5.14.2024

7 razones para no vivir en un coto.

Ah, la vida en coto, ese sueño vendido en folletos brillantes y presentaciones de PowerPoint que prometen el paraíso en la Tierra y hacen que la portada de la atalaya luzca como el infierno de Dante.

Esperen... ¿Qué diantres es un coto? 

Un coto, en el contexto de vivienda, se refiere a un conjunto residencial cerrado o privado que cuenta con acceso controlado y, a menudo, con diversas amenidades para sus residentes, como áreas verdes, piscinas, y seguridad privada. Estos espacios están diseñados para ofrecer un entorno seguro y exclusivo, con reglas y regulaciones específicas para mantener el orden y la estética del lugar.

Pero, ¿es realmente todo lo que está pintado? ¿Es lo ideal para nuestro bienestar mental y/o emocional vivir en uno? Permíteme guiarte a través de las siete principales desventajas de vivir en un coto, antes de revelarte la verdadera epifanía: comprar un terreno y construir desde cero es la verdadera llave a la felicidad,  la libertad y a tu billetera.




1. Cuotas de Mantenimiento: El Regalo que Sigue Cobrando.

Primero, las cuotas de mantenimiento. Es como tener una suscripción a un servicio que apenas usas pero que, por alguna razón, no puedes cancelar. Estas cuotas son el tributo eterno por el privilegio de mirar la misma área verde y la piscina que solo usas dos veces al año.


2. La Uniformidad Estética: Un Mar de Monotonía.

¿Te gusta la individualidad? ¡Qué pena! Aquí, tu casa será parte de un ejército de clones arquitectónicos. La expresión personal es sacrificada en el altar de la homogeneidad. ¿Quieres pintar tu puerta de un color vibrante? Olvídalo, a menos que consideres el beige como un grito de rebeldía.


3. La Privacidad (O la Ausencia de Ella).

La privacidad es un concepto abstracto en los cotos. Aquí, tus vecinos saben más de tu vida que tu propia familia, gracias a las paredes finas como papel y a la proximidad forzada. Es como vivir en un reality show sin cámaras... o eso crees.


4. El Espacio: Un Bien Escaso.

Si sueñas con un amplio jardín, prepárate para despertar. El espacio es un lujo que pocos pueden disfrutar en un coto. Tu "amplio" jardín probablemente sea del tamaño de un sello postal, perfecto si tus planes de jardinería incluyen cultivar bonsáis o nada.


5. Amenidades: La Carrera de Obstáculos.

Las amenidades suenan geniales hasta que intentas usarlas. Entre reservaciones, mantenimiento y la misteriosa ley de que siempre están más ocupadas que un baño público en un festival, disfrutar de ellas se convierte en una carrera de obstáculos. La piscina es el nuevo Everest: todos quieren conquistarla, pero pocos lo logran.


6. Reglas y Más Reglas: El Manual de la Conformidad.

¿Eres fan de las reglas? Espero que sí, porque vivir en un coto es adherirse a un manual de operaciones que haría sonrojar a un burócrata. Desde el color de tu fachada hasta la hora en que puedes tirar la basura, prepárate para vivir bajo un régimen que haría palidecer a tu maestro de primaria.


7. La Ilusión de Seguridad: Viviendo en la Burbuja.

La seguridad es la venta principal de los cotos, pero ¿es realmente tan segura como parece? Entre las anécdotas de guardias que no reconocen a los residentes y las puertas que mágicamente se quedan abiertas, uno empieza a preguntarse si la verdadera seguridad no sería simplemente adoptar un perro grande y aprender karate.


Cotos en los años 70s



Conclusiónes.


Después de todas las desventajas citadas anteriormente, la conclusión es clara como el agua de una piscina de coto no mantenida: comprar un terreno y construir tu hogar desde cero no solo es más barato, sino infinitamente más satisfactorio. Imagina un lugar donde las únicas reglas son las que estableces tú, donde cada centímetro refleja tu personalidad y no la de un comité de estética. Un espacio donde la privacidad es real y tu jardín puede ser más que un adorno.


Cotos típicos en Guadalajara



En resumen, mientras que los cotos prometen comodidad, comprar tu propio terreno te ofrece libertad. Libertad para crear, para expresarte, y para vivir sin cuotas de mantenimiento que drenan tu billetera y tu alma. Así que, la próxima vez que te seduzca el canto de sirena de la vida en coto, recuerda: hay una opción mejor, más barata y más satisfactoria esperándote, solo tienes que estar dispuesto a construirla.


Cortesía del Arquitecto Juve3D