12.05.2016

Falsa percepción de la Navidad.



¡Qué tal mis queridos lectores!

Empezamos ya el mes de diciembre y con él, esa temporada del año que a todos emociona: el cierre de un ciclo, la llegada de un nuevo año y el nacimiento del niño Dios. Navidad. He de contarles que yo no soy fanática de esta festividad y no es como que sea un grinch, es simplemente que para mí siempre ha sido una época de sinsabores.

Bienvenida de vuelta, vieja enemiga, te estabamos esperando... jaja. Supongo muchos de ustedes han escuchado que esta época mucha gente se deprime, cuentan que una de las razones es porque la gente no sabe como demostrar su afecto, también porque las personas tuvieron en su infancia malas experiencias durante las fiestas o bien, porque existen recuerdos muy dolorosos para nosotros: una pérdida de un familiar, una enfermedad, un rompimiento, la lejanía de un ser querido, cambio de casa, la pérdida del trabajo, etc.

Podría decirse que me encuentro en el segundo grupo y bueno, tampoco es para decir que no ha tenido sus grandes detalles esta vieja enemiga. He de admitir que me ha dado momentos realmente bellos y demostraciones de que cosas buenas pasan y el milagro de la Navidad existe.

Vaya que es complicado sobrellevarla, cuanti más siendo hija de una entusiasta de la fecha y madre de una niña con ilusiones muy grandes. Se vuelve aún más enfadoso el tener que adornar cada año la casa y es que, cualquiera que haya sido invitado a la misma en estas épocas sabrá que es como una villa navideña donde sientes que en cualquier momento saldrá Santa o algunos de sus duendes.


¿Cuál es el punto de contarles esto? Excelente pregunta. Al momento de escribir estas líneas aún no lo tenía definido ni así el desenlace de esta publicación. Pienso yo que es una declaración honesta y una forma de reivindicación, es darle tregua. Quizás con los años vividos y las mejores experiencias me siento lista para cerrar ese ciclo y darle una nueva oportunidad. Tal vez es una manifestación de una posible reconciliación, si me lo preguntan tendré que admitir que desde muy pequeña comencé con esta rencilla que no he querido dejar y es que, ¡vaya que soy terca!



Bueno pues, espero que no todos sean así de amargosos y disfruten de estas fechas, que demuestren el espíritu dadivoso que esta celebración representa y demuestren afecto a sus seres queridos, eso lo hago todo el año, ¿qué tiene de especial ahora? Ya pues, me despido para no seguir contagiándolos de mi apatía, tengo fe que el resto de los colaboradores tenga una mejor percepción de la fecha y reivindiquen el inicio de, quiero suponer, una serie de publicaciones relativa a tan querida celebración. Que tengan un excelente inicio de semana y aprovechen bien lo que resta del año, que ya es nada, para terminar con sus pendientes y preparar la entrada de un nuevo año con altas expectativas. No sean malos, dejen sus corazones, cuando menos por los buenos ratos vividos :D

Cortesía de Sabs