Comienza un nuevo día. Tan pronto llegamos a la oficina, pensamos decididos “hoy SÍ me saldré a tiempo del trabajo”. Pero conforme avanza el día se acumulan los pendientes; surgen los temidos bomberazos y el propósito de ir a casa temprano se vuelve cada vez más inalcanzable. Y bueno, esto sucede prácticamente todos los días.
Salir a tiempo de la oficina es mucho más que un capricho o un acto de rebeldía: es una premisa para nuestro bienestar físico y emocional, y aunque no lo parezca, también para el beneficio de nuestro propio trabajo.
Te dejamos seis razones de peso para salir a tiempo de la oficina.
A chingarle !!!!