¡Que tal mis queridos comentaristas!
Este vez el buen Johnn Robertson nos regala un cuento corto super buena onda integrando a los participantes de este, su muy querido blog. Les invito a tomarse el tiempo de leerlo, no les lleva más de diez minutos y, a mi parecer, quedó muy chido.
Los golpes de martillo resonaban
en la llanura. Un viento helado comenzaba a soplar meciendo de un lado a otro
los secos matorrales, ligeramente dorados por los últimos rayos solares de
aquella tarde otoñal. Dentro de aquella pequeña cabaña seguía retumbando el
golpeteo de martillo. Grimaldo ultimaba a golpes sobre aquel pesado yunque, un
cuchillo Kukri. Mientras Mark terminaba de limpiar una ametralladora MP-5.
-Ahora todo está listo- Dijo
Grimaldo.
-¿Seguro que ese engendro no se
vuelve a escapar? La última vez casi me asfixia, y eso que sólo tenía como arma
una agujeta.
-Tranquilo, si se escapa, ya
tengo cómo enviarlo al otro mundo de manera definitiva.
-Entonces somos libres de partir.
Aquella fragata navegaba meciéndose
entre las olas, muy cercana a las costas de las islas del Arrepentimiento.
Tenían viento a favor y una tripulación lista para el desembarco, la expedición
y la huida, si fuera necesario. Sabían a los peligros que se exponían y estaban
dispuestos a enfrentarlos. Incluso al terrible capitán Barba Satánica y su
banda de piratas.
-¡Capitán! Listos los botes para
el desembarco- Gritaba Sabs desde el puente de mando.
-¡Excelente!- Respondía Brion a
su Primer Oficial.
-Todo está muy tranquilo ¡Te
dije! No hay de qué preocuparse- Opinó Sabs cuando llegó a la presencia del
Capitán.
-Eso es lo que me preocupa más.
-No hay señales de Barba
Satánica.
-Se podrá haber investido como
Capitán pirata, pero sigue siendo Robertson, el mismo nigromante inmaduro con
ínfulas de Gran Hechicero.
-¿De verdad crees que halló la
última?
-Si es así hemos de liarnos con
él y probablemente con algunos otros locos.
El prisionero no paraba de
increpar a todos y cada uno de los miembros de la tripulación. Apelando a su
antigua gloria y a maldiciones lanzadas sobre sus almas mortales, exigía ser
liberado de inmediato. Toxic le acomodaba una patada en la boca del estómago al
prisionero y este se doblaba de dolor. El ahora Capitán Jason soltaba sendas
carcajadas mientras contemplaba la escena.
-Parece ser que Lucifer te ha
abandonado, amigo.
-¡Muérete Jason! ¡No sabes lo que
haces!
-Claro que sé. Te estoy relevando
del mando porque eres un incompetente y además ahora ya eres mortal- Dijo
mientras le mostraba un talismán.
-En verdad no sabes con lo que
estás jugando-
-A fin de cuentas ya no es tu
asunto. Me tienes harto con tus estúpidas cartas. Sáquenlo de mi presencia.
El mismísimo Mismísimo se
encontraba explorando la isla, desde su encuentro con la flota de Barba
Satánica se había vuelto muy paranoico. Así que aún sostenía con ambas manos el
hacha que había sido elevada al rango de arma. Tenía que ver a Jazzy en el
punto de reunión la tarde anterior. Sin embargo le había sido preciso rodear la
cordillera de la Amargura para evitar toparse con los piratas de Robertson.
Lógicamente ese hecho le había impedido avisar sobre los peligros que esperaban
a la fragata Fidélité. Lo único que sabía por lo poco que pudo escuchar durante
su cautiverio, fue que tenían 12 calaveras de cristal, y ya sólo buscaban una,
perdida hacia largo tiempo en alguna de aquellas islas, guiados por unas claves
que los piratas habían extraído del interior de la pirámide de Keops.
Afortunadamente hubo un motín que pudo aprovechar para escapar.
Inmediatamente después del
desembarco, La tripulación se encontró con Jazzy en la Playa del Abatimiento,
Jazzy ostentaba el título de Práctico, sólo que en esta ocasión se le había
encomendado una misión especial.
