Para los Yaquis la enfermedad es un desequilibrio entre el individuo y su relación con la divinidad, los espíritus, la naturaleza y con la comunidad que lo rodea; el primer impulso de la familia o allegado a un enfermo es buscar esta estabilidad del organismo, aplicando ritos y medicamentos naturales que pueden detener los causales de la enfermedad o en su caso sanar.
Un ejemplo fundamental para curar este desequilibrio es el
uso de promesas o «mandas» que se imponen a la persona enferma. Una de estas
mandas es persignar al enfermo como caballero dentro de los cargos que se
desarrollan en la celebración de la Cuaresma, esto lo hacen con el objetivo de
ofrecerle a Dios una penitencia para que lo salve. La manda durará toda la vida
si es muy grave la enfermedad.
La permanencia actual de la medicina tradicional es una
práctica protegida por la iglesia yaqui y por las autoridades tradicionales. La
interacción entre la naturaleza, religión y organización social permite la
reproducción del sistema médico y su práctica es un elemento primordial de
unión a través del tiempo.
Todos los conocimientos de medicina tradicional han sido
trasmitidos mediate la práctica por generaciones y en otros casos por mandato
divino, mediante sucesos sobrenaturales, similares a la adquisición de dones
como la danza o música.
La medicina tradicional utilizada por la tribu se divide en
dos grandes grupos: la casera y la especializada. La medicina casera es el
conocimiento práctico que se tiene de la herbolaria con una serie de
clasificaciones de las plantas según sus cualidades, diferenciándolas de la
siguiente manera: frías-calientes, amargas-dulces, rojas-blancas, buenas-malas,
etc.
La medicina tradicional de especialistas la realizan
terapeutas yaquis con conocimientos mágico-religiosos de las enfermedades. Se
clasifica en tres campos: el natural, el psico-religioso y el sobrenatural. Los
especialistas en este tipo de medicina son: curanderos, hierberos,
espiritistas, parteras, sobadores de escurrimientos, de mollera y de tripa ida,
hueseros y espirituales. Los jitébim «curanderos», tocan primero el lado
derecho del cuerpo que van a sanar; la razón, es porque ese lado corresponde al
bien en el cuerpo humano, mientras que el lado izquierdo, es del mal. Existen
jitebim que utilizan plantas, animales y minerales como recursos terapéuticos;
otros solamente emplean vegetales mezclados con cantos, alabanzas y rezos.
Algunas plantas de uso herbolario utilizadas por la tribu
Yaqui
Choya
Es una cactácea que prolifera en la zona serrana y valle
del territorio yaqui. Crece a una altura de dos o tres metros, tiene un color
verde grisáceo, se da en tiempo de lluvias, su flor es de color rojo.
La raíz sirve para curar el Dolor de riñón: se pone a cocer
en 5 Lts. de agua y se toma como uso común. Se sigue el tratamiento el tiempo
necesario mientras persista el malestar.
Disentería: la choya se tatema en brazas, se le quitan los
alguates y se comen con sal, puede comer la cantidad necesaria.
Ocotillo
Es una planta de zonas serranas sobre terreno pedregoso,
crece a una altura de tres o cuatro metros, su cáscara es rugosa y pulposa de
un color verde amarillento, se da en marzo y abril.
Sarna: se utiliza la cáscara, se machaca muy bien y se le
agrega sal. Con la mezcla se frota la zona afectada y deja sobre la herida
utilizando un vendaje.
Mezquite
Crece en las partes bajas de la sierra y en el valle; tiene
una altura de cuatro a cinco metros, es de color verde obscuro y de corteza
rugosa. Florea en el mes de abril en un color amarillo. El fruto se da en vaina
mediate racimos.
Dolor de muelas. – se corta un trozo de cáscara y se
utiliza su pulpa y se coloca directamente en la muela picada como tapón.
Nauseas.- se mastica su hoja y se traga el jugo.
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