Dentro de nuestras costumbres que nos heredaron los judíos sefarditas era la de sembrar arboles frutales en sus patios traseros o solares, 3 de ellos obligatoriamente de acuerdo a sus costumbres y sus creencias; un Granado, una Higuera, y un Limón, arboles que trajeron ellos y cada uno con su significado.
También tener una planta de Hierbabuena a un lado de la puerta principal de la casa para la buena suerte, y la famosa planta de Sábila, que no debe de faltar en nuestros patios para ahuyentar a los males y cuestiones medicinales.
Los famosos Arcos de carrizo para eventos de fiestas para casamientos en los solares.
Una costumbre muy usual hasta la fecha es el decir “salud” o “Dios te bendiga” cuando alguien estornuda, que mas que nada es una costumbre de cortesía judía.
Dice la historia religiosa; “Cuando Dios infundió el alma al hombre, la sopló dentro de las fosas nasales de Adán y cuando llega el momento de volver al creador, sale por el mismo portal por el que llegó “.
En la herencia Judía de nuestra forma de hablar, que todavía en nuestros tiempos en algunos pueblos del noreste, se hablan algunas palabras del español Ladino o español antiguo como; ansina, la terminación ´´lo ´´por ´´o ´´, ejemplo Casado - Casa'o, pelado - pela'o, preñado - preña'o , enojado - enoja'o , fuiste - juite's, esta amarrado - t'a marra'o etc. etc....
Dicen los escritos que así hablaba Hernán Cortes y demás exploradores que llegaron a la nueva España como Alberto del Canto, Luis de Carvajal ...etc.
En cuestiones culinarias, una costumbre judía que nos heredaron es la de lavarse las manos antes y después de comer, otra la d lavar la carne antes de cocinarla.
Y el legado Gastronómico, para los Judíos la comida esta íntimamente ligada a su Fe,
Hay platillos especiales para cada fecha y etapa de sus vidas, pero al emigrar y esconder su religión los recursos cambiaron y se redujeron, así que en vez de comer un platillo en cierto momento, se acostumbraron a comerlo cualquier otro día.
Algunas costumbres que conservaron fueron la de no comer insectos ni animales rastreros, muy diferente de nosotros a la gente del sur de México, estaba vedado comer animales carroñeros y mesclar la carne con los lácteos.
Los animales que si se consumían debían ser primero desangrados y en ocasiones se secaba la carne, costumbre muy normal aquí en el norte.
Un legado muy arraigado que nos dejaron los sefarditas es el famoso y rico Cabrito, la idea de una cría que se conserve lo mas pura posible durante un mes después de nacer, alimentándolo solo de leche materna, para después consumir la carne pegada al hueso, es un platillo sencillo sin muchos condimentos de un animal cuya pureza se a intentado conservar lo mas posible.
La fritada era blanca sin sangre, pero después se incluyo y el consumo de los órganos como machitos y la cabeza del cabrito son costumbres que se dieron a medida que se fue popularizando entre los criptojudios y otros habitantes del área con el paso de los años.
Otra influencia está en la tortilla de harina, los sefarditas no estaban acostumbrados a comer Maíz, en su comunidad se cultivaba el trigo y con su harina preparaban el pan ácimo o el pan de pita, hechos con harina muy fina, se creaba sin levadura por que era difícil conservarlo en temperaturas muy altas y sin aditamentos pues no le añadían manteca con el tiempo se modifico gradualmente haciéndola un poco mas elástica, textura y volumen lo que dio resultado como la tortilla que conocemos en el norte y con el tiempo se le fueron agregando polvos, incluso manteca para conservarla mas tiempo y hacerla mas suave, también panes como las semitas famosas en Bustamante N.L.
Los postres también se incluyen en la herencia Judía.
La cocina sefardita mezcla la carne con granadas, piñones, y almendras, pero por el cambio de región se sustituyeron con limón, nueces, y piloncillo, los cuales también se usan con la leche de cabra para preparar varios dulces típicos, donde se preparan todavía en algunos pueblos de nuevo león y Coahuila.
Durante la Januca suelen comerse alimentos fritos. como los Buñuelos que se acostumbran en la región durante la época de navidad.
El ate de membrillo proviene del bimbrillo, un dulce sefardita.
Cabe hacer notar que muchas costumbres en los pueblos ignoran de donde vienen solamente dicen nos lo enseñaron las abuelas y así de generación en generación se han pasado.
Todas aquellas familias sefarditas dieron al noreste de nuestro país, una original identidad y una forma de vida, donde recibimos hasta nuestros días muy diversas costumbres y otras tantas tradiciones, que los habitantes del Norte.
Por generaciones conservamos, ya que no hay familia que teniendo sus raíces en Tamaulipas, Coahuila y Nuevo Leon, no cuente entre sus antepasados un apellido de origen SEFARDITA .