-Practico Jazzy ¿Cuál es el
estado de la misión?
-Siento informarle Primer Oficial
Sabs, que estamos como al principio.
-¿Por qué como al principio
Jazzy?- Inquirió Brion.
-No pude reunirme con mi
informante, Capitán.
-Entonces no estamos como al
principio. Sabemos que tuvo contratiempos y muy probablemente nosotros los
tengamos también- Apuntó Sabs.
Maldiciendo a todo lo que se
cruzaba en su camino. El siniestro Johnn Robertson caminaba con la esperanza de
poder comprar alianzas en aquella isla desolada. Había escuchado sobre un par
de Hechiceros Oscuros. Aunque no estaba seguro, se había topado ya con un par
de payasos ebrios a quienes creyó hechiceros. Desengañado, había decidido seguir
su camino. Por fin dio con el lugar señalado. Esas inconfundibles máscaras
africanas indicaban la presencia de los
dos Santeros Gugul y El Muñecot3. Los saludó y sin más negoció con ellos; Su
ayuda a cambio de las claves del Tarot perdidas. Pero de nuevo se vio cautivo,
ahora forzado a ello por un Famas a su espalda y una Mp-5 al frente.
-¿Así que me esperaban?
-¡Cierra la boca Zoquete! Mira lo
bajo que has caído ¿No eras el Capitán Barba Satánica?- Preguntó Grimaldo
Mientras le empujaba con el Famas.
-Ya no tengo ese título, ni los
poderes que me hacían inmortal, pero tengo muchos conocimientos, el libro que
me robaste debe ser prueba de ello.
-No te robe nada, ya antes me
habías estafado ¡Zascandil!
-Además ese no es el punto, si no
puedes ayudarnos a domar un Nahual, entonces no nos sirves, menos ahora que
sabemos que eres mortal- Sentenció Mark apuntando a la Cabeza del prisionero.
-No sé cómo hacerlo, pero puedo
ayudarlos sin duda.
-¿Para qué quieren un Nahual
domado?- Preguntó El Muñecot3
-Limítate, a traducir lo que diga
este demente- Ordenó Grimaldo.
-¿Acaso no hablo español?-
Preguntó Johnn.
-Pero usas un dialecto muy
pintoresco- Afirmó Mark.
Ya no lo quedaban más fuerzas
para seguir, sus pasos eran lentos y su equipaje demasiado pesado. No lo podía abandonar
porque temía precisar de algo instantes después de haber prescindido de ello. A
unos pasos de flaquear de forma definitiva pudo notar a “Dos Alegres Compadres”
Vestidos de payasos, quienes venían chupando… y también bebiendo lo que parecía
ser alcohol. Eran el Bebexho y Bashalpal.
-La paz del señor sea con
ustedes- Les deseo Mismísimo.
-Alá te proteja hermano-
Respondió el Bebexho.
-¿Son Musulmanes?- Cuestionó
Mismísimo.
-¡No qué va! Después de una
“patona” de Rancho Escondido ya no sabemos en qué creemos- Aclaró Bashalpal.
-Ah bueno. Necesito ayuda, estoy
perdido y debo llegar a la Playa del Abatimiento.
-No pues está cabrón. Si quieres
te llevamos al Callejón de los Porrazos- Ofreció el Bebexho
-¿Eso queda cerca de la Playa?
-No sé, dínoslo tú- Y sin más
aviso comenzaron a cocerlo a golpes y patadas.
-¡No se pasen de verdolaga!- Fue
la exclamación de Mismísimo.
-¡Ya estuvo bien par de idiotas!-
Intervino Robertson, cuando Mismísimo no hacia intentos por defenderse.
-¡Otra vez tú! Ya te dijimos que
no somos brujos- Sentenció el Bebexho.
-Pero pueden ser mis aliados-
Ofreció.
-Nuestros aliados, no olvides que
el que manda soy yo- Aclaró Mark Mientras le ponía la ametralladora en la sien.
-¿Tú?- Preguntó Grimaldo.
-Bueno, nosotros ¿Ya contento?
