Con su exótico nombre, Uruk ostenta el increíble título de
ser la primera ciudad construida sobre la faz de la Tierra, nacida hacia el
3.500 a.C aproximadamente en Mesopotamia, en el sur de lo que hoy sería la
actual Irak. En ella surgieron la primera planificación territorial, la primera
escritura y la primera arquitectura monumental, entre otras. Pero es que era
Sumeria, la civilización más antigua y fascinante que se conoce. Mucho le
debemos a Sumeria y por muchas cosas es famosa. La astrología y los Jardines
colgantes de Babilonia (según la leyenda, el rey Nabucodonosor II mandó
construirlos como un regalo de amor hacia su esposa Amitis, para que así
pudiera recordar las hermosas montañas de su florida tierra), el diluvio
universal, el primer chiste de la historia o la rueda son algunos ejemplos de
ello. No está mal para una civilización que vivió 3.000 años antes que Cristo y
que no se sabe muy bien cómo surgió, aunque se tienen teorías. Y cuando el
hombre estaba asentándose por primera vez y dejaba de vagar errante por este
planeta, entre el Tigris y el Éufrates, surgió Uruk.
La ciudad tenía unos 40.000 habitantes y desempeñó un papel
importante en la urbanización de Sumer, aunque en sus mejores tiempos se llegó
a estimar una población de entre 50.000 y 80.000 y a tener una zona amurallada
de hasta seis kilómetros. La Biblia la menciona en varias ocasiones, o esas son
las conclusiones a las que se ha llegado, pues se habla de 'Erec', fundada por
el rey bíblico Nimrod. Se menciona también a Asnapper que podría haber sido en
realidad el rey asirio Asurbanipal.
Según la leyenda, fue la ciudad del héroe Gilgamesh, quinto
rey de la dinastía de Uruk, del cual no hay todavía consenso sobre si existió
realmente o se trata de un mito. Supuestamente, bajo su reinado se construyó la
muralla. Lo cierto es que la historia escrita más antigua del mundo es su
epopeya, descubierta en 1853 y compuesta por doce tablillas de arcilla. 'La
epopeya de Gilgamesh' cuenta la historia de un rey tiránico al que los dioses
deciden castigar enviando a un oponente (Enkidu), de quien finalmente se hará
amigo y con el que compartirá un sinfin de aventuras. Algo así como una mezcla
entre el primer viaje del héroe y la primera 'road movie' de la historia. A la
muerte de Enkidu, Gilgamesh viaja errante buscando la inmortalidad y luchando
contra el sufrimiento de haber perdido a su amigo, para volver de nuevo a Uruk
como un rey benévolo y sabio, que comprende que los humanos somos perecederos. La
lista Real Sumeria es extensa y está sujeta a debate, pues la interpretación
más popular es que es una mezcla de soberanos prehistóricos que pudieron
realmente gobernar junto con figuras mitológicas y antediluvianas que reinaron
durante periodos excesivamente extensos como para poder tener una plausibilidad
histórica.
De la misma época data la conocida como 'Mona Lisa
sumeria', la Dama de Warka, una escultura figurativa, policromada en otro
tiempo (ahora es una simple máscara de arcilla blanca), y que se caracteriza
por tener una única ceja, siendo este uno de los rasgos más característicos del
arte figurativo de la región durante aquella época. Se cree que representa a la
diosa Innana (conocida más tarde como Ishtar entre los mismos pueblos) y está
considerada una de las primeras piezas de la historia en las que se refleja un
rostro femenino.
Pero arte y literatura aparte, Uruk también fue al fin y al cabo la primera ciudad de la historia, y en ella se levantaron templos, zigurats o incluso palacios (los estudios de los restos arqueológicos no han llegado a un acuerdo todavía), que alcanzaron su máximo apogeo coincidiendo con ese periodo denominado de Uruk, con la construcción de grandes edificios y con el irremediable crecimiento de la ciudad, lo que a la larga trajo problemas sociales.
La ciudad se dividió en algún momento en dos secciones dedicadas a la diosa Inanna (antes mencionada) y a su abuelo-dios Anu, respectivamente, y aunque la creatividad fue alcanzando su máximo apogeo, los problemas y la evolución de la civilización sumeria desplazaron el centro del poder político de Uruk a Ur. Pese a ello, la primera ciudad de la historia vivió más etapas de florecimiento, incluso durante el periodo seléucida (se convirtió en un centro de astrónomos de vital importancia). Sus restos comenzaron a estudiarse en el siglo XIX, y así se descubrió que finalmente para el V d.C, la ciudad había sido definitivamente abandonada.
Le debemos a Mesopotamia las primeras ciudades, pues en el
neolítico los asentamientos y poblados estaban formados por casas de barro y
cañizo. Durante el apogeo de la edad de bronce, Mesopotamia comenzó a innovar
en materiales asfaltando las ciudades y desarrollando el alcantarillado. Uruk,
y las que vinieron después (Eridu, Erech, Ut o Lagash) que sirvieron de
asentamiento para los babilonios o los acadios, sí son las primeras muestras
arqueológicas del gregarismo de los seres humanos y de cómo funcionando en
sociedad las cosas nos salen mucho mejor. Aunque sea por el simple hecho de
compartir ideas.
Sacado de el confidencial punto com.