““El exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las
heridas; el inmigrante mira hacia el futuro, dispuesto a aprovechar las
oportunidades a su alcance.”
Isabel
Allende
Mis queridos mulatos1:
México es un país con
una generosa y prolífica historia como refugio para extranjeros. Baste recordar
el caso del exilio español con el franquismo, el refugio a miles de franceses
durante la II Guerra Mundial, el exilio de chilenos en nuestro país durante la
dictadura de Pinochet e inclusive los cientos de almas uruguayas que
encontraron cobijo en México cuando Bordaberry Arocena transmutó en un obsceno
dictador uruguayo en la década de los 70.
Como sea, en nuestro
país los derechos de asilo, libertad de tránsito y de presunción de inocencia,
aunados al espíritu humanista que precede al pueblo mexicano, han construido un
prestigio que nos precede como nación hospitalaria y amigable para los
extranjeros que buscan refugio en México.
Nuestro país es tan
bello y generoso que nuestra Carta Magna reconoce los
derechos humanos de toda aquella persona por el simple hecho de pisar suelo
nacional. Reflexionemos un poco de lo que hablo: no importan las razones o
circunstancias que orillen a un individuo a emigrar de su país de origen y
llegar al nuestro, ni si son tres o forman una caravana entera, ni siquiera si
existe un trasfondo político o motivaciones ajenas al humanitarismo, tan pronto
una persona ponga un pie en territorio nacional existe una obligación por parte
del Estado mexicano para velar por la más amplia protección de sus derechos
humanos.
La gran mayoría de los
individuos que emigran lo hacen como último recurso ante la pobreza, la
violencia y la falta de oportunidades. No están recorriendo el territorio
nacional con cansancio y hambre a cuestas por divertimento o turismo, sino
porque se enfrentan ante una realidad que los orilla a tomar decisiones
drásticas, de esas que te cambian la vida.
Por ello, no me resta
más que invitarlos a reflexionar sobre la actual crisis migratoria en la cual
nuestro país se encuentra circunstancialmente inmerso. Si el éxodo de migrantes
es real o manipulado, si el actual mandatario o el presidente electo toman
decisiones incompletas el primero o hacen declaraciones irresponsables el
segundo, como sociedad y como pueblo considero que tenemos la obligación de honrar
nuestra memoria histórica en materia de hospitalidad y reconocer en el migrante
centroamericano al nacional que migra al extranjero. Hagámoslo, ya no porque
está consagrado en la Constitución y en los tratados internacionales de los que
México es parte, sino como un acto de humanidad.
No podría despedirme sin
recomendarles un par de libros al respecto:
Mexicano y hombre de
labor humanitaria poco reconocida, Gilberto Bosques Saldívar es el protagonista
de esta novela, en la que se relata la manera en que salvó miles de vidas en
Francia otorgando visas para refugiados.
Narra la historia de
Adou, el niño que fue encontrado dentro de una maleta por la policía española.
La imagen de este pequeño en tal circunstancia no solo es impactante, sino que
a lo largo de este libro Nicolás Castellano se encarga de relatar el trasfondo
y tragedia existente en cada ser humano que emigra. Librazo.
PD. @Dra.Tripa, te mando un beso que te recorra de norte a sur.
1.- Ref.
Attentivement.
Vous très cher et très
proche ami:
@Bruno