La gran parte de los mexicanos al escuchar el nombre de Miguel Hidalgo, conocido como el “Padre de la Patria”, se imaginan a un cura de avanzada edad, calvo, con algo de cabello blanco y largo a los costados, que acostumbraba vestía una túnica negra.
De esta manera es presentado por ilustradores y muralistas mexicanos.
Sin embargo el retrato más fiel que se conocer del cura Hidalgo, es una descripción escrita hecha por el historiador Lucas Alamán, que publicó en su libro Historia de Méjico:
“Era de mediana estatura, cargado de espaldas, de color moreno y ojos verdes vivos, la cabeza algo caída sobre el pecho, bastante cano y calvo, como que pasaba ya de sesenta años, pero vigoroso, aunque no activo y pronto en sus movimientos… poco aliñado en su traje, no usaba otro que el que acostumbraban entonces los curas de los pueblos pequeños”.
En una imagen, Claudio Linati en su litografiá “trajes civiles, militares y religiosos de México” que data de 1828, precisamente 17 años después de su asesinato, expone al cura muy diferente al que conoce la gente: se aprecia fuerte, robusto, con una vestimenta criolla poco difundida con plumas de colores en su sombrero y portando una banda roja que cruzaba su pecho
Y bueno, haiga como haiga sido, Don Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, ha sido reconocido como el padre de la independencia, asi que se no hay mas que decir....
