10.31.2016

LAS TRECE CALAVERAS

¡Que tal mis queridos comentaristas!

Este vez el buen Johnn Robertson nos regala un cuento corto super buena onda integrando a los participantes de este, su muy querido blog. Les invito a tomarse el tiempo de leerlo, no les lleva más de diez minutos y, a mi parecer, quedó muy chido. 



Los golpes de martillo resonaban en la llanura. Un viento helado comenzaba a soplar meciendo de un lado a otro los secos matorrales, ligeramente dorados por los últimos rayos solares de aquella tarde otoñal. Dentro de aquella pequeña cabaña seguía retumbando el golpeteo de martillo. Grimaldo ultimaba a golpes sobre aquel pesado yunque, un cuchillo Kukri. Mientras Mark terminaba de limpiar una ametralladora MP-5.
-Ahora todo está listo- Dijo Grimaldo.
-¿Seguro que ese engendro no se vuelve a escapar? La última vez casi me asfixia, y eso que sólo tenía como arma una agujeta.
-Tranquilo, si se escapa, ya tengo cómo enviarlo al otro mundo de manera definitiva.
-Entonces somos libres de partir.

Aquella fragata navegaba meciéndose entre las olas, muy cercana a las costas de las islas del Arrepentimiento. Tenían viento a favor y una tripulación lista para el desembarco, la expedición y la huida, si fuera necesario. Sabían a los peligros que se exponían y estaban dispuestos a enfrentarlos. Incluso al terrible capitán Barba Satánica y su banda de piratas.
-¡Capitán! Listos los botes para el desembarco- Gritaba Sabs desde el puente de mando.
-¡Excelente!- Respondía Brion a su Primer Oficial.
-Todo está muy tranquilo ¡Te dije! No hay de qué preocuparse- Opinó Sabs cuando llegó a la presencia del Capitán.
-Eso es lo que me preocupa más.
-No hay señales de Barba Satánica.
-Se podrá haber investido como Capitán pirata, pero sigue siendo Robertson, el mismo nigromante inmaduro con ínfulas de Gran Hechicero.
-¿De verdad crees que halló la última?
-Si es así hemos de liarnos con él y probablemente con algunos otros locos.

El prisionero no paraba de increpar a todos y cada uno de los miembros de la tripulación. Apelando a su antigua gloria y a maldiciones lanzadas sobre sus almas mortales, exigía ser liberado de inmediato. Toxic le acomodaba una patada en la boca del estómago al prisionero y este se doblaba de dolor. El ahora Capitán Jason soltaba sendas carcajadas mientras contemplaba la escena.
-Parece ser que Lucifer te ha abandonado, amigo.
-¡Muérete Jason! ¡No sabes lo que haces!
-Claro que sé. Te estoy relevando del mando porque eres un incompetente y además ahora ya eres mortal- Dijo mientras le mostraba un talismán.
-En verdad no sabes con lo que estás jugando-
-A fin de cuentas ya no es tu asunto. Me tienes harto con tus estúpidas cartas. Sáquenlo de mi presencia.

El mismísimo Mismísimo se encontraba explorando la isla, desde su encuentro con la flota de Barba Satánica se había vuelto muy paranoico. Así que aún sostenía con ambas manos el hacha que había sido elevada al rango de arma. Tenía que ver a Jazzy en el punto de reunión la tarde anterior. Sin embargo le había sido preciso rodear la cordillera de la Amargura para evitar toparse con los piratas de Robertson. Lógicamente ese hecho le había impedido avisar sobre los peligros que esperaban a la fragata Fidélité. Lo único que sabía por lo poco que pudo escuchar durante su cautiverio, fue que tenían 12 calaveras de cristal, y ya sólo buscaban una, perdida hacia largo tiempo en alguna de aquellas islas, guiados por unas claves que los piratas habían extraído del interior de la pirámide de Keops. Afortunadamente hubo un motín que pudo aprovechar para escapar.

