6.12.2019

Peliculeando con Xime - X-Men: Dark Phoenix




El futuro de los X-Men en el cine es incierto. Sabemos que de alguna manera Disney, ahora que es dueña de Fox, relanzará la saga, pero los mutantes, de mano del estudio al que pertenecían, debían llegar a su fin.
Por eso desconcierta que X-Men: Dark Phoenix sea, tal vez, la peor película de toda la saga, situación que se vuelve más grave si se considera que, en la serie principal, es la entrada que le sigue a la terrible X-Men: Apocalipsis, reflejo de que no hubo el menor esfuerzo por darle una salida digna a una serie de filmes que desde el año 2000se convirtió en referente de la evolución del cine de superhéroes.



Durante una misión de rescate, Jean Grey (Sophie Turner) absorbe lo que parece ser una llamarada solar. Sus poderes aumentan exponencialmente y su comportamiento comienza a ser errático y destructivo.
Luego de un trágico incidente, Jean huye y los X-Men se embarcan en su búsqueda para detenerla y hacerla entrar en razón, y se enfrentarán a un antiguo enemigo y a una nueva adversaria que parece saber qué es lo que está ocurriendo con la mutante.
X-Men: Dark Phoenix es la película más básica de todas las X-Men. A pesar de que es la entrada número 12 (incluyendo las tres partes de Wolverine y las dos de Deadpool), pareciera que su guionista y director, Simon Kinberg -en su debut como cineasta-, simplemente no tenía nada que decir, y que su única preocupación era hacer una entrada de la saga a como diera lugar, aún si eso implicaba trabajar con apenas vestigios de un guion.



La película carece de motor narrativo, es anticlimática, las líneas son de calidad estudiantil -no de una película que contó con 200 millones de dólares de presupuesto y que forma parte de una saga en la que también figuran hitos como Logan o X-Men 2– y el elenco en todo momento refleja hastío en sus rostros.







El resultado es una película incapaz de retener el interés de la audiencia y carente de inventiva hasta para sus secuencias de acción. Ni siquiera los momentos de supuesta tensión o drama logran que el espectador entre en suspensión de incredulidad y tome en serio lo que está viendo (ojo con la escena entre Magneto, Jean Grey y un helicóptero; imposible no retirar la vista de la pantalla ante el ridículo ajeno).
Ahora, desde el punto de vista comparativo, esta es la X-Men que menos aporta a la franquicia, la que apenas puede avanzar narrativamente por la falta de justificación en su existencia misma, la más lenta y aburrida, y la que nunca lleva a ningún lado.
Si algo ha de reconocérsele a Kinberg es que se las ingenió para entregar una de las peores cintas de 2019, y una película tan involuntariamente irrisoria como X-Men: Apocalipsis y X-Men orígenes: Wolverine, en un momento posterior a Logan.
Y si por algo será recordada X-Men: Dark Phoenix es por la bajísima nota en que deja a los X-Men de Fox, una manera indigna de despedir a la franquicia que hace 19 años le enseñó al mundo que el futuro de Hollywood estaba en el cine de superhéroes.

4 de 10

copipeis de aki

Xime