2.15.2017

Josef Mengele: el médico nazi llamado el Ángel de la Muerte

El ‘Ángel de la Muerte’, también considerado como uno de los más grandes exponentes de la ideología nazista que propuso la supremacía de la raza aria, era un hombre despiadado, sádico, cruel, inconmovible ante el dolor ajeno y frío al matar. En 1949 huyó a Sudamérica, donde vivió bajo diversas identidades falsas por más de treinta años hasta su fallecimiento el 7 de febrero de 1979.
Pese a desempeñarse como médico principal en el campo de concentración de Auschwitz entre 1943 y 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, nunca actuó como uno (tenía un doctorado en medicina y otro en antropología). Por el contrario, fue el verdadero terror para los judíos. Mengele no solo se encargaba de seleccionar quiénes trabajarían en condiciones infrahumanas y quiénes morirían en las cámaras de gas, sino decidía con quién realizaría toda clase de experimentos a fin preservar la raza aria.
Gemelos, enanos y recién nacidos eran los prisioneros preferidos de Mengele. Con ellos realizaba experimentos pseudo-científicos, probablemente por la influencia de sus estudios sobre herencia y raza pura realizados en el instituto Kaiser Wilhelm de Genética y Eugenesia. El supuesto médico se ganaba la confianza de las familias susceptibles de experimentación genética aparentando ser una persona amable, para después experimentar con ellas y asesinarlas. Por esa hipocresía se hizo merecedor del apodo de ‘Ángel de la Muerte’.
Entre las acciones de lesa humanidad que perpetró Josef Mengele figuran: el proceder a terribles amputaciones, extracción de fetos, pruebas de radiación, inyección de diversas sustancias químicas y enfermedades, y extirpaciones de ojos, piel y todo tipo de órganos. Estas acciones no tenían ningún rigor científico, y más bien, eran una suerte de antropología forense con personas vivas que era promovida por la obsesión enfermiza de ‘clonar’ una nueva raza.
Por ejemplo, ejecutó métodos absurdos como coser a dos niños gemelos por la espalda para ‘crear’ siameses; investigaba métodos de esterilización masiva con inyecciones y castraciones para evitar la reproducción de judíos; infectó a gemelos con bacterias de fiebre tifoidea hasta su muerte solo para comprobar sus reacciones y después biseccionarlos; o experimentó con la médula espinal de siete enanos dejándolos parapléjicos solo para comprobar si los problemas genéticos eran hereditarios o tenían alguna relación con la raza.
El origen de el ‘Ángel’
El ‘Ángel de la Muerte’ nació el 16 de marzo de 1911 en la localidad de Günzburg (Baviera). Se crió en el seno de una familia católica y era conocido en su pueblo por su alegría, su inteligencia y sus deseos de superación. Y aunque sea difícil de creer, formó parte de la Cruz Roja y otros grupos similares de jóvenes. ¿Cómo aquel joven se transformó en aquella persona, que un día, con la excusa de sanear el campo de concentración del virus del tifus fue capaz de enviar a 600 mujeres enfermas a una cámara de gas?
Según algunos autores de habla inglesa no se puede corroborar con precisión el cambio drástico de su psique. Sin embargo aseguran que mucho tuvo que ver la combinación de la política con su interés en la genética y la evolución. Por lo tanto su antisemitismo y convencimiento por la superioridad de la raza aria surgió al empezar a trabajar en el instituto de Biología Hereditaria e Higiene Racial de la Universidad de Frankfurt y se asentó con su posterior afiliación al partido nazi en 1937.
Un año más tarde, con tan sólo 27 años, Mengele fue aceptado en las Schutzstaffel o la SS: la  organización militar, política, policial y de seguridad del Tercer Reich. Para 1942 ya ejercía como médico de campaña y contaba con distinciones por sus méritos durante el tiempo de servicio. Un año más tarde sería ascendido al rango de capitán y posteriormente reasignado como Lagerarzt (médico de campo de concentración).

En mayo de 1943 se convirtió en el oficial médico de Auschwitz II (Birkenau), donde se instalaría su laboratorio de pruebas humanas. En aquel campo, donde fallecieron aproximadamente 2 millones de personas, Mengele se transformaría en el verdadero rostro del horror hasta el 26 de noviembre de 1944, día en el que se ordenó desmantelar su instalación. Mengele abandonó Auschwitz el 17 de enero de 1945, diez días antes de la liberación del campo por parte del ejército ruso.
Escape a Sudamérica
Prontamente Mengele se traslada a la ciudad de Baviera, donde vivió por cuatro años en la clandestinidad, hasta que en 1949, parte hacia la República Argentina (gobierno de Juan Domingo Perón) junto a otros oficiales nazis. Para ese entonces ya había sido identificado como uno de los principales criminales de guerra. Sin embargo, a pesar de ser rastreado por los servicios de inteligencia de los Aliados, nunca fue detenido.
El 6 de junio de 1985 fueron exhumados los restos del ‘Ángel de la muerte’.

Mengele huyó a Paraguay y vivió bajo la protección del dictador Alfredo Stroessner, debido a que Alemania le había solicitado a Argentina su extradición en septiembre de 1959. Posteriormente viajó Brasil donde cambió su nombre a Pedro Gerhard, y se confina en las periferias de Sao Paulo. El 7 de febrero de 1979 murió en la playa de Bertoga. Recién en 1985 sus restos fueron exhumados e identificados.
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Cortesía de Majora's Mask