Hola amigos muy buenas tardes,
¿cómo les va? Todos conocemos las historias de asesinos seriales que ha tenido
USA, Canadá, Reino Unido, etc. Pero ¿México también tiene? Pues sí
(desgraciadamente) hay uno que otro asesino serial que ha conmovido a la
sociedad mexicana, y no hablo de los muertos de hambre de los “sicarios” hablo
de asesinos que mataban por placer u odio algunos hasta para robar.
Les estoy hablando de Raúl
Osiel Marroquín Reyes (que es de Tamaulipas como el patrón, para mí que se conocieron por ahí ¿verdad pulpines?) a diferencia que es
de Tampico.
Conocido bajo el Alias de “el
sádico", por un tiempo sembró el terror en la comunidad de los jotos de la
ciudad de México, ya que con tan solo 25 años de edad se convirtió en un
asesino serial consumado, el "mata homosexuales", como lo apodaron
los medios de comunicación, se consideraba un criminal “casual” (por así
decirlo) ya que era un tipo con pocos escrúpulos y menor piedad.
Fue un asesino en serie
mexicano responsable de 6 secuestros, 4 de ellos acabaron con la muerte de sus
víctimas. Todas sus víctimas fueron putos, razón por la cual se ha convertido
en un símbolo de la homofobia en México (bueno, los jotos tachan de homofóbico
a la persona que piensa diferente a ellos).
Este cuate fue una de las
muchas personas en México que vieron en el secuestro una actividad muy
lucrativa (porque en muchos de los casos ya había cobrado el dinero del rescate
antes de asesinar a su víctima). Se veía a sí mismo como un benefactor de la
sociedad al exterminar a personas jotas, llegó a declarar: "Le hice un
bien a la sociedad, pues esa gente hace que se maleé la infancia. Me deshice
del homosexual que, de alguna manera, afecta a la sociedad. Digo, voy por la
calle y me chiflan, me hablan..."
¿Cómo
le hacía para atraer a sus víctimas?
Frecuentaba bares de putos, los conocía en un bar gay con propuestas sentimentales y/o eróticas; los invitaba a su casa o a
algún hotel; en donde dependiendo si esté contaba con los recursos económicos,
era si los secuestraban.
A los hombres que plagiaba los
sometía a tortura (de ahí su apodo), pedía el rescate a los allegados de esté
e, independientemente, de que pagaran o no, asesinaba a su rehén por asfixia o
estrangulación.
Posteriormente, descuartizaba
el cadáver y abandonaba las partes dentro de maletas por distintos lugares de
la ciudad esto para despistar a la policía.
El cautiverio de las víctimas
duraba entre cinco y siete días en el departamento de Marroquín Reyes que era
utilizado como casa de seguridad, donde además los secuestrados eran torturados
y finalmente ahorcados con una soga hasta privarlos de la vida. Posteriormente
el detenido introducía los cuerpos dentro de maletas negras que abandonaba en
la vía pública. Era sádico, pues tenía una especial predilección por sofocar a
sus víctimas, antes de matarlas las asfixiaba hasta que perdiera el
conocimiento, una vez que volvían en sí las volvía a asfixiar, y así una y otra
vez (hipoxifilia).
Marroquín era ex militar y tenía
como cómplice de sus secuestros a Enrique Madrid que lo ayudaba a someter a sus
víctimas y a deshacerse de los cuerpos. Marroquín Reyes cursó un año de la
carrera de médico militar y fue miembro del ejército mexicano durante cuatro
años, con el grado de Sargento Primero, pero causó baja. Estuvo preso en
Tampico durante 14 meses bajó el cargo de robo violento.
Confesiones
Durante el mes de diciembre,
en diversos lugares de la Ciudad de México, fueron encontradas maletas de viaje
negras que contenían cadáveres de personas. El patrón de conducta de Raúl Osiel
Marroquín Reyes, se identificó con la utilización de cinchos de plástico para
sujetar las manos de sus víctimas y la colocación de un listón rojo en el
cuello, así como la sustracción de las identificaciones de los plagiados, las
cuales conservaba y portaba al momento de su detención.
Cabe señalar que el presunto
delincuente a una de sus víctimas le arrancó la piel de la frente con una
navaja para realizar la figura de una estrella.
Las investigaciones que
llevaron a la detención de Marroquín iniciaron el 30 de noviembre de 2005, con
motivo de la denuncia del secuestro de un empleado de una televisora, por quien
exigía 120 mil pesos.
Sin embargo, el cuerpo sin
vida de esta persona apareció el 9 de diciembre en las inmediaciones del Metro
Chabacano. Asimismo, como resultado de las indagatorias se estableció que “El
Sádico”, es presunto responsable del secuestro y homicidio de otras dos
víctimas, ambos de 23 años de edad, quienes fueron plagiados los días 17 y 18
de diciembre del 2005, cuyos cuerpos fueron encontrados el 23 de diciembre
dentro de una maleta en la calle Andrés Molina Enríquez, colonia Asturias.
La voz de Raúl Osiel Marroquín
Reyes –de 25 años de edad, originario de Tampico, Tamaulipas– está registrada
en la base de datos de la AFI en dos casos de secuestro. Los secuestros y
homicidios reconocidos por el detenido son los del empleado de una televisora,
de 32 años de edad; de un estudiante de 20 años de edad, secuestrado el 27
octubre del 2005, cuyo cadáver fue abandonado en las inmediaciones de la
estación del Metro Chabacano. Así como el de un empleado de 28 años de edad,
secuestrado el mes de octubre de 2005, a quien conoció en un restaurante
ubicado en el perímetro de la Zona Rosa, mismo que fue llevado al hotel
“Amazonas”, donde apareció maniatado de pies y manos.
Aprehensión y condena
Raúl Osiel Marroquín Reyes fue
arrestado por la PGR, el 23 de enero del 2006, en la Ciudad de México, junto
con su cómplice. Fue condenado a 128 años de prisión, el 4 de septiembre de
2008. Posterior a su detención declaró: "No me arrepiento de lo que
hice... De tener la oportunidad lo volvería a hacer, sólo que sería más
cuidadoso para no ser atrapado y no cometería los mismos errores que llevaron a
mi captura... De lo único que me arrepiento es por lo que está pasando mi
familia ahora...".
Comentaba Raúl Osiel cuando lo
entrevistaban “yo no era homofóbico, solamente me dedicaba a limpiar a la
sociedad de putos ni siquiera me los cogía por eso torturarlos hasta morir no
me arrepiento de limpiar la sociedad de estas aberraciones”.
Su lema es que los putos son
blancos fáciles, pues son síntomas de su enfermedad, en pocas palabras con poco
ruido que les hagas, te dan las nalgas (tips proporcionados por Grimaldo).
¿Qué piensas de este cuate que
en verdad estaba loco y le gustaba matar putos?
Cortesía de Majora's Mask