Recién había llegado a este
pintoresco pueblo a dejar un cargamento y recoger otro, como era costumbre
cargaba con mis padres en una camioneta familiar para evitar sospechas de
cualquier tipo, respetaba los límites de velocidad, no manejaba alcoholizado y
realizaba el correcto cambio de luces; nos hospedamos en un hotel del centro
una antigua casa del siglo XVI aun lado de la presidencia municipal, siempre
elijo sitios cercanos a donde se encuentran los poderes de los lugares ya que
creo que dudan menos de que alguien ande en lo prohibido hospedándose a un
lado, salimos a cenar y después los deje en el hotel, me salí con el pretexto
de ir por un trago y me dirigí a una mezcalería para soltar un poco la tensión,
probé mezcales artesanales y platique un rato con el dueño del lugar hasta que
recibí la señal, pague la cuenta y nos quedamos de ver enfrente de la
presidencia municipal, cuando llegué vi a una chavita de unos 22 años, melena
mediana con "mechas californianas", unas piernas largas enfundadas en
unos jeans azul obscuro, traía un suéter delgado que dejaba a la imaginación
que no traía nada abajo (eso lo note por la erección de sus pezones) su rostro
parecía una muñequita de porcelana pero con un maquillaje exagerado, me pareció
que ya la conocía pero no hice mucho caso a mi memoria, me acerque a ella y la
saludé con un beso en cada mejilla después un abrazo largo, al soltarnos me
pillo dándome un pico y diciendo "un gusto volverlo a ver señor... Me
encanta ese aroma a bvlgari con tabaco" nos dimos un beso un poco más
largo que el abrazo... Le ayude a bajar las maletas y baje las mías de la
camioneta y entramos al hotel, en la habitación reviso ella la mercancía y yo
también... Todo estaba en aparente orden, le propuse ir a la mezcalería donde
estaba tomando horas atrás y así fue, nos fundimos entre catas de mezcal,
cerveza y chapulines al ajillo, nos corrieron del lugar cercano a las 4 am...
Al subir a la camioneta ya rumbo al
hotel le desabroche el pantalón y empecé a tocarle el timbre por encima de la
ropa interior, era tan cálido y a la vez tan húmedo que me invitaba a seguirla
frotando, ella hacia su parte desabrochando mi pantalón y acariciándome de pi a
pa, nos dábamos besos cortos y extraviados, empecé a subir mi mano hasta
tocarle ese par de senos que me volvían loco y me di cuenta que mi suposición
era correcta, no traía nada debajo, llegamos al hotel y nos acomodamos las
ropas, pedí la llave de mi cuarto y subimos como si no pasará nada, en el
pasillo del hotel seguimos toqueteándonos yo le agarraba ese exquisito par de
nalgas que tenia y ella se dejaba querer, era una locura, abrí la puerta del
cuarto y la arroje sobre la cama, cerré la puerta y empecé a desnudarla poco a
poquito, le daba besos en cada centímetro de su piel y ella gemía despacio,
ella no quería pero deseaba que la amarrara a mi cama y así lo hice también le
vende los ojos y empecé a medir su cuerpo con pequeños besos mientras ella se estremecía,
sus pezones estaban tan erguidos que me invitaron a morderlos suavemente, ella seguía
gimiendo y baje hasta su vientre me entretuve un poco con su ombligo y ella seguía
gimiendo, pedía que la penetrara pero apenas estaba empezando la faena, baje
hasta su vagina y su calidez me hizo darle pequeños besos, empecé a hacer
figuras con mi lengua en esa cavidad húmeda, su clítoris me pedía medio
morderlo y fue cuando ella ya no pudo más y con sus piernas me abrazo mientras gemía
fuertemente, ella dio un respiro y me abracé a ella, teníamos el tiempo contado
por eso volví a bajar a ese río de jugos que me incitaban a penetrarla, me
quite la ropa y pasé mi pene por su boca, era una locura me estaba haciendo la
mejor felación en mucho tiempo, estuvo jugando con mi miembro un rato hasta que
decidí que era momento de penetrarla, la desamarre y empezamos a saciar
nuestros bajos instintos, al entrar a su vagina me extraño la forma en que me
arropaba, era una delicia como si estuviera hecha para mi, una posición tras
otra con la simple señal de una nalgada se hacían los cambios, era una diosa en
la cama esta mina parecía que mi vida se iba en ese ir y venir, nuestros
cuerpos sudorosos chocaban pero a la vez se entendían; no sé cuánto tiempo pasó
hasta que estalle dentro de ella por tercera vez y nos dimos un largo beso,
ella se quedó dormida en mis brazos y yo solo la abrazaba, tenía quizás mucho
tiempo que no dormía tan rico.
El golpeteo de la puerta me aviso que
ya se me había hecho tarde, me paré para atender y me di cuenta que eran mis
padres que me esperaban para ir almorzar, solo recuerdo decirles que me bañaba
y enseguida los alcanzaba, se marcharon y yo solo la busqué a ella pero no la
encontré, tampoco estaban sus maletas, solo una pequeña carta con más faltas de
ortografía que esta misma historia, ella decía que se tuvo que marchar y que
pronto nos encontraremos para ahora si poder huir juntos como se lo había
prometido, al salir de bañarme me di cuenta que la habitación olía a pasión, a
sexo puro e infidelidad, pero ella no estaba.
El día pasó como debía y yo solo
quería buscarla aunque sabía que era mejor no encontrarla, salimos de ese bello
lugar hasta llegar a Guadalajara donde tenía que hacer la entrega de lo
recolectado, mis padres decidieron regresarse en avión por una emergencia, yo
entregue el encargo en Chapala que fue dónde entregue el auto y me dieron mi
boleto de avión regreso a casa, esperando la partida de mi vuelo estaba tomando
una tizana de manzana con canela cuando unas manos cubrieron mi rostro, por el
Dior que utilizaba supe que era ella y solo sonreí, ella me dio los dos besos más
ricos que me han dado, caminamos de la mano como dos enamorados para
partir a nuestro nuevo destino, yo decía cuanto la extrañaba y ella me decía
cuanto me quería...
-Krudios