2.24.2017

Hazme tuya...


Sonrojada sonrío y lo atraigo hasta mi boca, con mi lengua limpio los restos de mi humedad en sus labios, lo beso y entre besos le susurro - Sabe delicioso, ahora entiendo porque te encanta estar ahí. Suelta una carcajada y se aleja, recoge su ropa y se marcha en silencio tal como llego.

Y así desnuda con los rastros de mi humedad, con olor a sexo y con su aroma impregnado en mi piel me dirijo al balcón, bebo de la botella de vino que deje ahí hace unos días ... recibo el amanecer, cuando el día toma por completo la luz del sol voy a la cama y me pierdo entre sueños.

Ya han pasado un par de semanas, todo transcurre con normalidad en mi vida, la ciudad está tranquila todos los movimientos políticos del momento se han apagado, no sé nada de él pero no me extraña que haya desaparecido de esa forma suele hacerlo muy seguido, hasta cierto punto no me molesta mi soledad, pero al parecer mis amigas están aferradas a que me olvide del "revolucionario" (que es como ellas le llaman), a fin  de lograr su objetivo me obligan a acompañarlas esa noche a un antro de los muchos que hay en avenida Insurgentes acepto con la condición de que a media noche nos cambiemos al famoso Salón Tenampa, aceptan a regañadientes. Me arreglo como a ellas les gusta un vestido entallado, tacones, el cabello suelto y un maquillaje bastante cargado para mi gusto.

Llegamos al lugar a eso de las 9pm me dirijo inmediatamente a la barra y ordeno una botella de tequila, José Cuervo (mi favorito), al fondo suena ese tipo de música electrónica de la cual  no tengo ni la menor idea de cómo se baila, mis amigas me acompañan unos minutos hablan de los "buenos partidos" que observan en el lugar, yo me limito a sonreír y beber, no voy con el afán de ligar, ellas se van alejando poco a poco, yo me aferro a la barra, se me acerca uno que otro tipo sin mayor chiste y los rechazo uno por uno, mi botella me parece más entretenida.

Me mantengo inmersa en mis pensamientos ni siquiera siento su llegada hasta que me susurra al  oído - Me invitas un trago preciosa?, le da un trago lo bastante profundo a mi botella. Me quedo quieta sonrío reconozco inmediatamente ese tono de voz tan varonil y obstinado, me muerde el lóbulo de la oreja a la vez que me gira para tenerme de frente, nos miramos y sonreímos, sin decir palabra alguna toma mi mano y con la otra la botella me conduce  a la salida ya afuera me besa ansioso , divertido bromea sobre el lugar, la música y sobre todo de los tipos que se me acercaban, caminamos tomados de la mano y en la primera esquina para un taxi y le pide que nos lleve al Tenampa, sonrío y me abraza seguimos hablando nos besamos me acaricia, yo me pierdo en su olor que es un combinación entre cigarrillo de clavo y el perfume Polo Sport de Ralph Lauren... llegamos al lugar paga el taxi y se baja para abrirme la puerta, me  besa apasionadamente antes de entrar, entramos y busca la mesa más alejada de todos y la que este en el lugar más obscuro... nos dirigimos hasta una esquina del salón, los mariachis interpretan la canción de Juanga.. ¿por qué me haces llorar?  ... la tarareamos .. él ordena al mesero otra botella de José Cuervo.. me atrae hasta su pecho me besa la frente y su mano  juega con el borde de mi vestido lo sube un poco dibujando su nombre en  mi piel ese contacto me hace estremecer bebo un caballito completo de tequila... que ya empieza a hacer estragos en mi ... nos levantamos a bailar, su manos me atraen mi cara pegada a su pecho, mi cuerpo solo sigue sus movimientos, mis labios buscan los suyos con ansiedad, nuestros cuerpos arden, esa cercanía entre ambos es el detonante perfecto de erotismo en mí, me humedezco inmediatamente, no puedo evitar jadear ... se da cuenta de lo mal que me pone y me mira como indicándome que vayamos a otro lugar ... lo único que se me ocurre es ir al baño... camino sola sin que él me pierda de vista, entro al baño cerciorándome de que esté vacío él no tarda en estar ya conmigo nos metemos a un cubículo cierra la puerta con seguro, me empotra contra la misma me toma en brazos, mis piernas ya rodean su cadera, me besa sus manos suben rápidamente mi vestido se percata de la falta de ropa interior y se ríe entre nervioso, ebrio y excitado... tiene ya una notoria erección que roza contra mi húmedo sexo ... me besa, baja los tirantes de mi vestido y devora mis senos... y le susurro al oído -Hazme tuya...