Esta historia va a empezar como
empiezan los máximos clichés literarios, con un “corría el año del…”.
Corría el año del 2015, no
recuerdo el mes y tampoco creo que importe, solo sé qué hacía frío y que no era
justo que una niña como yo (24 años) anduviera en esos argüendes, total, me
pagan lo mismo por andar aquí que por estar en mi oficina, con el “clima”
prendido.
De pronto que se acerca un
caballero, su pelo ya pinta…esperen esa es otra historia. Pero sí, un compañero
y ex jefe de nosotros se acercó y con voz burlona nos dijo: “¿Qué? ¿Ya se van
al sierrón? A lo que un agente, de nuevo ingreso por cierto, le contestó: Pues que
no ves. Obvio no sabía que él era un jefe y yo tampoco le dije nada, repito,
era nuevo y no lo conocía.
Nos dieron las 8 de la mañana,
pero gracias al invierno, al sol le daba pereza salir y nos mantenía en una
penumbra parcial, con leves destellos rojizos y pajizos. Yo tenía hambre, sueño
y ganas de vomitar, pero esto último por los nervios. Cargamos maletas y nos
fuimos en caravana, seis camionetas y un Charger nuevesito que obviamente
conducía el jefe.
Al cabo de una hora logramos
llegar a la Cd. De Cuauhtémoc, pero, irremediablemente, teníamos que cruzar el
corredor comercial, lugar donde se llevan a cabo grandes movimientos de drogas
y armas y como se podrán imaginar, yo no lo sabía. Yo iba en el asiento de
atrás de la unidad, pero alcancé a escuchar a los dos agentes de adelante diciendo
que había vehículos sospechosos y ustedes se preguntarán ¿Xime, como luce un
auto sospechoso? Pues como cualquier otro, pero con los vidrios oscuros, sin
placas y la mayoría llenos de lodo pues tienen que cruzar algunas brechas para huir.
Dos camionetas estabas
estacionadas afuera de “los Arcos” famosa Pizzería de Cuauhtémoc y al vernos
hicieron señas con las manos, como alertando a unas personas que se encontraban
en el interior. Siendo sincera, no le di importancia, porque nadie en su sano
juicio iniciaría un altercado contra 7 patrullas de la policía estatal, estando
a 30 kilómetros de la comandancia Zona Occidente y como a 10 minutos del próximo
retén federal (spoiler, no había retén). Lo que la Xime no sabía es que el
retén de la policía federal no estaba instalado donde se había previsto y las
dos camionetas que inicialmente vi, se convirtieron en 5 más un RZR.
Inmediatamente entramos en
alerta, los compañeros de los tubos (parte de atrás de la unidad, donde van de
pie y con el arma lista para disparar) se pusieron en sus posiciones, nunca
dejamos de movernos. En los radios se lograba distinguir a ese agente nuevo,
pidiendo que estuviéramos tranquilos, que solo estaban “escoltándonos” a la
salida del corredor y que no hiciéramos ningún movimiento brusco pues estábamos
en clara desventaja. No sé si pasaron 2 minutos o 15, pero llegamos a la comandancia
de Zona occidente, con sede en Cuauhtémoc y pude tranquilizarme un poco.
Nos recibió el 01 de ahí, nos dio
pase al comedor, y vales para gasolina, ya que no nos íbamos a detener como en
4 horas y teníamos que ir listos para cualquier eventualidad. Le timbró el teléfono,
pero no el personal, sino el que la corporación des la a los jefes de zona, dio
media vuelta y se fue lejos a responder la llamada.
Volvió con nosotros y nos dijo
que no nos preocupáramos, que el camino iba a estar libre, ya todo estaba
arreglado.
Llegamos a Creel tal como lo dijo
el Comandante, sin una sola alma en el camino. Pero ya ahí las cosas cambiaron
y eso que pasaba de medio día. Se escuchaban disparos a lo lejos y la gente
permanecía oculta en sus casas. Hicimos el Check in en el hotel y se podía ver
en la cara de las personas una mueca, no sé si de alivió o de preocupación,
pero era obvio que nuestra visita no era esperada ni bienvenida. No salimos el
resto del día, con excepción de un amigo que fue por un 12, ya que después de
las 8 ya no venden alcohol ahí pues tenían sed.
Sinceramente no sé qué pasó allá
en Cuauhtémoc con el primer comandante, ni quién le habrá llamado o como es que
los malos tienen su número. No lo sé y no quise preguntar.
PD. El agente nuevo era un
exmilitar y desgraciadamente murió de cáncer el año pasado.
PD2. Me la pasé ATM en la cascada
de BASASEACHI :D