En aquellos años de la primaria, uno de los juegos más populares eran las canicas. ¿Sabes lo que es una canica? Porque si no, ni sigas leyendo, para que…
El juego de canicas tiene muchas variaciones, por época, pueblo, país, etc y según el juego, eran las reglas. La forma en que lo jugábamos nosotros tenía muchas reglas, y a cada regla se asociaba una frase, como “Chiras Pelas”
Pero ¿cómo jugábamos?: Lo tradicional era jugar en un campo de tierra. Se pintaba una raya en el piso, y esta era la salida. Todos los jugadores, parados “Atrás de la Raya”, usaban su “tirito”, o sea, su canica favorita. Tiraban tratando de acercarse al “Hoyito”, un agujero poco más grande que el tamaño de una canica. El hoyito estaba a unos tres metros de la raya.
La finalidad del juego era eliminar a todos los oponentes. La forma más sencilla era meter tu canica en el hoyito, con lo cual obtenías el poder de matar a cualquier oponente con solo pegarle. Las frases usadas eran entonces: “Entrus” cuando la metías en el hoyo, “Las traigo”, para indicar que podías matar a otros y, “Pelas” cuando matabas a un oponente.
Cuando esto pasaba, quedabas fuera del juego hasta que solo quedara un vencedor. Por supuesto que cada que un jugador quedaba pelas, pagaba con una canica al que lo mataba y, al final, todos pagaban otra canica al que quedaba vencedor.
Cuando te iban a tirar para matar, tenías la opción de decir “Chiras Pelas”, antes de que tirara. Esto significaba que si al tirarte a ti, le pegaba al mismo tiempo a dos jugadores, hacia “Chiras” y por tanto él era el que quedaba “Pelas”.
Había otra forma de matar a tus oponentes, cuando “No Las Trais”. Si le pegabas a un oponente y lo hacías cruzar la “rayita” entonces también estaba muerto. Si al tirar, tu salias de la raya y el no, el muerto eras tú. Pero esto también tenía sus variaciones. Podías pedir “Hay Palomas y Calacas”. Esto significaba que si tu canica salía pero la del oponente no, quedabas muerto tu, pero si salían las dos, los dos se morían.
Existían muchas más reglas, como “pinta tu raya”, “Altas en sus rodillas”, “Bajas”, “Altas y bien paradas”. Casi todas las reglas suenan a doble sentido. Cuando yo jugaba no me daba cuenta de eso, pero ahora que lo escribo…
Yo era de los que siempre regresaba a casa sin canicas. Mi hermano mayor, salía solo con una canica y regresaba con las bolsas llenas.
Ah, y había que tirar de “huesito”,
porque solo las niñas tiraban de “uñita”.
Cortesía de Tamboflán 666