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Pericle era un viejo solitario y amargado que vivía en un sótano. Pasaba la mayor parte del día quejándose de las notas y los comentarios de un blog que seguía con regularidad. Pericle no tenía amigos ni familia, y la única pasión que tenía en la vida era su Charger 68, que estaba descompuesto y llevaba tiempo pensando en arreglar.
Un día, Pericle decidió salir de su sótano y dirigirse al taller de mecánica de la esquina para comprar las piezas necesarias para arreglar su coche. Cuando llegó al taller, se encontró con que estaba cerrado y no había nadie allí. Decidió esperar, pero mientras estaba sentado en una silla en la acera, un pájaro decidió aliviar su vejiga justo sobre la cabeza de Pericle. El viejo se puso furioso y comenzó a maldecir, sintiéndose insultado por el acto del pájaro.
En un momento de enojo, Pericle decidió subir a su coche para volver a casa. Pero, como estaba descompuesto, el coche no arrancó y Pericle tuvo que bajar de él. Al hacerlo, se resbaló y se golpeó la cabeza contra el borde de la puerta del coche. Pericle cayó inconsciente al suelo.
Cuando despertó, estaba rodeado de personas que lo miraban con preocupación. Había sufrido una fractura de cráneo debido al golpe que recibió al caer. Fue llevado al hospital, pero su situación era crítica. Los médicos lucharon durante horas para salvarle la vida, pero finalmente murió debido a las lesiones en su cabeza.
Al final, Pericle murió solo en el hospital, sin amigos ni familia que estuvieran a su lado. Y como si fuera una ironía del destino, su coche Charger 68 nunca fue arreglado y permaneció en el mismo lugar en el que lo dejó antes de su accidente.
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Además, la vida digital de Pericle no había sido fácil. Después de años de comentarios negativos y críticas en el blog que seguía, algunos de los comentaristas decidieron buscar información personal sobre el viejo en Internet. A través del rastro de comentarios que él había realizado, lograron rastrear su cuenta de correo, su dirección y su rutina diaria. Fue entonces cuando comenzaron a enviar amenazas y a insultarlo en todas las publicaciones que de él se hacían. Pericle se sentía extremadamente vulnerable, pero nunca dio muestras de ello.
Esa situación lo había llevado a aumentar su amargura y su ansiedad, por lo que solo encontraba refugio en su coche del '68 que tanto anhelaba arreglar. Pero después de su muerte, los comentarios y amenazas en el blog también cesaron, ya que los comentaristas se sintieron culpables por su actitud. Pericle murió solo y odiado, pero su coche Charger 68 permanecería para siempre como un testigo mudo de su triste vida.
Cortesía de anonymous
