2.04.2023

Nota sabatina

 

futbol violento 

Agresiones hacia mujeres aumentan cuándo se juega fútbol(1)

 Hay un meme que dice “si pierde la selección, pierde mi familia”. Tristemente se volvió canon, pues durante un partido de fútbol el lugar más peligroso para una mujer puede ser su propia casa. Sin embargo, no es culpa del fútbol en sí. Un Mundial de fútbol es sinónimo de fiesta, deporte, emoción… y violencia.

Muchos considerarían que la violencia se limita a los lamentables enfrentamientos entre los hinchas de los equipos rivales. Pero, la violencia doméstica hacia las mujeres también aumenta cuando se juega fútbol. A finales del mes pasado, la Universidad de Bristol publicó un estudio sobre el vínculo existente entre el fútbol y la violencia o abuso doméstico.

Propiamente dicho, no es el balompié lo que aumenta el número de casos de violencia doméstica. Término que engloba a las agresiones físicas, violencia verbal, bromas e incluso asesinatos. Entre los principales responsables se encuentra el consumo desmedido de bebidas alcohólicas, la desmedida emoción de los hombres y la irritabilidad provocada por resultados no deseados.

La lamentable relación entre el fútbol y la violencia doméstica.

Tan solo en el condado inglés de Lancashire, los casos de violencia contra mujeres aumentaron en 26% los días en que jugó la selección inglesa. Dicho porcentaje se promedió las veces en que Inglaterra ganó o empató. Sin embargo, los encuentros en los que Inglaterra perdió el partido, el número promedio de casos de violencia doméstica se disparó 38%. Todos estos registros se realizaron en los mismos torneos, en los mundiales jugados entre 2002 y 2010.

Brasil es otro país con una enorme afición por el fútbol. En este caso, hace algunos meses el Fórum Brasileiro de Segurança Pública (FBSP) señaló que las amenazas contra mujeres aumentan 24% los días en que juega un equipo local. Peor aún: las lesiones físicas se disparan en un 21%, comparado con los días en que no se juega fútbol.

La situación se agrava todavía más cuando el partido en cuestión involucra a equipos rivales en un ambiente tenso. O cuando es prácticamente una certeza que el equipo al que el hombre apoya va a ganar, pero al final, termina perdiendo el juego. De alguna forma, el fútbol saca a flote toda esa agresividad, violencia y virilidad. Como si la naturaleza del hombre fuera responder de esta forma ante la profunda frustración de ver perder a su equipo.

Al menos en Brasil, los hombres se atreven a perpetrar agresiones contra mujeres porque saben que la probabilidad de ser castigados por la ley no es muy alta. Además, la mayoría de estos casos se observan en relaciones con un historial de violencia. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, a menudo el lugar más peligroso para las mujeres es la misma casa donde viven. En 2021, alrededor de 45 mil mujeres murieron a manos de sus conyugues u otros familiares.

Cortesía de tamboclan la botija voladora de coscatlan