Es el terreno más remoto y secreto del conjunto de islas que componen Hawái . Niihau es conocida como la “Isla Prohibida”. Durante el último siglo, las mayores fortunas del mundo y hasta los más pobres han intentado poner un pie en esta isla y la respuesta que han recibido ha sido siempre un “no”. Cantantes como Mick Jagger, políticos, reyes e incluso personas que deseaban visitar este paraíso virgen antes de morir fueron rechazadas.
Niihau es propiedad de la familia Robinson en la
actualidad, que han mantenido la promesa de mantener la isla virgen desde que
Elizabeth Sinclair, una viuda escocesa, se la comprara al rey hawaiano
Kamehameha V por 10.000 dólares en oro.
Antes de cerrar esta compra (que a día de hoy estaría
valorada en unos 200.000 dólares) , Sinclair descartó otros terrenos como Pearl
Harbor y Waikiki, dos de los destinos más concurridos de Hawái. La compra de
Niihau se formalizó en el año 1864 con la condición de que “se mantuvieran la
lengua, la cultura y las tradiciones de sus habitantes”.
Ésta fue la única petición de Kamehameha V. En 1915, el
nieto de Sinclair, Aubrey Robinson, decidió cerrar la isla al público e imponer
medidas más restrictivas. Incluso miembros de su misma familia tenían que
solicitar permisos especiales si querían visitar el lugar.
Hoy en día, Niihau permanece desconectada del mundo. Es un
destino sin carreteras, sin teléfonos, no hay coches y ni siquiera existen los
postes de electricidad: la energía proviene de paneles solares.
Todo es producido directamente en la aldea a través de sus
habitantes, que han logrado que éste sea el último rincón de Hawái donde se
conserva su cultura con gran fidelidad a las tradiciones. De hecho, gracias a
los habitantes se mantiene vivo el dialecto hawaiano de Niihau.
En el censo figura que unas 300 personas residen en el lugar, pero la realidad es que la mayoría de las familias pasan su tiempo en Kauai, donde hay más recursos, mientras que en la isla permanecen unas 30-50 personas, más la familia Robinson que está asentada en el territorio y comparten lazos de sangre con algunos de los habitantes.
CÓMO VISITAR LA ISLA PROHIBIDA DE NIIHAU
Sin hoteles, carreteras o medios de transporte (solo hay
caballos) , hacer noche en Niihau es una misión absolutamente imposible y
prohibida.
La familia Robinson ha realizado u n esfuerzo titánico por
que la isla no caiga en garras de las fortunas más curiosas, incentivadas por
los misterios que rodean a Niihau. Gracias a estos esfuerzos, la isla ha
permanecido intacta con el paso de los siglos.
El acrónimo de “isla prohibida” no se extendió hasta el año
1952, momento en el que se produjo una epidemia de polio en las islas de Hawái.
La familia Robinson prohibió la entrada de toda persona que no contara con un
certificado médico.
Incluso aquellos que dispusieran de uno tenían que
permanecer aislados durante 15 días antes de poder entrar. El bloqueo resultó
ser todo un éxito, porque Niihau consiguió esquivar la epidemia que tan gravemente
afectó a las islas hermanas.
Cansados de recibir peticiones de manera constante, los
Robinson decidieron permitir viajes controlados a la isla más virgen de Hawái.
Ahora redirigen todas las peticiones que les llegan a una agencia de tours
directamente.
El precio es casi un cuarto de lo que pagó la bisabuela de
los Robinson al rey hawaiano: 2.600 dólares por un vuelo privado o 465 dólares
por persona (pero se necesita un mínimo de 5 miembros) .
Sin embargo, el viaje es rápido. Se trata de una travesía
en helicóptero organizada por Niihau Helicopters que parte de la isla de Kauai
(situada a unos 28 km de Niihau) y que aterriza en una de las playas vírgenes
del destino. La playa final depende de las condiciones de viento que haga ese
día.
Para ser partícipe de esta aventura necesitas enviar una
petición con suficiente tiempo para que sea procesada y confirmada. El
helicóptero parte de la pequeña ciudad de Kaumakani, cerca de Waimea (Kauai) ,
y realiza un recorrido histórico por Niihau, pero en ningún momento llega a
sobrevolar la aldea donde viven los nativos de Niihau.
En este viaje apresurado no podrás entrar en contacto con
los habitantes de la isla ni con los Robinson. Ante ti tendrás la naturaleza
más salvaje de Hawái, incluyendo numerosas especies en peligro de extinción que
han encontrado en Niihau su última esperanza de supervivencia, como la foca
“monje”
Tendrás a tu disposición tres horas y media para hacer
snorkel, pegarte un baño y contemplar uno de los rincones más aislados del mundo.
Se trata de una experiencia única, repleta de pura
naturaleza hawaiana, de aguas cristalinas y de silencio. Los Robinson han
conseguido mantener durante más de un siglo y medio la promesa que su bisabuela
hizo al rey hawaiano y así seguirá siendo durante el resto de generaciones.
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