1.14.2022

La eutanasia, vista por distintas religiones

 La eutanasia es un tema médico, laico, pero sobre todo humanitario, no religioso

La palabra “eutanasia” proviene del latín, de la misma forma, y ésta del griego “euthanasía”, que significa “buena muerte” o “muerte apacible”. Consiste en «la provocación intencionada de la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa de ésta, y en un contexto médico.»

El pasado 7 de enero de 2022, Víctor Escobar, un ciudadano de Cali, Colombia, de 60 años, se convirtió en el primer paciente de Latinoamérica en recibir legalmente la eutanasia sin padecer de ninguna enfermedad terminal. Otro caso registrado en Colombia es el de Martha Sepúlveda, de Medellín, de 51 años, quien sufría de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad grave, incurable y degenerativa. A pesar de esto, Martha tuvo que pasar por una larga batalla judicial que concluyó hasta el pasado sábado 8 de enero, cuando finalmente le fue aplicada la eutanasia en el Instituto Colombiano del Dolor, en la ciudad de Medellín.






De Víctor Escobar en cambio, no se esperaba que falleciera a corto plazo, ya que su padecimiento consistía fundamentalmente en tener problemas de movilidad y necesitar oxígeno permanentemente para poder respirar. Fue diagnosticado con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) e hipertensión, además de haber sufrido dos accidentes cerebrovasculares en 2008, y haber sido operado de la columna en tres ocasiones luego de un accidente automovilístico en su juventud, mientras se desempeñaba como conductor de camiones. La disminución de la capacidad respiratoria por causa de la EPOC avanza lentamente con el paso de los años, y puede ser controlada con terapias de rehabilitación pulmonar, broncodilatadores inhalados y corticosteroides, además de que algunas personas pueden beneficiarse de la oxigenoterapia a largo plazo, la reducción quirúrgica del volumen pulmonar y el trasplante de pulmón.

La eutanasia fue aprobada en Colombia desde 2015, pero sólo para pacientes terminales, por lo que solicitudes anteriores de Escobar de considerar su caso habían sido rechazadas, hasta que en julio de 2021, la Corte Constitucional falló que la eutanasia podía ser aplicada «a personas que tienen algún padecimiento físico o psíquico que sea grave y les impida tener una vida digna.» 

Como sabemos, éste ha sido siempre un tema que provoca polémica, debido a que, a pesar de ser un asunto eminentemente médico, laico, pero sobre todo humanitario, las religiones siempre se han sentido con la autoridad de censurar esta práctica, basándose en que de alguna manera contradice sus creencias. Y no es una actitud exclusiva del cristianismo, como podríamos creer, sino de las principales religiones del planeta. Veamos:

Hinduismo

Los hindúes opinan que «al ayudar a poner fin a una vida, incluso si está llena de sufrimiento, una persona está perturbando el momento del ciclo de muerte y renacimiento. Esto es algo malo de hacer y aquellos involucrados en la eutanasia tomarán el karma restante del paciente.»

Budismo

En general consideran la supresión de la vida como un acto negativo, pero distinguen entre la “eutanasia pasiva” (dejar morir a la persona sufriente) la cual apoyan, y la “eutanasia activa” (provocar o inducir la muerte), que rechazan, por tratarse según ellos de una forma de escapar de los sufrimientos de esta vida, que los podría enfrentar con esos mismos sufrimientos en una vida futura (por la reencarnación) en condiciones más difíciles.

Jainismo

Como el jainismo se fundamenta en el principio de la no violencia, está de acuerdo en que se permita a una persona ayunar hasta la muerte, sin considerarlo como un suicidio ni un homicidio, siempre que esa persona esté en estado de plena conciencia, sin tener deseos de vivir o morir, y sin que recuerde placeres que disfruta, ni anhele el disfrute de placeres futuros.

