6.26.2019

Peliculeando con Xime

Cuando se habló de que Pixar había decidido hacer Toy Story 4 muchas fueron las preocupaciones. Algunas secuelas de Pixar poco han logrado apenas alcanzar la calidad de sus predecesoras y Toy Story 3 logró llegar a un nivel muy alto de la franquicia, dejando la historia de estos queridos personajes en un final emotivo, feliz y casi perfecto. Pixar decidió que quería contar una última historia, una comedia romántica dedicada al querido vaquero Woody.

Toy Story 4 inicia en el pasado explicando qué pasó con Bo Peep, aquella pastorcilla de porcelana que no vimos en Toy Story 3 y quien, por cosas del destino, tuvo que despedirse de Woody y los demás juguetes de Andy. Después volvemos al presente, en donde Bonnie sigue jugando con sus juguetes, pero Woody ha pasado a estar muchas veces olvidado en el armario. Bonnie debe enfrentar su primer día de colegio, sin embargo, el valeroso Woody está ahí para salvar el día de nuevo. De ese primer día de clases de Bonnie nace Forky, un muñeco creado por Bonnie a partir de basura. Forky cobra vida pero se niega a ser un juguete, sin embargo, Bonnie lo aprecia mucho y Woody hará todo lo posible para que Forky asuma su rol de nuevo amigo de Bonnie. Viejos y nuevos rostros se unirán a la aventura de rescatar a Forky, quien ha escapado, mientras Woody deberá descubrir cuál es su verdadero lugar en el mundo cuando se reencuentre con Bo Peep, quien ahora es una hábil e intrépida juguete sin dueño.

A Pixar últimamente se le critica el plantear siempre sus historias a través de un viaje, pero al final nuestras vidas están llenas de viajes y la habilidad de Pixar es hacer de estos recorridos algo único, emotivo e inolvidable. Aquí volvemos a un escenario ya visto: un juguete perdido, un rescate y un viaje, pero Toy Story 4 logra ser nuevamente un viaje imperdible, desde la técnica de animación impecable a la música con acordes ya icónicos, pasando además por el casting de voces que dan vida y espíritu a cada personaje, un carrusel de diversión con un guion muy bien elaborado y con una comedia perfecta para toda la familia con varios momentos tal vez no tan emotivos pero sí inolvidables.

Los protagonistas principales son Woody y Bo Peep, por ello se dejan muy de lado personajes de las anteriores películas apenas pronunciando palabra, incluso Buzz pasa a segundo plano. Las nuevas adicciones, Forky, Duke Caboom y los peluches Bunny y Ducky son muy divertidos y tienen los momentos más llamativos de la cinta, así mismo la antagonista, una muñeca llamada Gaby Gaby, logra ser un reto interesante para esta nueva aventura junto a sus secuaces “Los Bensons” que gracias a su aspecto tétrico de marioneta brindan momentos de sorpresa y susto divertido frente a lo que cabe dentro de una película para todos.

La motivación en Pixar para Toy Story 4 era darle una mayor profundidad al personaje de Woody, Woody, que siempre ha sido el vaquero que salva el día, siempre estuvo allí para Andy y siempre cuidó que sus juguetes estuvieran allí hasta que llegó la despedida. Ahora está con Bonnie, pero Bonnie tiene a sus juguetes preferidos y Woody no lo es y ya no es el jefe de la manada. ¿Qué sigue para Woody? ¿Es el final que merece? En este sentido Pixar nos ofrece nuevamente un reflejo de lo que muchos adultos vivimos frente al apego, pero esta vez el apego no solo a las personas que queremos, así ya no nos quieran, sino también a las decisiones que tomamos en nuestra vida, a las responsabilidades que asumimos no porque nos sintamos bien o cómodos con esas responsabilidades sino porque creemos que si no las asumimos nadie más lo hará y todo estará perdido, el pensar en qué tan correcto o incorrecto sea el dar tu vida por otros, poner el mundo a tus espaldas o simplemente renunciar e irte y tomar tu propio camino es algo que quedará para reflexión en la audiencia adulta.

Asociado a lo anterior, esta puede ser considerada de las pocas películas de Pixar que al analizar con lupa su guion plantea una gran zona de grises frente a valores de vida y enseñanzas. Se ve reflejado en la evolución y debates internos que tiene Woody, quien al comienzo profesa temas como la lealtad y el sacrificio, para en otros momentos pasar a decisiones conflictivas con esas posturas y también pasa con el personaje de Gaby Gaby, la antagonista, cuyas acciones son malas pero sus motivaciones son buenas, donde al final del día pesan más estas últimas, dejando cierta duda ética frente a si se vale el todo por el todo para lograr tus sueños. Es curioso ver esas dualidades en las cintas de Pixar, pero al final son más para el debate que aspectos que dañen al largometraje.

Toy Story 3 dejó el listón muy alto en cuanto a historias de Pixar. Toy Story 4 no creo supere ese listón pero sí logra mantenerlo en alto con una historia que a pesar de los conflictos morales que comentamos da un cierre más que digno al arco de la historia de Woody, el gran e inolvidable vaquero y amigo fiel, con estándares impecables de calidad técnica, momentos llenos de sana comedia, pinceladas de drama en dosis justas y personajes entrañables e inolvidables.

Toy Story 4 es una película más que recomendada llegando a ser una de las mejores películas animadas de lo que va del año.