7.11.2016

Lunes Godinez: Cuando tu Jefe es incompetente (parte 1)

En algún momento de nuestras vidas hemos encontrado lo que a nuestra propia observación y experiencia (por no decir estúpida egolatría) nos hemos encontrado con algún jefe que por razones que solo la empresa sabe está ahí, colocado como nuestro superior, cuando en realidad debería esta como nuestro subordinado.
Desgraciadamente están por todas partes: superiores incapaces de evolucionar; dirigentes especialistas en encontrar argumentos en contra de nuevos proyectos e ideas innovadoras; jefes culeros que nunca ayudan a sus trabajadores cuando éstos lo necesitan, es más, se encargan de remarcar sus errores y meteduras de pata, al mismo tiempo que no paran de quejarse de los errores, de la creatividad y de la autonomía de sus subordinados.

De acuerdo a una página que encontré por ahí dedicada a temas de referente a ciencias falsas originarias del oscurantismo humano (psicología) nos menciona 7 puntos para reconocer a un jefe de este tipo (o 7 tipos de inútiles jefes???, naaa solo lean):
  • Indeciso: Siempre van a haber ciertas inseguridades. Pero dirigir una empresa implica tomar decisiones. Los dirigentes que buscan constantemente nuevas opiniones y contrastar estas mismas, tratan así de evitar cometer errores y, en realidad lo que consiguen es paralizar la toma de las decisiones – conduciendo inevitablemente a la inacción.
  • Custodiador: Cuando de vez en cuando tus compañeros de trabajo se comporten como niños pequeños no debes preocuparte, porque en algún momento sentarán la cabeza. Alguien se ocupará de que ninguno asuma mayores responsabilidades, lo cual conlleva a un ambiente de dependencia y de falta de confianza. 
  • In-criticable: Un clásico... Los jefes son personas y, como tales, cometen errores. Aquellos hipersensibles a las críticas se rodean únicamente de los que solo les dicen que sí. De esta manera encuentran la forma de evadirse de los problemas hasta que éstos se hacen tan patentes que no es posible seguir ignorándolos. 
  • Respetuoso: Las reglas se presentan como una barrera y se basan en la experiencia. Pocas de ellas han sido dictadas por Dios ni tampoco han sido esculpidas en piedra. Por esta razón un jefe puede saltárselas de vez en cuando, lo que se conoce como capacidad de reacción y de adaptación. 
  • Vanidoso: Ley de oro del éxito: La gente de una clase A se relaciona con gente de esa misma clase, mientras gente de clase B se relaciona con gente de clase C. Es decir; Los de más talento buscan rodearse de otros que tengan igual talento. Valoran relacionarse entre ellos sin plantearse la necesidad de ampliar su círculo, ya que sienten que se complementan mutuamente. 
    La gente del segundo tipo está constantemente pensando en sus debilidades. Esto les lleva a estar continuamente preocupados. Relacionarse con alguien que consideran mejor podría dejarles en evidencia o, lo que es peor, superarles. Por ello solo tratan con gente que no les saque de su zona de confort, gente que no represente una amenaza para ellos, y de tal manera se mantienen seguros. Por el momento. 
  • Consejero del amor: Suena un poco mal pero lo encontramos continuamente en la vida real. Muchos consultores reciben llamadas para tomar decisiones complicadas de manera correcta. Realizan el paripé para que el jefe pueda decir: Un estudio independiente X ha dictaminado, en base a los datos, de nuestra empresa que debemos recortar plantilla y presupuesto. "Yo no quería que fuera de este modo pero…" 
    Estos jefes que contratan, para cada minucia, a un asesor, deberían preguntarse dónde está su eficacia o si ésta existe y, ante todo, ¿por qué no son capaces de tomar sus propias decisiones? 

  • Horas extra: En muchas empresas existe una forma objetiva de medir el esfuerzo y la eficiencia en el empleo: El tiempo. El que se queda hasta más tarde en la oficina, trabajando sin descanso, dando todo por la empresa, ¿se lo pasa bien en el trabajo y tiene todo bajo control? 
    ¿De verdad? No es poco frecuente que las horas extra sean un indicador de una mala organización, pura pantomima o un indicio de problemas privados. El que se va tarde de la oficina al finalizar la jornada y a la mañana siguiente es el primero en llegar es quizá, porque no sabe organizarse. Y cuando uno no sabe auto-organizarse...
     
Como el tema da de que hablar en esta primera parte cuéntenos como les va con sus jefazos y jefazas, la llevan relax? y como le hacen para no romperles su mandarina en gajos?