2.25.2022

Ese incómodo polvo blanco en los hombros

La caspa es una afección producida por hongos que afectan a determinadas zonas del cuerpo, provocando ardor, picazón, enrojecimiento en el área afectada, así como una notoria resequedad, la cual provoca el desprendimiento de la piel seca.



Esta se puede presentar en la piel, como en el cuero cabelludo, lugar donde es más frecuente que aparezca, en una gran densidad de folículos pilosos, los cuales poseen glándulas sebáceas, que producen una especie de grasa llamada “sebo”.

Debido a la calidez de la piel y la obscuridad, es el hábitat perfecto para que ciertos organismos como hongos, parásitos e incluso microorganismos prevalezcan.

Si bien no surgen por contagios o de una gravedad alarmante, sí llegan a crear cierta inseguridad en la persona, porque con el mínimo movimiento en el cabello, desciende la caspa en una cantidad notoria.

Además se pueden formar escamas, blancas a amarillentas, en áreas grasosas como el cuero cabelludo, rostro o del interior del oído; en ocasiones muestran un enrojecimiento cutáneo.

Según el portal BBC noticias, la caspa puede producirse tanto por demasiada grasa como por la resequedad del cuero cabelludo, que a su vez se relaciona a un factor fúngico denominado “Malassezia globosa” que aparece también en los animales.

Los especialistas en la piel recomiendan la aplicación de champús que contrarrestar el hongo de la caspa, además de cuidar la alimentación para evitar la irritación de la piel y los baños con bañarse con agua muy caliente.

El uso de ciertos elementos como selenio, zinc, alquitrán de hulla en aceite de coco o el ácido salicílico, pueden ser de gran ayuda. En casos severos se recomienda acudir con especialistas en la piel.


-Brion