3.31.2017

Día del taco. Invita El Viejo del Costal


Hace un año elEmbrión publicó el primer aporte del Sr. Null: 31 de Marzo, día del taco . Ese post surgió de un largo comentario que estaba escribiendo pero preferí mandarlo a la editorial del blog, que en el aquel entonces sólo se trataba de Brion (por cierto, ese mismo día también escribí este clásico del A3Décadas: Una vez me comí cien tacos al pastor). A modo de celebración les traigo otro post, aunque no es de mi autoría, comparte un origen similar: fue rescatado de una sección de comentarios. Lo leí en su momento y me pareció que debía ser montado adecuadamente. Recomiendo su lectura, a pesar del tamaño, no sólo porque sea de mi cuate, El Viejo del Costal, sino porque está bien chido, ya verán que que terminan yendo por unos tacos.

¿Tacos?, ¡que corriente!... tacos, tacos, caramba, que tema tan amplio, los hay de casi todo por las calles chilangas, algunos buenos, otros llenadores, depende la ocasión, trataré de comentar algunos de los que recuerdo con más cariño.

Empezando con los clásicos tacos, cualquier defeño que se respete sabrá que ir "a los tacos" se refiere al suadero, el pastor, la longa, la tripa de esa delgadita bien dorada... que antojo, los he probado de todos, desde aquellos clásicos de estudiambre de 5x5, los llamados de muerte lenta, en algunos casos no tan lenta, casi, casi de efecto inmediato pide uno a gritos un baño, limpio por supuesto. Cuando andaba de farra a finales de mis años preparatorianos con un cuate siempre terminábamos en los de Acoxpa, donde estaba el cine Copacabana, abrían toda la noche y era como un oasis en medio de las más bestiales borracheras, los recuerdo buenones y abundantes, y lo más importante, una salsa que picaba como la chingada capaz de cortar cualquier borrachera.

Alguna vez saliendo de un antro de esos de dudosa reputación un cuate tuvo la puntada de invitarnos unos tacos, de esos de tortilla pequeña, pero de tamaño contenido respetable, aquella vez fueron pasando las tandas de 5, cabeza, suadero, pastor, longaniza, tripa y al final, 4 tacos que un amigo pidió y al final ya no se comió por quedarse dormido, ni hablar, tuve que entrarle al quite, total, que tanto era tantito, a la hora de las cuentas resultó que me comí 10 órdenes más esos 4 tacos, todo un récord que aún se rememora en las borracheras callejeras con mis amigos del escuadrón de la muerte.

Hay unos tacos buenísimos de suadero, con "los Paisas" muy cerca del metro San Cosme, cosa curiosa que un "paisa" sea casi como un nombre propio de esos taqueros. Por mi barrio hay un taquero muy popular y longevo, pero no por la calidad de sus tacos, sino por su persistencia, si había que bajar la borrachera el único puesto abierto era el del famoso "Tacos", si era vigilia y se antojaban los tacos, el tipo era el salvavidas, demasiado grasosos y demasiado pellejo en su preparación, salsa más bien insípida y limones secos, sin embargo se le recuerda con cariño.

Hablando de otro tipo de tacos, he de decir que me encantan los de tripa, esos tacotes en tortilla normalita de tripa hirviente en un cazo, tripa gorda y jugosa, sumamente apestosa, esa cualidad es la que hace que sea muy fácil detectar una buena tripa casi a kilómetros, los he comido en todo tianguis que visito, ubicarlos es facilísimo, solo hay que seguir el olor, como en aquellas vejas caricaturas. En el Mercado de la Merced fue donde los probé por primera vez, bastante ricos los condenados, lamentablemente esa taquería cerró.

Hay otros tacos por la zona centro, muy cerca de donde cualquier ñoño que se respete ha adquirido juguetes al menos una vez en su vida, en la calle El Carmen (el Callejón Girón) casi en la esquina con República de Colombia, los Tacos Yeshua, es un local cerrado inundado por el humo, el vapor y el aroma de las tripas, solo hay que adentrarse si se está dispuesto a ir apestando a taco todo el camino de regreso, pero vale el esfuerzo, una tripa limpia y bien cocida, donde incluso se puede pedir bien dorada o apenas chamuscada, depende del paladar.

