6.20.2024

Razones para no comprar perros "de raza".

Hola a todos, mi nombre es Ana. Hace unos días entré a este blog y me indignó mucho una nota que leí de una tipeja que da consejos para criar y vender perros de raza bulldog inglés. La verdad sentí mucha rabia y eso me motivó a enviarles esta nota a manera de réplica, donde explicaré punto por punto el porqué no deberíamos de alentar estas prácticas que considero deberían ser ilegales. 


La venta de perros de raza es una práctica que, francamente, me indigna bastante. No puedo entender cómo, en una sociedad que se considera avanzada y consciente, seguimos tratando a los seres vivos como si fueran mercancías que se pueden comprar y vender a capricho. Es un reflejo de una mentalidad profundamente arraigada que ve a los animales como objetos de lujo o símbolos de estatus, en lugar de seres sintientes con necesidades y derechos.


Primero que nada, la adopción debería ser la única opción cuando se trata de darle hogar a un animal. Hay millones de perros esperando en refugios, deseando tener una familia, y sin embargo, son ignorados por aquellos que prefieren pagar cantidades exorbitantes por un perro de raza. Estos animales en refugios a menudo terminan siendo sacrificados, simplemente porque no hay suficiente espacio o recursos para cuidarlos. ¿Cómo es posible que sigamos alimentando esta cruel industria de la venta de perros de raza, sabiendo que hay tantas vidas inocentes en juego?

Perros en situación de calle muchas veces desplazados por ser "corrientes".


Además, la obsesión por los perros de raza pura ha llevado a prácticas de cría irresponsables que ponen en peligro la salud y el bienestar de los animales. La cría selectiva y la consanguinidad han creado generaciones de perros plagados de problemas de salud y enfermedades genéticas. Es una crueldad innecesaria, motivada únicamente por la demanda de ciertas apariencias físicas o rasgos de comportamiento. ¿Cómo podemos justificar el sufrimiento de estos animales, simplemente para satisfacer un capricho humano?

Algunos perros de raza presentan problemas de salud en consecuencia de querer lograr ejemplares "finos".


La existencia de las llamadas "fábricas de cachorros" es otro aspecto de esta industria que me llena de rabia. Estos lugares son verdaderas prisiones donde los perros son tratados como máquinas de hacer cachorros, sin ningún respeto por su bienestar o calidad de vida. La única manera de poner fin a estas prácticas inhumanas es cortando la demanda, y eso significa dejar de comprar perros de raza.

Es hora de que reconozcamos que los animales no son objetos que podemos comprar por capricho. Necesitamos fomentar una cultura de adopción y responsabilidad, donde el bienestar de los animales sea prioridad sobre las tendencias de moda o el estatus social. Cada vez que alguien elige comprar un perro de raza, está perpetuando un ciclo de explotación y sufrimiento. Es fundamental que tomemos conciencia de las consecuencias de nuestras elecciones y optemos por acciones que promuevan el respeto y la compasión hacia todos los seres vivos.

Fábricas de cachorros: un negocio cruel


La prohibición de la venta de perros de raza no es solo una medida necesaria para proteger a los animales; es un paso hacia una sociedad más ética y consciente. Es inaceptable que, en pleno siglo XXI, sigamos viendo a los animales como productos en lugar de seres con derechos y sentimientos. La adopción ofrece una alternativa compasiva que salva vidas y nos permite darle a estos animales la oportunidad de tener un hogar amoroso que tanto merecen.

Además, fomentar la adopción y la tenencia responsable de mascotas contribuiría significativamente a resolver el problema de la sobrepoblación de animales. Hay demasiados perros sin hogar sufriendo en las calles o en refugios superpoblados. Cada perro de raza que se compra significa una oportunidad menos para un perro en un refugio que podría haber sido adoptado. Es una cuestión de justicia y empatía hacia esos animales que no tienen voz y dependen completamente de las decisiones humanas para su supervivencia y bienestar.

Sinónimo de dinero.


Es imperativo que las autoridades implementen regulaciones más estrictas sobre la cría y venta de animales, pero el cambio más importante debe venir de nosotros, los consumidores. Debemos rechazar la industria que ve a los animales como productos y elegir adoptar en lugar de comprar. Solo así podremos empezar a desmantelar este sistema cruel e injusto.

La venta de perros de raza es una mancha en nuestra moral colectiva. No podemos seguir cerrando los ojos ante el sufrimiento que causa. Es hora de tomar una posición firme por aquellos que no pueden hacerlo por sí mismos y hacer del mundo un lugar más compasivo para todos los seres vivos. La adopción no solo salva vidas, sino que nos enseña el verdadero valor de la compasión y el amor incondicional. Es una elección que refleja el tipo de personas que queremos ser y el tipo de sociedad en la que queremos vivir. 

Promover la cultura de la adopción y la tenencia responsable de mascotas también tiene el potencial de fortalecer nuestras comunidades. Cuando adoptamos, a menudo estamos salvando a un animal de situaciones de abandono, maltrato o de un refugio sobrepoblado. Esto no solo mejora la vida del animal, sino que también nos enriquece como individuos, enseñándonos sobre el amor, la paciencia y la responsabilidad. Además, adoptar puede fomentar un sentido de comunidad al conectar a las personas con refugios locales y grupos de rescate, creando redes de apoyo para los dueños de mascotas.

Los perros mestizos también nos pueden brindar cariño.


La educación juega un papel crucial en este cambio cultural. Es necesario educar a la población sobre las realidades de la cría de perros de raza y las consecuencias de estas prácticas. Las campañas de concienciación pueden mostrar la triste realidad de las "fábricas de cachorros", los problemas de salud asociados con la cría selectiva y la cantidad de perros en refugios esperando un hogar. Al mismo tiempo, es importante destacar las historias positivas de adopción y cómo estos animales pueden traer alegría y compañerismo a nuestras vidas.

En última instancia, la decisión de adoptar en lugar de comprar un perro de raza es un acto de amor y responsabilidad. Es elegir ser parte de la solución en lugar de perpetuar el problema. Es darle a un animal necesitado una segunda oportunidad en la vida mientras nos enriquecemos emocionalmente. La adopción no solo salva la vida de un animal, sino que también puede cambiar la nuestra para mejor.

Como sociedad, tenemos el poder de poner fin a la venta de perros de raza y fomentar un mundo más compasivo y justo para todos los seres vivos. Esto comienza con la elección individual de adoptar en lugar de comprar, pero también requiere un esfuerzo colectivo para cambiar las normas sociales y las políticas que rodean la tenencia de mascotas.

Los perros mestizos presentan menos problemas de salud por su diversidad genética. 


En conclusión, fomentar la cultura de la adopción sobre la compra de perros de raza es un paso crucial hacia un futuro más ético y compasivo. Requiere un cambio en la mentalidad colectiva, políticas públicas más fuertes y un compromiso personal con el bienestar animal. Al elegir adoptar, no solo estamos haciendo lo mejor para los animales, sino también para nosotros mismos y para nuestra sociedad. Es un acto de amor que refleja lo mejor de la humanidad: nuestra capacidad para cuidar, amar y hacer una diferencia en el mundo.

CORTESIA DE ANA.