Buenos días hermanos, bienvenidos este viernes a su blog cristiano apostólico romano. El dia de hoy hablaremos de San Judas, porque seguro todos ustedes saben que el 28 de octubre se le tiene que hacer su reliquia para agradecerle por todo lo que el hace por ustedes sin que ustedes se enteren. Espero el brion se redima por fin y vuelva al camino del bien.
Por llevar el mismo nombre que el traidor Judas
Iscariote, el apóstol san Judas Tadeo fue un santo que por mucho tiempo estuvo
en el olvido.
“Comencemos entonces por decir que no es quien vendió a
Jesús por treinta monedas. Esto hay que dejarlo bien claro porque muchos de sus
devotos aún viven en el error de creerlo el apóstol traidor”, explica el padre
Sergio Román, especialista en religiosidad popular.
Judas Tadeo es uno de los doce apóstoles elegidos por
Jesús, quien fue conocido como “el hermano del Señor”, por ser hijo de María de
Cleofás, pariente de la Virgen María.
“Se le representa portando un medallón en el pecho con la
imagen de Jesús, ya que se dice que, al ser parientes, eran muy parecidos. De
manera que, al portar este escudo en el torso, significa que está anunciando a
Jesús”, explica el sacerdote.
De acuerdo con la tradición, este santo escribió una
carta dirigida a los judeocristianos para prevenirlos del libertinaje. Además
de esto, pocas cosas se relatan acerca de él, como que, en compañía del apóstol
san Simón, partió a Persia, donde predicaron juntos el Evangelio y fundaron la
comunidad cristiana de Babilonia. Ambos murieron mártires en la ciudad de
Suanir, linchados por la multitud pagana.
¿Qué se le pide a San Judas Tadeo?
El padre Sergio Román explica que algunos feligreses, al
verlo como el santo al que nadie le pedía, comenzaron a hacerle sus peticiones,
calculando que tenía pocos asuntos que atender. Además, en Estados Unidos la
devoción a este santo se extendió tras la depresión de 1929 y se volvió el
santo predilecto de los migrantes europeos, que lo llamaron el ‘santo de las
causas difíciles’.
En México, en la década de 1980 la devoción a san Judas
comenzó a atraer a más y más jóvenes, que prontamente se acogían a su
protección. Actualmente, el día 28 de mes —pero principalmente el 28 de
octubre– miles de católicos se reúnen en la iglesia de San Hipólito y San
Casiano, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, para rendirle devoción.
¿San Judas Tadeo hace milagros?
Aunque San Judas Tadeo es considerado el ‘santo de los
casos difíciles y desperados’, es erróneo pensar que es él quien obra los
milagros, ya que sólo Dios puede concederlos.
Los padres claretianos de la iglesia de San Hipólito han
hecho importantes esfuerzos para limpiar la imagen de San Judas del sentido
esotérico que se le dio, y encausar el fervor religioso mediante una gran labor
de evangelización.
Los encargados del templo constantemente explican a la
gente que venerar a san Judas nada tiene que ver con seguir esas cadenas de
oración que amenazan con traer grandes males a las personas que no las
continúen, y tampoco tiene que ver con cuestiones mágicas, ni amuletos, ni con
la Santa Muerte.
Dentro de las Celebraciones Eucarísticas se invita
siempre a la comunidad a reflexionar sobre la vida y ejemplo de este santo tan
venerado. A través de varios medios, como volantes, pendones y la propia
liturgia, se les insiste que ser un verdadero devoto de San Judas tadeo
significa asumir que es una guía para llegar a Jesús, y vivir y proclamar el
Evangelio de la forma en que él lo hizo.
Por otra parte, a las personas que se oponen a que
jóvenes adictos formen parte de la comunidad de San Hipólito, se les recuerda
que Jesús recibió a pecadores y rechazados, a leprosos, a recaudadores de
impuestos y a otras personas mal vistas por la sociedad, porque eran quienes
más lo necesitaban. Sin embargo, se les invita a orar por su conversión.
Que este fin de semana les sea de oración y descanso y si hicieron reliquia, manden unos dos contenedores a su humilde servidor, quien con gusto los recibirá. Que estén muy bien y saludos a todos, en especial a la hermosa Galy y al quesitos quien vive en el corazón de cada uno de nosotros.