter el huevo sin cáscara. Cuando esté cuajado por fuera y líquido por
dentro lo sumergiremos en agua fría para parar la cocción y quitarle la baba.
Si ves que no te sale a la primera o la segunda, prueba a echarlo metido en una
bolsita de plástico para cocinar este tipo de huevos y seguro que consigues el
huevo poché perfecto.
Huevos fritos
La más fácil, los más sabrosos y los más calóricos. Y es
que, como reza el dicho, «cuánto más bueno está algo, más engorda«. Para
disfrutar de unos huevos fritos ideales solo tenemos que romper la cáscara y
echar el huevo en una sartén que previamente habremos cubierto con aceite de
oliva virgen extra para que el huevo se sumerja a temperatura alta. El único
truco que ofrece es sacarlo sin romper la yema y, el más complicado, lograr
sacarlo con puntilla. Para conseguir la puntilla debemos echarlo a fuego fuerte
y esperar a que los bordes se tuesten y en el momento justo antes de que la
yema se haga. Dicen los manuales que el huevo con puntilla se consigue en poco
más de un minuto en la sartén.
Tortilla
Una de las recetas más famosas, internacionales y variadas
que se pueden elaborar con el huevo como ingrediente principal es, sin duda, la
tortilla. La cantidad de tortillas que se pueden hacer son infinitas. Para conseguir la mejor tortilla debemos batir muy
bien los huevos, salpimentarlos, echarlos en una sartén con un poco de aceite
de oliva y agregar los ingredientes que se deseen. Si queremos conseguir que la
tortilla nos quede especialmente esponjosa bastará con agregar a la mezcla de
huevos batidos y los ingredientes que le echemos un chorrito pequeño de leche.
Asi que... huevos para todos.
Sacado de recetas faciles punto es