-¿Y qué hacemos?- Pregunto el
Bashalpal.
-Dejen a ese pobre pasmarote, sólo
pierden el tiempo y mejor ayúdennos a nosotros, hay una recompensa- Fue la
propuesta de Grimaldo.
-Pues hagan una oferta. Somos
priistas así que tenemos un precio-
-Torta y chesco para ambos-
Ofreció Gugul.
-¡Hecho!- Contestaron al unísono.
El Capitán Brion encabezaba la
expedición. Hecha a ciegas por falta de los necesarios datos, que habría de
aportar el hombre enviado para la misión de reconocimiento. Sospechaba la
presencia de Robertson y sus piratas. Así que su tripulación iba armada hasta
los dientes, su arsenal incluía, fusiles de asalto G-38, Jazzy un rifle Barret,
Sabs una M-4 y todos llevaban agua bendita por supuesto.
-Veo algo Capitán- Anuncio Jazzy
tras escanear la zona con la mira de su arma.
-¿Qué es?- Pregunto Sabs.
-Parece ser un cadáver.
-¡Qué prepare sus cosas la Dra.
Trolla! Podría sólo estar herido- Ordenó Brion.
Brion se paseaba nervioso de un
lado a otro afuera del campamento donde pasaría la noche su tripulación.
Esperando por respuestas. De pronto antes de que encendiera un cigarrillo,
apareció la Dra. Trolla.
-Ya está mejor- Informó la Dra.
-¿Ha dicho algo?- Preguntó el
Capitán.
- Sí, Robertson está involucrado,
sólo que no con los piratas, parece ser que se unió a los mercenarios y a un
par de payasos golpeadores.
- Como sea. Busca la calavera, y
eso nos enfrentará tarde o temprano.
Jason había mandado ejecutar al
Teniente y al Contramaestre de Robertson, y estaba muy enfadado tras el fracaso
de sus hombres al buscar la Calavera. Robertson los había engañado, dándoles la
ubicación incorrecta. Lo peor es que se había escapado usando uno de sus muchos
hechizos. Si no quería buscar por toda la isla debía encontrarlo primero.
-¡Toxic!
-Diga, Capitán Jason.
-Moviliza a toda la tripulación.
Quiero que cada uno de ellos busque a Robertson ¡Lo necesito vivo!
Los incursores se movían con
sigilo a través del campamento. Planeaban secuestrar al capitán y dejar sin
líder a la tripulación, eso los retrasaría sin duda. Avanzaban a la tienda
principal. Lo que no sabían era que ya los esperaban. Jazzy montaba guardia y
monitoreaba las afueras de la tienda con la mira de su rifle. No tardó en ver a
los payasos y dar la alarma. Instantes después los mercenarios y sus aliados se
hallaban rodeados.
-¡Vaya, vaya! Vinieron después de
todo- Dijo brion- ¿Un fusil Famas?- Preguntó después.
-Todos usan M-16, G-38 y AK-47.
Quise ser original- Confesó Grimaldo.
-No te valió de mucho, quedan
arrestados- Ordenó Brion.
-No tan Rápido- Intervino Johnn-
¿Y si te digo que solo el Famas y la MP-5 pueden disparar? ¿Y que el arrestado
eres tú?
-¡Mátenlos!- Ordenó Sabs. Todos
obedecieron, pero de ninguna arma pudo salir bala alguna.
-Quedas arrestado capitán Brion-
Dijo Mark tras disparar su MP-5 al aire.
-Tengo una mejor idea- Intervino
Johnn- ¿Qué tal si nos aliamos? Sigues arrestado, Capitán.
-¿Qué pretendes lograr con las
calaveras? No creo que sea algo bueno- Inquirió Brion.
-Vamos. No puede ser tan malo-
Opinó Gugul.
-Quieres destrucción ¿Cierto?-
Preguntó Jazzy.
-No en realidad.
-Dominar al mundo ¿Pretendes ser
el heredero de Hitler, buscando estas antiguas reliquias?- Cuestionó Sabs.
-Sólo buscó conocimiento ¿Ustedes
creen que soy de verdad la peor persona del mundo?
