Que roio mushashones, el dia de hoy les traigo algo que les queda como anillo al dedo, porque por mas que lo nieguen todos andan llegando o pasando los 40, excepto brion que ya va como en los 70, hoy vamos a hablar de la crisis de los 40.
El psicólogo estadounidense Daniel J. Levinson fue el
primero que la conceptualizó. La crisis de los 40, también llamada “crisis de
la mediana edad”, es aquella que aparece cuando, al bordear la cuarta década,
hacemos un balance de nuestro transcurso vital. Analizamos lo que siempre hemos
querido ser o tener y lo que somos y tenemos realmente y concluimos que no
concuerdan.
Está altamente influida por la presión social a la que
estamos sometidos para cumplir ciertas expectativas sociales, cómo encontrar el
amor de nuestra vida, tener hijos, éxito profesional, un físico envidiable,
estar rodeado de amigos, etc. Surge ante preguntas del tipo: ¿quiero esta vida
el resto de mi vida?, ¿he perdido el tiempo?, ¿qué no he hecho aún? Y, en
último término: ¿he fracasado?
Síntomas de la crisis de los cuarenta
En esta etapa suelen aparecer cambios abruptos y poco
sólidos en la persona; síntomas que podrían indicar que la persona se encuentra
frente a la crisis de los cuarenta. Algunas de esas señales son:
Empezar a salir más por las noches
Hacerse tratamientos y operaciones estéticas
Ser infiel
Gastarse el dinero en lujos o caprichos
Hacer realidad fantasías y sueños
Por lo que algunas personas consideran que “la crisis de
los 40” es como la segunda “edad de la punzada”.
Causas y factores
Existen algunos factores o causas que podrían propiciar la
temida crisis de la mediana edad como son:
Ausencia de nuevos estímulos
Rutina en la pareja
Inseguridad
Exceso de responsabilidades
Aislamiento
Autoestima baja
Cumplir años afecta de manera diferente a hombres y
mujeres, ya que socialmente se esperan cosas diferentes en cada sexo y tiene
que ver con los roles de género. También estamos en una sociedad que
sobrevalora la juventud, equiparándola a éxito, dinamismo, deseabilidad, etc.
Por lo que la pérdida de juventud se asocia a lo contrario. Esto afecta a ambos
sexos, pero genera reacciones diferentes.
Mujeres y la crisis de los 40
Las mujeres suelen preocuparse más sobre el hecho de ser
madres y la posibilidad de no tener hijos, algo que está directamente
relacionado con la inminente menopausia.
Por otro lado, las mujeres se sienten más vulnerables a
nivel físico debido a las presiones estéticas y el ideal social de belleza. Por
lo que la crisis suele afectarles más a nivel de autoestima y seguridad
personal, embarcándose en operaciones estéticas o cambios de look.
Hombres y la crisis de los 40
Los hombres suelen frustrarse más por no haber cumplido sus
expectativas profesionales o no haber alcanzado el estatus deseado. Además,
tienden a intentar recuperar el tiempo perdido o lo que consideran que les
faltó en otra época. Esto a menudo da lugar a infidelidades o huida del
compromiso.
¿Cuánto dura? ¿Puedo evitarla?
Respecto a la duración, puede ser muy variable según la
persona; días o incluso años, dependiendo de cómo se gestione.
Una persona con habilidades para afrontar y resolver
problemas, que tiene una buena red social y hobbies, sentirá la crisis de los
cuarenta poco o nada. Las personas muy autoexigentes o con creencias muy
rígidas sobre la belleza y el éxito es probable que sientan más los efectos de
la crisis.
Cada persona interpreta la realidad de una manera única,
por lo que no existen hechos que afecten a todas las personas por igual.
Básicamente existen dos tipos de crisis:
Circunstancial: ocurre ante un cambio importante que hace
que se desestructure nuestra estabilidad (una muerte cercana, un despido
laboral, una separación, etc.)
Evolutiva: periodos de malestar psicológico debido a los
cambios propios de cada etapa de la vida como un cambio de roles o transiciones
biológicas. Encontramos ejemplos de ello en la adolescencia, cuando nos
independizamos, ante el matrimonio, al convertirnos en padres, cuando sufrimos
el síndrome del nido vacío, con la llegada de la jubilación, etc. La crisis de
los cuarenta pertenece a este tipo de crisis, la evolutiva.
Si bien no todas las personas tienen por qué caer en crisis
ante las mismas circunstancias, no existe una vida sin crisis, son inevitables.
Bien gestionadas dan lugar a crecimiento personal pero, mal gestionadas dan
lugar a una psicopatología (depresión, ansiedad, etc.), lo que indicaría la
necesidad de ayuda psicoterapéutica.
Consejos para afrontar la mediana edad
Abre posibilidades y desdramatiza: más que una crisis,
deberíamos reinterpretarlo como un cambio en la perspectiva o en la manera de
interpretar la vida. Busca la manera que esto queda enriquecer tu vida.
Busca soluciones concretas a los problemas concretos, más
que poner todas tus dificultades en un saco genérico e irresoluble llamado
“crisis”.
Construye: crea nuevas metas, sin obsesionarte. Acuérdate
también de valorar todo lo avanzado.
Abandona los clichés. Cada persona tiene su forma de
enfocar las cosas. No todas las personas que cumplen 40 tienen que sentir lo
mismo.
Juventud… ¿divino tesoro? Refuerza tu espíritu crítico.
Cada etapa de la vida tiene sus encantos. Aprende a valorarlos.
Aprende de la experiencia.
Deja a un lado tu impulsividad. No tomes decisiones
importantes sin meditarlas.
Mucho humor.
Vive el presente.
Pero, sobre todo… preocúpate por madurar más que por
envejecer.
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