Inmediatamente después del desembarco, La tripulación se encontró con Jazzy en la Playa del Abatimiento, Jazzy ostentaba el título de Práctico, sólo que en esta ocasión se le había encomendado una misión especial.
-Practico Jazzy ¿Cuál es el estado de la misión?
-Siento informarle Primer Oficial Sabs, que estamos como al principio.
-¿Por qué como al principio Jazzy?- Inquirió Brion.
-No pude reunirme con mi informante, Capitán.
-Entonces no estamos como al principio. Sabemos que tuvo contratiempos y muy probablemente nosotros los tengamos también- Apuntó Sabs.

Maldiciendo a todo lo que se cruzaba en su camino. El siniestro Johnn Robertson caminaba con la esperanza de poder comprar alianzas en aquella isla desolada. Había escuchado sobre un par de Hechiceros Oscuros. Aunque no estaba seguro, se había topado ya con un par de payasos ebrios a quienes creyó hechiceros. Desengañado, había decidido seguir su camino. Por fin dio con el lugar señalado. Esas inconfundibles máscaras africanas indicaban la presencia de  los dos Santeros Gugul y El Muñecot3. Los saludó y sin más negoció con ellos; Su ayuda a cambio de las claves del Tarot perdidas. Pero de nuevo se vio cautivo, ahora forzado a ello por un Famas a su espalda y una Mp-5 al frente.
-¿Así que me esperaban?
-¡Cierra la boca Zoquete! Mira lo bajo que has caído ¿No eras el Capitán Barba Satánica?- Preguntó Grimaldo Mientras le empujaba con el Famas.
-Ya no tengo ese título, ni los poderes que me hacían inmortal, pero tengo muchos conocimientos, el libro que me robaste debe ser prueba de ello.
-No te robe nada, ya antes me habías estafado ¡Zascandil!
-Además ese no es el punto, si no puedes ayudarnos a domar un Nahual, entonces no nos sirves, menos ahora que sabemos que eres mortal- Sentenció Mark apuntando a la Cabeza del prisionero.
-No sé cómo hacerlo, pero puedo ayudarlos sin duda.
-¿Para qué quieren un Nahual domado?- Preguntó El Muñecot3
-Limítate, a traducir lo que diga este demente- Ordenó Grimaldo.
-¿Acaso no hablo español?- Preguntó Johnn.
-Pero usas un dialecto muy pintoresco- Afirmó Mark.

Ya no lo quedaban más fuerzas para seguir, sus pasos eran lentos y su equipaje demasiado pesado. No lo podía abandonar porque temía precisar de algo instantes después de haber prescindido de ello. A unos pasos de flaquear de forma definitiva pudo notar a “Dos Alegres Compadres” Vestidos de payasos, quienes venían chupando… y también bebiendo lo que parecía ser alcohol. Eran el Bebexho y Bashalpal.
-La paz del señor sea con ustedes- Les deseo Mismísimo.
-Alá te proteja hermano- Respondió el Bebexho.
-¿Son Musulmanes?- Cuestionó Mismísimo.
-¡No qué va! Después de una “patona” de Rancho Escondido ya no sabemos en qué creemos- Aclaró Bashalpal.
-Ah bueno. Necesito ayuda, estoy perdido y debo llegar a la Playa del Abatimiento.
-No pues está cabrón. Si quieres te llevamos al Callejón de los Porrazos- Ofreció el Bebexho
-¿Eso queda cerca de la Playa?
-No sé, dínoslo tú- Y sin más aviso comenzaron a cocerlo a golpes y patadas.
-¡No se pasen de verdolaga!- Fue la exclamación de Mismísimo.
-¡Ya estuvo bien par de idiotas!- Intervino Robertson, cuando Mismísimo no hacia intentos por defenderse.
-¡Otra vez tú! Ya te dijimos que no somos brujos- Sentenció el Bebexho.
-Pero pueden ser mis aliados- Ofreció.
-Nuestros aliados, no olvides que el que manda soy yo- Aclaró Mark Mientras le ponía la ametralladora en la sien.
-¿Tú?- Preguntó Grimaldo.
-Bueno, nosotros ¿Ya contento?
-¿Y qué hacemos?- Pregunto el Bashalpal.
-Dejen a ese pobre pasmarote, sólo pierden el tiempo y mejor ayúdennos a nosotros, hay una recompensa- Fue la propuesta de Grimaldo.
-Pues hagan una oferta. Somos priistas así que tenemos un precio-
-Torta y chesco para ambos- Ofreció Gugul.
-¡Hecho!- Contestaron al unísono.