-En realidad lo eres- Afirmó
Grimaldo- Pero todos podemos salir beneficiados si encontramos la última
Calaca. Además debemos quitarles las otras doce a los Piratas y sólo estos tres
farsantes nos pueden librar de ataques más esotéricos que una simple bala.
Jason había apostado la mayoría
de sus tropas en el accidentado terreno de las montañas de la Amargura. El
resto al mando de Toxic buscaba en los alrededores alguna pista de Robertson,
la misión era encontrarlo y conducirlo a las montañas para capturarlo de nueva
cuenta. Escucharon en una pequeña aldea un rumor que los situaba en un valle no
muy lejos de las montañas y completamente abandonado por la suerte. Sólo era un
rumor, pero Jason mando imprudentemente la mayoría de sus fuerzas al centro de
ese valle. Dejando una pequeña guarnición esperando por si huían. Efectivamente, lo encontraron, pero no estaba
tan abandonado. Un enorme perro con ojos inyectados en sangre y enormes garras
se hallaba sentado dócilmente a su lado.
En cuanto vio a los piratas.
Gritó: “Haz tu trabajo Null” Los piratas rodearon a Robertson, pero el nahual
blandiendo un machete lo cubría de sus ataques. Pensaban hacer tiempo hasta
cansar al animal. Con lo que no contaban era con las huestes del Capitán Brion
apostadas a las orillas del valle. Fue una masacre como Dien Bien Phu. Toxic
fue hecha prisionera y confesó donde estaban las Calaveras restantes.
No fue difícil hacer prisionero a
Jason. Y consultar las claves del Tarot que indicaban la ubicación de la última
calavera. No tenía lógica alguna. Sólo dos “personas”, sin armas, sin ningún
entrenamiento especial ¿Muertos? Pues a pesar de todo ellos eran los guardianes
de tan importante objeto. Lo más curioso de todo era su manera de protegerlo,
uno esperaría una fortificación con murallas y torres de vigilancia, en
realidad era una pequeña choza de palma levantada en medio de aquella isla. Don
Voy y Xime cuidaban de la Calavera de una forma nada amenazadora. Danzaban
elegantemente vestidos a medio patio. Además la preciada reliquia se hallaba colocada
sobre una silla mirando en su dirección, como si no tuvieran otra intención que
entretener a otra Calavera.
-¿Así que esta es la última?-
Preguntó Brion.
-Eso parece- Respondió Don Voy;
el Catrín.
-Pues dánosla por favor- Pidió
Mark.
-No tan Rápido- Interrumpió Xime-
¿Qué van a hacer con ella?
Brion confesó que buscaría
éxitos, Sabs y Jazzy belleza, Mark y Grimaldo armas más largas (Jejejeje),
Bebexho y Bashalpal suripantas y más chupe, Gugul El Muñecot3 y Robertson
conocimiento de todas las ciencias. Pero todos anhelaban algo egoísta. Una vez
que terminaron de confesar sus ambiciones y negando con la cabeza Don Voy dijo:
-Esta humanidad no está lista
para esto.
-Así es, aún no es tiempo, no
comprenden lo que es tener el destino de la humanidad en sus manos- Dijo Xime
-Será o no será, dennos la Calaca
o se los va a llevar el diablo- Los amenazó Grimaldo.
Por respuesta Xime y Don Voy levantaron
la Calavera, la mostraron a todos los involucrados. Xime se inclinó hacia el
cráneo de cuarzo y sopló levemente en la frente del mismo. La calavera comenzó
a desintegrarse y el viento se fue llevando el polvo en que se fue
convirtiendo. Lo mismo pasó con las demás e incluso con Xime Y Don Voy. Cuando
no quedaron rastros Sabs preguntó:
-¿Qué pasó?
-Es solo que seguimos siendo
veleidosos y vindicativos, no estamos listos para tener un poder tan
grande…-Johnn fue interrumpido porque un machetazo lo había partido por la
mitad.
-Oh merde ¡ No recuperé mi
talismán…- Fue lo último que alcanzo a decir.
-¡Cierra el pico maldito bocón!
Yo quería dejar de ser Nahual.
Fin.
CORTESÍA DE JOHNN ROBERTSON