10.01.2021

Viernes de la Banda - La imagen del diablo

Representado con patas de cabra, cola, cuernos, barba de chivo, con alas de murciélago y torso humano, conocido como Príncipe de las tinieblas, Belcebú, Angel de Luz, Señor oscuro, Legión, el Anticristo, Satanás y con muchos otros nombres dependiendo la región y las costumbres de los diferentes pueblos. Su sola mención ha generado temor, inquietud, ansiedad y rezos en los miles de creyentes a lo largo de los siglos y a lo ancho del mundo. El diablo es sin duda la máxima representación de la oscuridad, maldad y desesperanza que podemos encontrar.

Pero de dónde salió esa imagen, ese aspecto amenazador que muy pocas personas se atreven a mirar fijamente, aun sabiendo que es una simple imagen? Porqué se le representa con cuernos de carnero? Yo les tengo una respuesta que como ya se imaginarán va ligada a la historia de la iglesia católica.

Aunque existen iglesias dedicadas a adorar al diablo, la verdad es que la gran mayoría incluso dentro de sus mismos seguidores sienten temor con la sola mención de su nombre, las imágenes que podemos ver en esas iglesias o en las ilustraciones de los ritos satánicos siempre va asociada a los carneros. Se le atribuyen orejas animalescas, cuernos a veces retorcidos, largos y puntiagudos, mirada tenebrosa, una cola y a veces un tridente con el que se encarga de torturar a los condenados al infierno que es en donde reina, esto último es una mentira, el diablo ni habita ni reina en el infierno, esto tan solo fue una profecía en la que se esperaba que Jesús el nazareno lo derrotara y lo enviara al infierno pero encarcelado en una jaula y no a reinar pero bueno, esa es otra historia.

Como bien sabemos, la mayoría de las culturas del mundo occidental heredamos la religión católica, que a su vez heredó muchos de sus ritos de la civilización romana plagada completamente de la cultura griega. Y es en la cultura griega donde tenemos que buscar para llegar al origen de la imagen del diablo como hoy la conocemos.





El dios Pan,en realidad un semidiós, era para los griegos el protector de los pastores y de los rebaños. Era el dios encargado de soplar las brisas del amanecer y del atardecer. Vivía en una gruta acompañado de ninfas a las que había raptado y violado, recordemos que los dioses en la cultura griega tenían permitido violar y raptar mujeres sin que fuera mal visto. Pan También tenia el don de la profecía, era un gran cazador, músico y curandero. En resumen, era un buen dios pero su aspecto físico era diferente, era una combinación entre un hombre y una cabra fruto según algunos estudiosos de las relaciones carnales que su madre Penélope sostenía con toda clase de seres vivos, recordemos que tampoco era mal visto en esas culturas las relaciones entre humanos y animales.

Pero al igual que le sucede a nuestro amado presidente, todas sus cualidades positivas se veían opacadas por sus debilidades, le gustaba espiar a las ninfas que acudían a bañarse a los ríos, asustaba a los animales del bosque y a los hombres que pasaban por sus territorios. De un carácter incontrolable, representaba todo lo salvaje e indomable de la naturaleza humana. A pesar de todo esto se le tenía como la deidad de la fertilidad y sexualidad masculinas.

La imagen del diablo fue construyéndose poco a poco, los aspectos negativos que definían a Pan, como la lujuria, la sexualidad, la dificultad para respetar las normas sociales, el mal genio, hicieron que las primeras comunidades cristianas que convivían aún con los creyentes de los antiguos dioses griegos, le tuvieran rechazo a este dios, pues iba en contra de toda norma moral de la nueva religión cristiana, y es entonces cuando tuvieron que buscar una imagen del diablo, algo que resumiera todo el cúmulo de maldad que podía existir sobre la faz de la tierra y encontraron en Pan todo aquello que les parecía maligno e inapropiado.

Tras el Concilio de Nicea en el año 325 que asentó las bases de la Iglesia Católica Romana, los teólogos cristianos empezaron a transformar a Pan, un dios en principio benigno y muy venerado tanto en Grecia como en Roma, en el gran Adversario de Cristo: Satanás. Las representaciones del dios Pan contribuyeron a asociarlo a la imagen del diablo. Solía aparecer con un gran falo, persiguiendo ninfas y mujeres, manteniendo relaciones con animales y para terminar de chingar al igual que el diablo, Pan era capaz de introducirse en un cuerpo humano y dar lugar a una “posesión”.

Compartir en un mismo cuerpo elementos animales y humanos fue para los primeros cristianos la representación física perfecta de la deformidad moral que se le atribuye al diablo. Esta combinación que creían definitivamente mala encajó perfectamente con las características del dios Pan y entonces se transformó en la representación definitiva de la imagen del Diablo, Satanás. Belcebú o como prefieras llamarlo.


Cortesia de Bashalpal: