La manzanilla es una planta con florecillas de blancos pétalos, parecidas a las margaritas, que se utiliza sobre todo con fines medicinales y terapéuticos. Su nombre se debe a que su aroma recuerda al de una manzana.
La manzanilla, quizá la más popular de todas las plantas medicinales, es una hierba perenne de tallo erguido y ramificado, con pocas hojas muy divididas. En la parte superior del tallo aparecen cabezuelas aisladas, con un receptáculo abombado y hueco. Sus flores tienen un disco central dorado y pétalos blancos. Las hojas saben a hierba y son aromáticas; las flores son un poco amargas y despiden el característico olor a manzanilla. Es muy común en México, Europa y América del Norte. Crece alrededor de prados y lugares con mucha hierba. Habita en terrenos secos elevados, entre mil doscientos y dos mil metros de altitud. Se adapta bien a lugares secos y arenosos como las montañas. Requiere suficiente luz y una humedad aproximada de medio litro al día por planta.
Según investigaciones la principal forma de utilizar esta
flor, es mediante la preparación de infusiones a partir de sus flores, las
cuales tienen un aroma y sabor muy agradable. Sin embargo, también es común
usarla para realizar compresas frías o tibias según sea la necesidad con el
objetivo de tratar áreas inflamadas como los párpados después de una noche sin
sueño reparador o algún área del cuerpo en el que haya sufrido un golpe.
Entre sus bondades saludables esta para contrarrestar los
malestares menstruales. Es un antinflamatorio, beber té de manzanilla es un
tratamiento tradicional para aliviar los trastornos digestivos, incluyendo
indigestión, náuseas, vómitos, pérdida del apetito y gases.
Excelente opción para las personas que padecen diabetes
tipo dos. Una taza de té de manzanilla al día podría ayudar a prevenir el
cáncer de mama.
Aunque la aromaterapia con manzanilla resulta útil para
combatir la gripe y los resfriados, beber su infusión se alza como la mejor
opción. Los expertos coinciden que tomar entre dos a tres tazas a diario
durante dos semanas, aumentaría el nivel de polifenoles, compuestos que
combaten las infecciones bacterianas.
También recomendable para disminuir los síntomas de los
trastornos de ansiedad generalizada. La manzanilla es un calmante y relajante,
uno de sus compuestos, la crisina, ayuda a promover el sueño, incluso bajo
condiciones de estrés.
Gracias a su rico contenido en colina, un nutriente que
pertenece al grupo de las vitaminas B y que participa en múltiples reacciones
metabólicas del cuerpo, la manzanilla protege al hígado de la acumulación de
grasa y ayuda a eliminarla de la sangre.
MODO DE PREPARACIÓN
Hervir una taza de agua a fuego medio por unos cuatro minutos; bajar del fuego. Poner el agua en una taza y añadir las flores de manzanilla al agua hirviendo, después tapar la infusión y dejar reposar durante 3 o 4 minutos. Colar y beber.
De Igual manera es también muy bien aprovechada en
tratamientos cosméticos con extractos de manzanilla que ayudan a suavizar y
limpiar la piel, aclara y da brillo al cabello.
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