Judaísmo

Consultado sobre el tema respecto a otro caso ocurrido en Estados Unidos en 2005 a una mujer llamada Theresa Marie Schiavo (1963-2005), desconectada de la máquina que la mantenía con vida en estado vegetativo por un ataque al corazón a causa de una descontrolada rebaja de peso después de ser obesa, Joel Berger, ex rabino alemán del estado de Baden-Württemberg, se manifestó así: «Según el judaísmo, naciste en contra de tu voluntad, así que en contra de tu voluntad morirás algún día. Esto implica que nuestra problemática empieza ya con un paciente en estado terminal cuando se plantea prolongarle la vida artificialmente, torturándolo aún más.» Se entiende entonces que están de acuerdo, pero sólo con la eutanasia pasiva.

Islam

Los musulmanes están en contra de la eutanasia, ya que ellos creen que la vida de todos los humanos es sagrada porque es dada por Alá, y sólo Alá decide cuánto tiempo vive cada persona .

Con respecto al mismo caso de Terri Schiavo, de 2005, Nadeem Elyas, Presidente del Consejo Islámico en Alemania, dijo: «El Islam prohíbe toda clase de eutanasia. La vida es un don divino, que hay que proteger y cuidar lo más posible. El fin de la vida lo determina Dios solo.»

Cristianismo

Salvo raras denominaciones, el cristianismo rechaza contundentemente la eutanasia, por supuestamente contradecir el “quinto mandamiento”: «No matarás» (Éxodo 20:13).

En el caso de la Iglesia Católica, el papa Juan Pablo II emitió el 25 de marzo de 1995 la encíclica “Evangelium Vitae” (El evangelio de la vida), que declara: «Así pues, el aborto y la eutanasia son crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Leyes de este tipo no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia».

Y el 22 de septiembre de 2020, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó la carta "Samaritanus bonus", aprobada por el papa Francisco, que «sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida», reitera como «enseñanza definitiva» que «la eutanasia es un crimen contra la vida humana», y que «toda cooperación formal o material inmediata a tal acto es un pecado grave» que «ninguna autoridad puede legítimamente imponerlo ni permitirlo.»

Aunque el papa Francisco, durante las entrevistas que se le han hecho, no ha sido tan categórico sobre el tema, y en un tuit del 5 de junio de 2019 escribió: «La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos. La respuesta que hemos de dar es no abandonar nunca a quien sufre, no rendirnos, sino cuidar y amar a las personas para devolverles la esperanza.»

En cuanto a la Iglesia Ortodoxa, rechaza también la eutanasia, que considera un suicidio de parte de la persona que quiere morir, y un homicidio por parte del médico que la practica,

Mientras que las iglesias protestantes y evangélicas, aunque en su mayoría toman una postura en contra de la eutanasia, hay algunas denominaciones que la aceptan. Consultado sobre el caso de Terri Schiavo de 2005, Wolfgang Huber, Presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana, manifestó: «La vida, con sus límites, es un don divino. Por ello nos negamos a la eutanasia –es decir a la muerte provocada conscientemente.»

Es interesante señalar que en los casos que mencionamos, Víctor Escobar era creyente, entendemos que cristiano, y en sus palabras finales dijo: «Poco a poco nos iremos encontrando donde Dios nos tenga. Abrazos y bendiciones para todos.» Y Martha Sepúlveda también era creyente, entendemos que también cristiana, y justificaba su “pecado” de eutanasia diciendo: «Me considero muy creyente de Dios, pero repito, Dios no me quiere ver sufrir a mí y yo creo que a nadie. ¿Qué padre quiere ver sufrir a sus hijos?»

Mientras que en el caso de Terri Schiavo, no tuvo consciencia de lo ocurrido, pero sus padres «argumentaron que ella era católica y que habría querido que se hiciera la voluntad de Dios aprovechando los medios tecnológicos de que dispone la Medicina actual.» 

Por otra parte, es interesante también que entre los médicos que practican las eutanasias, también haya creyentes. Por ejemplo, según estudio realizado, «el 18 % de los médicos católicos encuestados registraron que habían tomado medidas activas para provocar la muerte de aquellos pacientes que lo solicitaron.»


-Brion