Si usted es mayor de 40 años, o estas chichon tipo Quesos, un estudio de sus senos es aconsejable por los especialistas. Una mamografía es una imagen de la mama tomada con rayos X con el fin de buscar signos de cáncer de mama en sus etapas iniciales.
Una tecnóloga le coloca su mama sobre una placa de plástico y después la cubrirá con otra placa, para presionar firmemente.
Usted sentirá algo de presión, pero los pasos se repiten para tomar una imagen del costado de la mama. Después le sacarán una radiografía a la otra mama de la misma forma.
Deberá esperar a que la tecnóloga revise las cuatro radiografías para asegurarse de que no haya necesidad de volver a tomarlas.
Sea paciente. Para la mayoría de las mujeres, hacerse un estudio como este es un proceso molesto.
Algunas mujeres lo encuentran doloroso. Sin embargo, la toma es de unos minutos y las molestias desaparecen pronto.
Lo que sienta depende de la destreza de la tecnóloga, el tamaño de las mamas y la cantidad de presión que le tengan que aplicar.
Sus mamas pueden estar más sensibles si tiene la menstruación o está a punto de tenerla. Un médico con capacitación especial, llamado radiólogo, interpretará la mamografía.
Ese profesional revisará la radiografía en busca de signos de cáncer de mama en sus etapas iniciales u otros problemas.
Continúe haciéndose las mamografías de acuerdo con las recomendaciones para su caso.
Las mamografías son más útiles si pueden compararse con las que se haya hecho antes. Esto le permitirá al radiólogo compararlas para detectar cambios en sus mamas.
Especialistas recomiendan hacerse estudios cada año, hasta cumplir los 55 años.