El Capitán Brion encabezaba la expedición. Hecha a ciegas por falta de los necesarios datos, que habría de aportar el hombre enviado para la misión de reconocimiento. Sospechaba la presencia de Robertson y sus piratas. Así que su tripulación iba armada hasta los dientes, su arsenal incluía, fusiles de asalto G-38, Jazzy un rifle Barret, Sabs una M-4 y todos llevaban agua bendita por supuesto.
-Veo algo Capitán- Anuncio Jazzy tras escanear la zona con la mira de su arma.
-¿Qué es?- Pregunto Sabs.
-Parece ser un cadáver.
-¡Qué prepare sus cosas la Dra. Trolla! Podría sólo estar herido- Ordenó Brion.

Brion se paseaba nervioso de un lado a otro afuera del campamento donde pasaría la noche su tripulación. Esperando por respuestas. De pronto antes de que encendiera un cigarrillo, apareció la Dra. Trolla.
-Ya está mejor- Informó la Dra.
-¿Ha dicho algo?- Preguntó el Capitán.
- Sí, Robertson está involucrado, sólo que no con los piratas, parece ser que se unió a los mercenarios y a un par de payasos golpeadores.
- Como sea. Busca la calavera, y eso nos enfrentará tarde o temprano.

Jason había mandado ejecutar al Teniente y al Contramaestre de Robertson, y estaba muy enfadado tras el fracaso de sus hombres al buscar la Calavera. Robertson los había engañado, dándoles la ubicación incorrecta. Lo peor es que se había escapado usando uno de sus muchos hechizos. Si no quería buscar por toda la isla debía encontrarlo primero.
-¡Toxic!
-Diga, Capitán Jason.
-Moviliza a toda la tripulación. Quiero que cada uno de ellos busque a Robertson ¡Lo necesito vivo!

