No me gusta usar los lugares comunes, y no es porque me sienta superior o intelectual o algo así, simplemente que no sé usarlos, siento que cuando los empleo suena forzado y muy falso, además que he tenido muy malas experiencias con ellos, por ejemplo, hace muchos años, mientras viajaba en un microbús, me encontré con una compañera de la escuela, que iba acompañada de su prima, y en lugar de simplemente saludar y esperar a que ella comentara algo decidí verme introvertido y le dije
-uy, ¿por qué tan serias?, ¿a qué velorio van?
Efectivamente iban al velorio de un primo suyo que había fallecido esa madrugada... y pues sí, como dice el título del post, deseé que la tierra me tragara en ese instante.
Yo sé que ustedes son muy lumbreras, vergones y que controlan todas las fibras emocionales de su ser (es más, ya ni nervios tienen), también sé que no le temen al qué dirán, que son honestos y atrabancados todo el tiempo, pero el resto de los mortales que no tememos a la vida, cuenten sus historias.
Remato con otra anécdota. Hace muchos años, en el bachillerato, había una chica que me gustaba, y no, no era la típica niña bonita del salón, al contrario, era una belleza intelectual, tenía un no sé qué... en fin, que ella no era muy buena comunicándose ni yo tampoco, entonces, en un momento de arrojo se me ocurre contarle un chiste, el clásico -mamá ya se que quiero ser de grande, -nada porque tienes cáncer, ella me respondió que una amiga suya había muerto de cáncer el año pasado...
Con los años uno aprende a manejar el pedo, por supuesto eso no nos exime de sentir pena, pero al menos es más fácil manifestar y reconocer que la hemos cagado y pues sorry.
CORTESÍA DE NULL