12.31.2021

El lugar donde no se puede nacer ni morir

 

El lugar donde no se puede nacer ni morir

 


Situado en el océano Glaciar Ártico, se encuentra el archipiélago de Svalbard, perteneciente al Reino de Noruega. Posee una superficie de 62.000 km² y una población de 2500 personas, las cuales, en su gran mayoría viven en el poblado de Longyearbyen. Debido a su ubicación geográfica, es considerado como el territorio habitado más septentrional del mundo.

Posee una gran variedad de especies animales, como ballenas, focas, delfines, morsas, zorros, renos y, sobre todo, osos polares, el gran símbolo de la región. Se estima que hay unos 3000 osos polares, más que los seres humanos. Si bien es una especie protegida, es obligatorio llevar un arma al salir de casa, para defenderse en caso de que uno de estos mamíferos te ataque. De hecho, es común que algunos se estos se cuelen en asentamiento humanos.

Otra característica de este lugar, es que en él se halla el Banco Mundial de Semillas de Svalbard, un enorme almacén subterráneo a 130m de profundidad. Se creó con el objetivo de proteger la biodiversidad de las especies de cultivos en caso de que ocurra alguna catástrofe que ponga en peligro a la humanidad. Está diseñado para mantener temperaturas bajo cero y así proteger las semillas durante siglos, incluso, podría llegar a resistir terremotos, bombas, erupciones, etc. Tiene espacio para más de 4 millones de semillas y actualmente, ya está en un 25% completo.

Para finalizar, en este lugar está prohibido morir. Desde 1950, rige una ley en la cual se obliga a toda persona que esté próxima a morir o con alguna enfermedad terminal, a que emigre a otra parte con menos frío. Lo que sucede es que hace tanto frío (-46° en algunos casos), que los cadáveres enterrados no pueden descomponerse y así, podrían propagar virus. Para dar un ejemplo, en 1998 un equipo de investigadores exhumó varios cuerpos de marineros y se encontró que aún llevaban consigo los virus de una epidemia mortal de gripe, que afectó el poblado en 1918.

En caso de las embarazadas, se recomienda que se trasladen al sur, ya que el centro de salud de la zona no está preparado para partos. Los gatos también están prohibidos para proteger a las aves del ártico.

Cortesía de Glory