El ‘Ángel de la Muerte’, también considerado
como uno de los más grandes exponentes de la ideología nazista que propuso la
supremacía de la raza aria, era un hombre despiadado, sádico, cruel,
inconmovible ante el dolor ajeno y frío al matar. En 1949 huyó a Sudamérica,
donde vivió bajo diversas identidades falsas por más de treinta años hasta su
fallecimiento el 7 de febrero de 1979.
Pese a desempeñarse como médico principal en el campo de
concentración de Auschwitz entre 1943 y 1944, durante la Segunda Guerra
Mundial, nunca actuó como uno (tenía un doctorado en medicina y otro en
antropología). Por el contrario, fue el verdadero terror para los judíos.
Mengele no solo se encargaba de seleccionar quiénes trabajarían en condiciones
infrahumanas y quiénes morirían en las cámaras de gas, sino decidía con quién
realizaría toda clase de experimentos a fin preservar la raza aria.
Gemelos, enanos y recién nacidos eran los prisioneros preferidos
de Mengele. Con ellos realizaba experimentos pseudo-científicos, probablemente
por la influencia de sus estudios sobre herencia y raza pura realizados en el
instituto Kaiser Wilhelm de Genética y Eugenesia. El supuesto médico se ganaba
la confianza de las familias susceptibles de experimentación genética
aparentando ser una persona amable, para después experimentar con ellas y
asesinarlas. Por esa hipocresía se hizo merecedor del apodo de ‘Ángel
de la Muerte’.
Entre las
acciones de lesa humanidad que perpetró Josef Mengele figuran: el proceder a
terribles amputaciones, extracción de fetos, pruebas de radiación, inyección de
diversas sustancias químicas y enfermedades, y extirpaciones de ojos, piel y
todo tipo de órganos. Estas acciones no tenían ningún rigor científico, y más
bien, eran una suerte de antropología forense con personas vivas que era
promovida por la obsesión enfermiza de ‘clonar’ una nueva raza.
Por ejemplo, ejecutó métodos absurdos como coser a dos niños
gemelos por la espalda para ‘crear’ siameses; investigaba métodos de
esterilización masiva con inyecciones y castraciones para evitar la
reproducción de judíos; infectó a gemelos con bacterias de fiebre tifoidea
hasta su muerte solo para comprobar sus reacciones y después biseccionarlos; o
experimentó con la médula espinal de siete enanos dejándolos parapléjicos solo
para comprobar si los problemas genéticos eran hereditarios o tenían alguna
relación con la raza.
El origen de el ‘Ángel’
El ‘Ángel de la Muerte’ nació el 16 de marzo de 1911 en la
localidad de Günzburg (Baviera). Se crió en el seno de una familia católica y
era conocido en su pueblo por su alegría, su inteligencia y sus deseos de
superación. Y aunque sea difícil de creer, formó parte de la Cruz Roja y otros
grupos similares de jóvenes. ¿Cómo aquel joven se transformó en aquella
persona, que un día, con la excusa de sanear el campo de concentración del
virus del tifus fue capaz de enviar a 600 mujeres enfermas a una cámara de gas?
Según algunos autores de habla inglesa no se puede corroborar
con precisión el cambio drástico de su psique. Sin embargo aseguran que mucho
tuvo que ver la combinación de la política con su interés en la genética y la
evolución. Por lo tanto su antisemitismo y convencimiento por la superioridad
de la raza aria surgió al empezar a trabajar en el instituto de Biología
Hereditaria e Higiene Racial de la Universidad de Frankfurt y se asentó con su
posterior afiliación al partido nazi en 1937.
Un año
más tarde, con tan sólo 27 años, Mengele fue aceptado en las Schutzstaffel o la
SS: la organización militar, política, policial y de seguridad del Tercer
Reich. Para 1942 ya ejercía como médico de campaña y contaba con distinciones
por sus méritos durante el tiempo de servicio. Un año más tarde sería ascendido
al rango de capitán y posteriormente reasignado como Lagerarzt (médico de campo
de concentración).
En mayo de 1943 se convirtió en el oficial médico de Auschwitz
II (Birkenau), donde se instalaría su laboratorio de pruebas humanas. En aquel
campo, donde fallecieron aproximadamente 2 millones de personas, Mengele se
transformaría en el verdadero rostro del horror hasta el 26 de noviembre de
1944, día en el que se ordenó desmantelar su instalación. Mengele abandonó
Auschwitz el 17 de enero de 1945, diez días antes de la liberación del campo
por parte del ejército ruso.
Escape a Sudamérica
Prontamente Mengele se traslada a la ciudad de Baviera, donde
vivió por cuatro años en la clandestinidad, hasta que en 1949, parte hacia la
República Argentina (gobierno de Juan Domingo Perón) junto a otros oficiales
nazis. Para ese entonces ya había sido identificado como uno de los principales
criminales de guerra. Sin embargo, a pesar de ser rastreado por los servicios
de inteligencia de los Aliados, nunca fue detenido.
El 6 de
junio de 1985 fueron exhumados los restos del ‘Ángel de la muerte’.
Mengele huyó a Paraguay y vivió bajo la protección del
dictador Alfredo Stroessner, debido a que Alemania le había solicitado a
Argentina su extradición en septiembre de 1959. Posteriormente viajó Brasil
donde cambió su nombre a Pedro
Gerhard, y se confina en las periferias de Sao Paulo. El 7 de febrero de 1979
murió en la playa de Bertoga. Recién en 1985 sus restos fueron exhumados e
identificados.
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Cortesía de Majora's Mask