Los incursores se movían con sigilo a través del campamento. Planeaban secuestrar al capitán y dejar sin líder a la tripulación, eso los retrasaría sin duda. Avanzaban a la tienda principal. Lo que no sabían era que ya los esperaban. Jazzy montaba guardia y monitoreaba las afueras de la tienda con la mira de su rifle. No tardó en ver a los payasos y dar la alarma. Instantes después los mercenarios y sus aliados se hallaban rodeados.
-¡Vaya, vaya! Vinieron después de todo- Dijo brion- ¿Un fusil Famas?- Preguntó después.
-Todos usan M-16, G-38 y AK-47. Quise ser original- Confesó Grimaldo.
-No te valió de mucho, quedan arrestados- Ordenó Brion.
-No tan Rápido- Intervino Johnn- ¿Y si te digo que solo el Famas y la MP-5 pueden disparar? ¿Y que el arrestado eres tú?
-¡Mátenlos!- Ordenó Sabs. Todos obedecieron, pero de ninguna arma pudo salir bala alguna.
-Quedas arrestado capitán Brion- Dijo Mark tras disparar su MP-5 al aire.
-Tengo una mejor idea- Intervino Johnn- ¿Qué tal si nos aliamos? Sigues arrestado, Capitán.
-¿Qué pretendes lograr con las calaveras? No creo que sea algo bueno- Inquirió Brion.
-Vamos. No puede ser tan malo- Opinó Gugul.
-Quieres destrucción ¿Cierto?- Preguntó Jazzy.
-No en realidad.
-Dominar al mundo ¿Pretendes ser el heredero de Hitler, buscando estas antiguas reliquias?- Cuestionó Sabs.
-Sólo buscó conocimiento ¿Ustedes creen que soy de verdad la peor persona del mundo?
-En realidad lo eres- Afirmó Grimaldo- Pero todos podemos salir beneficiados si encontramos la última Calaca. Además debemos quitarles las otras doce a los Piratas y sólo estos tres farsantes nos pueden librar de ataques más esotéricos que una simple bala.
Jason había apostado la mayoría de sus tropas en el accidentado terreno de las montañas de la Amargura. El resto al mando de Toxic buscaba en los alrededores alguna pista de Robertson, la misión era encontrarlo y conducirlo a las montañas para capturarlo de nueva cuenta. Escucharon en una pequeña aldea un rumor que los situaba en un valle no muy lejos de las montañas y completamente abandonado por la suerte. Sólo era un rumor, pero Jason mando imprudentemente la mayoría de sus fuerzas al centro de ese valle. Dejando una pequeña guarnición esperando por si huían.  Efectivamente, lo encontraron, pero no estaba tan abandonado. Un enorme perro con ojos inyectados en sangre y enormes garras se hallaba sentado dócilmente a su lado.
En cuanto vio a los piratas. Gritó: “Haz tu trabajo Null” Los piratas rodearon a Robertson, pero el nahual blandiendo un machete lo cubría de sus ataques. Pensaban hacer tiempo hasta cansar al animal. Con lo que no contaban era con las huestes del Capitán Brion apostadas a las orillas del valle. Fue una masacre como Dien Bien Phu. Toxic fue hecha prisionera y confesó donde estaban las Calaveras restantes.
No fue difícil hacer prisionero a Jason. Y consultar las claves del Tarot que indicaban la ubicación de la última calavera. No tenía lógica alguna. Sólo dos “personas”, sin armas, sin ningún entrenamiento especial ¿Muertos? Pues a pesar de todo ellos eran los guardianes de tan importante objeto. Lo más curioso de todo era su manera de protegerlo, uno esperaría una fortificación con murallas y torres de vigilancia, en realidad era una pequeña choza de palma levantada en medio de aquella isla. Don Voy y Xime cuidaban de la Calavera de una forma nada amenazadora. Danzaban elegantemente vestidos a medio patio. Además la preciada reliquia se hallaba colocada sobre una silla mirando en su dirección, como si no tuvieran otra intención que entretener a otra Calavera.
-¿Así que esta es la última?- Preguntó Brion.
-Eso parece- Respondió Don Voy; el Catrín.
-Pues dánosla por favor- Pidió Mark.
-No tan Rápido- Interrumpió Xime- ¿Qué van a hacer con ella?
Brion confesó que buscaría éxitos, Sabs y Jazzy belleza, Mark y Grimaldo armas más largas (Jejejeje), Bebexho y Bashalpal suripantas y más chupe, Gugul El Muñecot3 y Robertson conocimiento de todas las ciencias. Pero todos anhelaban algo egoísta. Una vez que terminaron de confesar sus ambiciones y negando con la cabeza Don Voy dijo:
-Esta humanidad no está lista para esto.
-Así es, aún no es tiempo, no comprenden lo que es tener el destino de la humanidad en sus manos- Dijo Xime
-Será o no será, dennos la Calaca o se los va a llevar el diablo- Los amenazó Grimaldo.
Por respuesta Xime y Don Voy levantaron la Calavera, la mostraron a todos los involucrados. Xime se inclinó hacia el cráneo de cuarzo y sopló levemente en la frente del mismo. La calavera comenzó a desintegrarse y el viento se fue llevando el polvo en que se fue convirtiendo. Lo mismo pasó con las demás e incluso con Xime Y Don Voy. Cuando no quedaron rastros Sabs preguntó:
-¿Qué pasó?
-Es solo que seguimos siendo veleidosos y vindicativos, no estamos listos para tener un poder tan grande…-Johnn fue interrumpido porque un machetazo lo había partido por la mitad.
-Oh merde ¡ No recuperé mi talismán…- Fue lo último que alcanzo a decir.
-¡Cierra el pico maldito bocón! Yo quería dejar de ser Nahual.
 Fin.


CORTESÍA DE JOHNN ROBERTSON