Las carnicerías son una parada necesaria cuando visitas Matamoros, Tamaulipas, porque todo buen mexicano sabe que en el norte del país la carnita asada es tradición que obliga. Sin embargo, hay una carnicería que se ha hecho famosa no por sus cortes sino por sus salsas.
El icónico local de la familia García, la Súper Carnicería 18, se volvió viral en redes sociales en días pasados por una publicación donde los nombres de sus productos despertaron la curiosidad de consumidores de todo el mundo. Literalmente.
¿La razón? Sus salsas caseras libres de conservadores llevan nombres tan increíbles como “madafaker”, “sanababish” y “asupichimaye”. El post - hecho por un cliente, ni siquiera por el negocio en sí- que muestra este curioso branding que remite a las transformaciones mexicanas de los vocablos en inglés “Mother Fucker y “Son of a bitch” se ha compartido más de 12 mil veces.
La Súper Carnicería 18, que tiene más de 35 años operando en Matamoros, ya vendía salsas, pero un día Juan García y su hermano Héctor notaron que estos condimentos que compraban a un proveedor externo les duraban hasta cuatro semanas en el refrigerador porque no se echaban a perder.
“Nos dimos cuenta de que estaban llenas de conservadores y pensamos que una buena salsa no debería tener tanto químico”, comenta Juan en entrevista con Entrepreneur en Español.
La inspiración le llegó a estos hermanos de las reuniones semanales que la familia García hace cada semana para compartir una carne asada y preparar salsas con la receta tradicional. Un día hace poco menos de un año, los emprendedores decidieron ofrecer esas salsas caseras a sus clientes como una alternativa a los productos envasados que ya tenían en sus anaqueles.
“Somos un negocio mexicano familiar - como debe ser- y queríamos que nuestros clientes probaran un producto que supiera a lo que debe saber una salsa mexicana verdadera”, dice Juan al recordar cómo fue el proceso de decisión para ofertar el producto en su única sucursal.
Fue el mismo Juan quien propuso a su familia usar esos nombres “tan coloridos” que tienen su origen en una historia familiar bellísima que tiene eco en toda aquella familia mexicana que tenga algún integrante que haya trabajado “del otro lado”.
“Mi papá - quien se llamaba Héctor García - trabajó mucho tiempo en Estados Unidos y no sabía hablar inglés. Los otros trabajadores se burlaban de él, pero él siempre les contestaba diciéndoles a su manera las pocas palabras que él conocía como ‘sanababish’ y ‘madafaker’”, cuenta Juan emocionado.
El tercer nombre, ‘asupichimaye’, nació de la expresión de picor que su familia hacía al probar su salsa verde cargada de habaneros.
Gracias a esta curiosa idea de construcción de marca, la Súper Carnicería 18 ahora está recibiendo pedidos de productos desde otras partes de la república mexicana, Estados Unidos e incluso Alemania.
La importancia de un buen nombre
El éxito que ahora gozan las salsas de la familia García está sin duda ligado al buen nombre que eligieron. Y es que el nombre es elemento de marketing más importante que un emprendedor tiene para darse a conocer. Así lo menciona José Mervyn, estratega de innovación de la agencia de inteligencia colectiva Tekio.
“El nombre es el elemento definitorio de un producto porque es lo más barato con lo que cuentas para diferenciarlo”, comenta el experto. “Tiene que estar basado en la cualidad más importante que tiene tu oferta y reflejar la propuesta novedosa que le estás haciendo al mercado”.
Al respecto, el experto de negocios y emprendimiento Yanik Silver ofrece 7 claves para elegir un buen nombre de producto:
1. El nombre debe sonar bien en voz alta
2. Usa un nombre que tenga significado y ofrezca un beneficio
3. Usar una palabra que se pueda usar en una conversación real y no solo en internet
4. No uses iniciales a menos que seas una marca gigante como IBM o HSBC
5. Específica y no usar nombres genéricos que no tengan un reflejo real en la cultura de tu mercado
6. Pruébalo en Google AdWords y redes sociales para que funcione en internet
7. Asegúrate de que lo puedas registrar
“El error más común que se comete con una marca es no investigar si ésta ya existe. Pensamos en un nombre original, éste empieza a tomar fuerza en la calle y pronto nos damos cuenta de que ya existe y el esfuerzo que ya hemos hecho para construir el nombre se lo queda otra compañía”, advierte el experto de Tekio.
Por lo pronto, Juan García asegura que la Súper Carnicería 18 está disfrutando del aumento de las ventas de sus salsas y en conjunto están buscando alternativas para poder hacer envíos a largas distancias sin tener que poner demasiados conservadores en sus productos.
“Queremos vender más, pero nuestra meta es más sencilla: que la gente que pruebe nuestras salsas se lleve un sabor verdaderamente casero”.
Tomado de aqui