A finales del 2019, Robert Plant (West
Bromwich, Inglaterra, 71 años), cantante de Led Zeppelin y autor de la letra,
echó un jarro de agua helada a los que procuran que sus fetiches rockeros se
mantengan puros. El autor renegó de su obra más celebrada, la letra
de Stairway to Heaven. Fue en una entrevista con el locutor Uncle Joe
Benson, en el programa Ultimate Classic Rock Nights. Primero utilizó la
ironía: “Es una canción muy buena. La construcción es excelente. Es uno de esos
momentos musicales que podría mantenerse por sí solo sin necesidad de que nadie
lo cante. De hecho, ahora mismo podría volver a triunfar sin nadie que la
cantase. Estoy seguro”. ¿Perdón? ¿Estaba hablando de un Stairway to
Heaven instrumental? Era el preámbulo para el mazazo. “En cuanto a la
letra, ahora mismo no me siento identificado con ella. No tendría la intención
de escribir algo parecido a aquella letra abstracta ahora mismo. Incluso
vocalmente no estoy convencido”, remachó.
Recordemos que Plant ha sido durante las últimas décadas
el más refractario al hablar de Led Zeppelin. Si el grupo se ha mantenido
durante tanto tiempo ausente (con fugaces apariciones) ha sido por el empeño
del vocalista, que ha soportado presión desde todos los frentes: los
fans, los managers, las discográficas y sus excompañeros vivos
(el batería, John Bonham, murió en 1980 a los 32 años): Jimmy Page (Heston,
Inglaterra, 76 años) y John Paul Jones (Sidcup, Inglaterra, 74), que estarían
encantados de volver. ¿Se imaginan una gira de reunión de Led Zeppelin?
Calculen la cantidad de dinero que generaría. Pero Plant prefiere concentrarse
en una atractiva carrera en solitario que le reporta más placer y buenas
críticas.
Teorías satánicas, simplistas y otras explicaciones
Vayamos al meollo: de qué está hablando Plant, de qué
trata esa letra que dice que “hay una dama que está segura de que todo lo que
reluce es oro; y está comprando una escalera al cielo; y cuando llegue allí
sabe que si todas las tiendas están cerradas con una palabra puede conseguir lo
que ha ido a buscar”. Plant nunca fue preciso sobre el verdadero significado.
Habló de abstracción, de que el oyente sacase su propia conclusión. Vaguedades.
Sí, dijo que la escribió rápido, que fue un golpe de inspiración. “Por alguna
razón estaba cabreado, cogí un lápiz y me puse a escribir. Las palabras
empezaron a salir”, aseguró. ¿Estaba de mal humor? ¿Cómo influye esa irritación
en el mensaje? La letra aparentemente habla de una mujer cínica que consigue
todo lo que le apetece. ¿Se refiere Plant a que escribió sobre alguien en
concreto al que guarda rencor, de ahí la mala uva? Una lectura demasiado
simplista.
Mucho más divertida es la teoría satánica, muy extendida
(ojo) entre fans y especialistas. Ya saben: Jimmy Page era seguidor del
ocultista Aleister Crowley, incluso compró su mansión. En la biografía
sobre el grupo, Cuando los gigantes caminaban sobre la Tierra, de
Mick Wall (traducida al español en 2019 por Alianza Editorial), habla Kenneth Anger,
discípulo de Crowley y amigo de Page. “Stairway… es la canción
más luciferina [sic] del grupo. Para cualquiera que sepa de
ocultismo, ‘las sombras más altas que nuestras almas’ y ‘mi espíritu que llora
por marcharse’, sugieren un deseo de vuelta al mundo perdido”.
Vale: seguimos sin saber de qué habla Stairway to
Heaven. Aquí viene otra hipótesis. La expone Chris Salewicz en Jimmy Page.
La biografía definitiva (traducida al español en 2019 por Cúpula): “Trata
sobre el materialismo, sobre aquellos que creen que las posesiones pueden
llevarnos a la salvación. Todo personificado en una mujer que cree que todo lo
que brilla es oro y que le servirá para comprar una escalera al cielo”. Curiosa
teoría esta, conociendo que los autores, Led Zeppelin, llevaban una vida de
lujos y excesos desorbitados.
Más madera al fuego. En 2012, Led Zeppelin recibe el
Kennedy Center Honors, el máximo galardón a un artista otorgado por
Estados Unidos. A la gran ceremonia, celebrada en Washington, acude el
presidente del país en ese momento, Barack Obama, que ofrece un discurso
elogioso hacia el grupo. Están los tres miembros vivos, Page, Plant y Jones.
Antes de empezar, un periodista le pregunta a Page sobre Stairway to
Heaven. En su disertación, el guitarrista desvela que a él se le ocurrió la
idea principal que luego ejecutó Plant: “Me dijo [Plant] que se sentía
bloqueado, así que tuve una idea: imagina que estas caminando dentro de un
túnel oscuro y que a lo lejos hay una luz por donde ves la salida. La oscuridad
significa el sentimiento vacío y la luz representa la vida. Apenas le propuse
la idea, él escribió la canción. La gente cree que es una letra oscura, pero
no. Robert lo metaforizó y lo hizo complicado, pero en realidad tiene un
significado simple: la búsqueda de la esperanza. Sentirte perdido y encontrar
la vida. Eso significa la escalera al cielo”. Una pena que Plant no
haya confirmado esta versión.
Inicios discretos
Stairway to Heaven se registró en diciembre de 1970
y se interpretó por primera vez en Belfast, Irlanda del Norte, el 5 de marzo de
1971, ocho meses antes de la edición del disco donde se incluyó (Led
Zeppelin IV, noviembre de 1971). El público no conocía la canción y
aquellos casi diez minutos de liturgia rock recibieron una reacción “tibia”,
como ha reconocido posteriormente Page.
No se publicó como single, pero fue la única
letra que se imprimió en una carpeta del disco donde no aparecía ni el nombre
del grupo ni el título. “Lo merecía”, dijo Page sobre la publicación del texto
de Plant. Sin duda esos épicos ocho minutos y tres segundos tiraron de la venta
de un disco que figura como el décimo más vendido de todos los tiempos, con 37
millones de unidades despachadas. Están también las acusaciones de plagio por
parte de los herederos de Randy California, autor de Taurus, de su
grupo Spirit, canción de 1968. Una denuncia que llevó a los miembros de la
banda a sentarse ante un juez en 2016, que decretó que no había copia. Hace
solo dos años, un tribunal de California refrendó la no existencia de plagio.
Unas polémicas estas que engrandecen más su leyenda.
Se dice que Stairway to Heaven ha generado 500
millones de euros en derechos de autor. Una historia y una repercusión
demasiado grande para asimilar que la letra cuenta la historia de una mujer
caprichosa…