9.26.2023

TECNOMARTES: EL NEURALINK TRAE PDILLOS

En el mundo de la investigación científica, la experimentación con animales ha sido un tema de debate constante. Ahora ha surgido una nueva controversia en torno a Neuralink, la empresa de biotecnología fundada por Elon Musk. Esta semana anunciaron la apertura de inscripciones para realizar pruebas de sus implantes cerebrales en humanos, llamado PRIME. Poco más de 24 horas después, un grupo de ética médica solicitó a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) que se investigue la muerte de 15 de los 23 monos que se usaron en los ensayos clínicos del proyecto.

 


La información sobre la muerte de los monos en los ensayos clínicos de Neuralink salió a la luz pública a través de Wired, y señalaba que algunos de estos primates fallecieron a causa de los implantes cerebrales introducidos en sus cerebros como parte de los experimentos de la empresa.

Elon Musk respondió a estas acusaciones en una publicación en su red social X. Aseguró que "ningún mono ha muerto como resultado de un implante de Neuralink". Argumentó que se eligieron monos en fase terminal, lo que minimizaba el riesgo para su salud.

Sin embargo, documentos obtenidos por el Comité de Médicos por la Medicina Responsable revelan detalles preocupantes sobre el sufrimiento de algunos de los monos utilizados en los experimentos. Algunos experimentaron complicaciones graves, como diarrea con sangre, parálisis parcial o edema cerebral.

Un antiguo empleado de Neuralink, que habló con Wired bajo condición de anonimato, contradice la versión del magnate tecnológico al afirmar que los monos no estaban cerca de la muerte antes de los implantes. Más bien al contrario. Además, añadió que los primates requerían hasta un año de entrenamiento conductual previo a las cirugías.



Wired tuvo acceso a los registros veterinarios de la Universidad de California. En dichos documentos se detallaron las complicaciones que los monos desarrollaron una vez se les implementaron los chips. Entre sus afecciones constaban una “diarrea sanguinolienta, parálisis parcial y edema cerebral”. La documentación también entraba en detalle de los primates bautizados como Animal 15, Animal 20 y Animal 22.

El primero de estos comenzó a presionar su cabeza contra el suelo después de que hubiese sido sometido a la cirugía. Con el paso de los meses su estado empeoró, hasta que temblaba de una forma abrumadora cada vez que veía a los trabajadores del laboratorio. Al final se le practicó la eutanasia. Entre los documentos, además, destaca el informe de necropsia que se le realizó a dicho mono y señaló que presentaba hemorragias cerebrales causadas por los chips.

Las investigaciones federales sobre las prácticas de la empresa siguen en curso, mientras que Neuralink continúa avanzando hacia su objetivo de desarrollar interfaces cerebro-computadora comerciales.

 

Sacado de la vanguardia punto com.