Es una enfermedad que se produce por la compresión del nervio mediano en su recorrido hacia la mano por el túnel carpiano y que provoca adormecimiento de los dedos de la mano y dolor en la muñeca.
El túnel carpiano es una estructura anatómica en forma de
túnel situada en el interior de la muñeca por el que pasan los tendones
flexores de los dedos y el nervio mediano. Si existe un aumento de presión
dentro del túnel carpiano, se producirá una lesión por compresión de este
nervio mediano.
¿A quiénes afecta?
Es una patología muy común, siendo la neuropatía de
compresión de nervio periférico más frecuente, que afecta al 3% de la población
general y a más del 5% de los trabajadores en determinadas ocupaciones que
requieren uso repetitivo de las manos y muñecas.
Es mucho más frecuente en mujeres de 40-60 años, siendo
bilateral (en ambas manos) en más del 50% de los casos.
¿Qué causa el síndrome del túnel carpiano?
En líneas generales, es bastante común que se relacione con
ocupaciones o actividades que supongan:
Maniobras manuales repetitivas: movimientos repetidos (por
ejemplo en cadenas de montaje, supermercados, peluquerías, etc.) y posiciones
forzadas de mano y muñeca (como las de aquellas personas que trabajan
continuamente con el ordenador y el ratón).
Traumatismos locales: uso regular y continuado de
herramientas manuales (un claro ejemplo son las profesiones del ámbito de la
construcción y de la mecánica).
En ocasiones hay un componente hereditario por túneles
carpianos más pequeños de lo habitual, lo que aumenta las posibilidades de
compresión del nervio mediano y la aparición de síntomas.
Asimismo, este síndrome puede también asociarse a
tratamientos hormonales, embarazo y lactancia materna, así como a ciertas
enfermedades (diabetes, inflamatorias, tumores o artrosis).
¿Qué síntomas tiene?
Al inicio, la mayoría de los pacientes se quejan de:
Dolor en la muñeca y antebrazo.
Sensación de acorchamiento de los dedos (pulgar, índice,
corazón y parte del anular).
Calambres y hormigueos en muñeca y mano.
Estos síntomas son típicamente nocturnos y/o posturales,
pero si no se tratan, con posterioridad, aparecerá debilidad y atrofia de
músculos de la mano, así como torpeza al manipular objetos.
¿Cuál es su diagnóstico y tratamiento?
La sintomatología es bastante característica y ayuda, en la
mayor parte de los casos, a orientar al médico en su diagnóstico. Este llevará
a cabo dos tipos de pruebas clínicas para determinar la sensibilidad y fuerza
de la mano:
Signo de Tinel: consiste en golpear la base de la muñeca.
Si hay lesión, se producirá una sensación de calambre en los dedos índice y
medio.
Signo de Phalen: se colocan las muñecas flexionadas con los
dedos mirando hacia abajo. Si hay lesión, esta posición genera adormecimiento y
hormigueo de los dedos.
Se puede realizar un estudio neurofisiológico que ayude a
valorar el grado de afectación del nervio mediano (leve, moderado o severo).
Este estudio consiste en:
Electromiograma para valorar la actividad eléctrica del
músculo oponente.
Estudio de conducción nerviosa sensitiva y motora, que
evalúa cómo se transmite el estímulo del nervio.
En algunos casos, el diagnóstico puede complementarse, con
pruebas analíticas o de imagen como la ecografía.
Si el grado de compresión es leve, puede evolucionar
favorablemente con tratamiento mediante inmovilización de la muñeca por la
noche o con la inyección de corticoides. En casos más avanzados, la solución
siempre es quirúrgica, liberando el nervio atrapado en el túnel del carpo.
¿En qué consiste el tratamiento quirúrgico?
La operación del túnel carpiano se trata de una
intervención muy frecuente y que habitualmente no tiene complicaciones en manos
expertas y puede ser practicada de distinta manera:
Cirugía mínimamente invasiva: es la más frecuente y se
realiza mediante una incisión pequeña de 2 cm. en la muñeca, cortando
longitudinalmente el ligamento carpiano transversal y generando más espacio en
el túnel para eliminar la presión del nervio. Los síntomas del túnel carpiano
desaparecen inmediatamente si la compresión no era grave.
Cirugía percutánea: se trata de una técnica poco invasiva
que requiere una incisión de 1 cm. y permite acceder al ligamento carpiano para
su sección longitudinal y liberación del túnel. Esta cirugía aumenta los
riesgos de lesiones asociadas por la menor visibilidad anatómica.
Cirugía por endoscopia: esta cirugía secciona el ligamento
con la ayuda de una cámara, introducida previamente, que permite visualizar la
zona y cortar con seguridad el ligamento transverso del carpo sin lesionar
tendones o ramas nerviosas. Si no hay buena visión del túnel está
contraindicada por riesgo de lesionar estructuras importantes.
En líneas generales, una vez realizado el tratamiento
quirúrgico, el dolor desaparece en pocos días y el resto de los síntomas
mejoran en un plazo breve, dependiendo de la gravedad de la lesión del nervio.
Tras la cirugía, y una vez se pasen los efectos de la
anestesia, se recomienda utilizar los dedos y realizar actividades manuales que
no requieran fuerza. De hecho, si el paciente guarda excesivo reposo, el túnel
carpiano puede cerrarse otra vez y reaparecer las molestias.
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