7.31.2023

Lunes godinez: el sedentario

 




Había una vez un hombre asquerosamente gordo llamado Kesus, quien, a pesar de su obesidad morbida, tenía una personalidad encantadora, un enorme pene descomunal y un corazón cálido. Decidió aventurarse en la plataforma de citas en línea llamada Tinder en busca de una conexión emocional y un compañero de vida.

Un día, mientras deslizaba su dedo por las diferentes fotos de perfiles, encontró a una chica llamada Yerbita. Ella también tenía una figura curvilínea y una hermosa sonrisa. Kesus sintió una conexión instantánea con ella, ya que ambos compartían experiencias similares y sabían cómo era vivir en un mundo que a veces no comprende la belleza más allá de los estándares convencionales.

Decidieron conocerse en un café acogedor en el corazón de la ciudad de Pittsburgh. Kesus se vistió con calma pero con estilo, eligiendo ropa que lo hiciera sentir seguro y cómodo en su propia piel. Cuando se encontraron, hubo un instante mágico en el que se miraron a los ojos y sintieron una conexión especial y genuina.

Durante su conversación, Kesus y Yerbita hablaron sobre sus intereses, sueños y experiencias. Compartieron risas y también algunas lágrimas al rememorar los momentos difíciles que habían enfrentado debido a los juicios y prejuicios hacia sus cuerpos.

A medida que las semanas pasaban, Kesus y Yerbita comenzaron a explorar su intimidad sexual. Descubrieron que el peso no era un obstáculo y que el amor verdadero trasciende cualquier apariencia física o tamaño. Se apoyaron mutuamente en sus procesos de aceptación personal y celebraron la belleza única de cada uno.

Juntos, recordaron que el amor propio y la confianza son esenciales para una relación saludable. Aprendieron a ignorar los comentarios negativos y las expectativas poco realistas de la sociedad, centrándose en la conexión emocional y la admiración mutua de sus personalidades, intelecto y pasiones.

El relato de Kesus y Yerbita demuestra que, sin importar cómo se vean físicamente, todos merecen amor, aceptación y felicidad. Reafirma que la autoaceptación y la conexión emocional son los cimientos sólidos sobre los cuales se construyen relaciones significativas y duraderas.

A los pocos años Kesus murió por complicaciones con la diabetis y fue entonces que Yerbita supo que tenía que cambiar su fanatismo por la cerveza tekate y estilo de vida, ya que la autoaceptacion y todas esas pendejadas progres de nada servían en un cuerpo propenso a la enfermedad.

Come frutas y verga.

Cortesia de mr. Brownie