Pasamos casi la mitad del día metidos en una oficina. Y, paradójicamente, es en este sitio en donde adoptamos los hábitos menos saludables: comer mal, movernos poco, angustiarnos mucho… ¿Es posible revertir esta tendencia? Claro que sí. Si bien hay algunas cosas que no podemos evitar –como estresarnos de vez en cuando–, hay muchas otras que podemos dejar de hacer para asegurar que nuestra jornada laboral sea mucho más beneficiosa para nuestra salud. ¡Toma nota!
Comer snacks chatarra
A todos nos pasa: apurados por resolver miles de tareas, pasamos largas horas sin comer o –peor aún– saciamos nuestro apetito con una bolsa de papas, unos chocolates o unas poco saludables galletas. Si esto pasara de vez en vez no habría problema, pero esto sucede día tras día, semana tras semana, año tras año... Las consecuencias de ingerir comida chatarra con frecuencia son el sobrepeso, riesgo de sufrir diabetes, incapacidad para concentrarse y ansiedad, entre muchas otras.
No pararte de tu lugar
Uno de los peores hábitos que adoptamos quienes trabajamos en una oficina es permanecer largas horas sentados detrás de un escritorio. La falta de movilidad tiene un sinfín de consecuencias negativas para la salud: aumento de peso, rigidez muscular, estreñimiento, infecciones urinarias… ¿Necesitas más razones para estirarte y caminar por lo menos una vez por hora?
No tomar suficiente agua
Déjanos adivinar: como estás muy ocupado, es fácil que se te olvide beber agua y que pases horas sin probar una sola gota. Pues bien, esto te afecta mucho más de lo que crees: beber poca agua acarrea problemas graves en los riñones, promueve las migrañas y enlentece tu metabolismo, entre muchas otras cosas. Asegúrate de tomar por lo menos 8 vasos al día.
Comer en tu escritorio
Cómo comemos es casi tan importante como lo que comemos. Cuando te alejas de tu escritorio (aunque sea por unos minutos) y platicas con más gente tu cerebro descansa, se aclaran tus pensamientos y recargas energía, por lo que regresas a tu lugar de trabajo sintiéndote más relajado y siendo más productivo. Por el contrario, comer en tu escritorio te orilla a comer de forma apresurada, sin disfrutar tus alimentos y sin darle un merecido descanso a tu cerebro.
Quedarte más tiempo en la oficina
Nadie lo duda, tienes mil pendientes encima. Pero quedarte más horas en la oficina no te aligerará la carga de trabajo (sentimos desilusionarte, pero ¡el trabajo nunca termina!). Por el contrario, laborar en exceso y relegar tu tiempo libre sólo hará que te sientas mucho más abrumado, menos feliz con tu trabajo y, por supuesto, menos productivo.
Tomar más de 5 tazas de café al día
¿Eres de esas personas que toman hasta cinco tazas de café al día? Podrías estar dañando seriamente tu salud. Si bien es cierto que el café te mantiene despierto, mejora tu memoria y tus funciones cognitivas, también lo es que en dosis muy altas produce excitación, ansiedad, insomnio, gastritis y otros trastornos. Sigue el consejo de los expertos y evita beber más de cuatro tazas al día.
Asi que, ya saben que pedo, si quieren arruinarse la vida no evitando hacer lo arriba expuesto, queda a su consideracion.
C&P de aca
P.D: Que Chingue A Su Madre el America.