Otros tacos muy socorridos en chilangolandia son los tacos de cabeza de res, adobada en algunos casos, siempre te dan consomé gratis, en la Colonia Anáhuac, muy cerca de las oficinas de Pemex hay unos muy buenos, toda la godinada se deja caer, acomodando la corbata dentro de la camisa y arremangados piden sus órdenes de cachete, ojo, paladar, molleja, lengua y sesos, en ese puesto en particular tenían de tripa, y sé bien que la tripa está bastante lejos de la cabeza pero no desmerece, una tripa cocida al vapor, muy suave, adquiere un saborcito diametralmente opuesto al de la tripa frita. Tacos de cabeza los he probado en varios puntos de mi vecindario, en Av. Rojo Gómez y Ermita, con los Chavillos, están los mejores del rumbo. 

Único cerdito en todo el país que no está sonriendo en el cazo.
La foto fue tomada a las afueras de Oaxaca, 2010.
Las condenadas carnitas, con su suculencia también son la onda, alguna vez le comenté a un amigo, un poco en tono de broma, que si alguien solo pedía de maciza con cuerito, como que ya no confiaba tanto en él, y es que con la variedad que posee el marrano es un pecado mortal perderse de los cueritos, la nana, el buche, la trompa, la oreja, la barriga, y en algunos sitios hasta el hígado y el riñón, caramba, que antojo, con el Güero de Plaza Carso son muy buenos y uno puede perder la cuenta con facilidad pidiendo y aceptando las sugerencias del taquero "hoy la nana está bien buena".

Esos tacos normalmente se sirven en tortilla grande, tortilla normal como dicen, alguna vez me detuve en un puesto de carnitas "estilo Michoacán", sé bien que en todos lados dice eso, pero esos resultaron memorables, el contenido de unos 6 tacos de carnitas servidos en un plato sobre dos tortillas cubiertos de una buena dotación de maíz más para taquear, con un taco queda uno satisfecho. Había un local cercano al Metro Chilpancingo donde con tu orden de carnitas te servían sesadillas, chicharrón y aguacatito, un verdadero lujo.

Las carnitas más decepcionantes que he probado han sido las del Kiosquito, no sé por qué son tan populares, y por el contrario, las más memorables que he probado son del mercado de San Juan del Río con una variedad increíble de salsas, tan solo por poner un ejemplo, contaban con tres diferentes picos de gallo, una maravilla.

En el DF son muy populares los tacos de guisados, acorazados les dicen también, con su infaltable arroz, La Morena, igual de Plaza Carso, tiene más opciones para acompañar, arroz, frijolitos y papa, caramba que buen sazón tenía la Doña, lo que pidieras estaba bueno, muchos se inclinaban por un pinche taco de pechuga empanizada con papas, y no es que fuera malo, pero con la variedad y el sabor que le imprimía la More, era un insulto quedarse en eso, riñoncitos, mollejas, manitas de cerdo y moronga de lo más recomendable.

En la Colonia Fondesa había un señor en una bicicleta, ignoro su nombre pero en la oficina le decíamos afectuosamente "el papita" tenía un cierto acento muy particular, que no puedo ubicar, pero hacía unos tacos increíbles, de chile relleno los más ricos, este honorable caballero no acompañaba sus tacos con arroz, sino con un puré de papa, y al servir el taco siempre preguntaba "le pongo papita", de ahí el nombre que le pusimos, la salsa que preparaba era literalmente mortal, sumamente picosa, solo para los más arriesgados.

Los tacos de cochinita también merecen mención, con sus cebollitas moradas, sus salsas de habanero bien picosas y el inconfundible e incomparable sabor del achiote, un placer de dioses, hay unos domingueros muy recomendables en la esquina del Eje 1 y Comonfort, también ofrecen panuchos, que es como un taco pero relleno de frijolitos y tortugas, todo muy bueno. Recuerdo otros cerca del metro Cuauhtémoc, solían estar en un camión, foodtruck dirían los jipsters, pero ahora tienen un local en la Plaza Telmex. Hay otro lugar recomendable cerca del metro Mixcoac, tacos, tortas, panuchos, quesadillas, tostadas, volcanes, todo de cochinita.

Los tacos de canasta, o también conocidos como tacos sudados, casi siempre transportados en bicicleta, me traen recuerdos de la infancia, cuando mi madre nos llevaba a mirar juguetes cercana la navidad, había un señor con su bicicleta que se paraba en el estacionamiento del Gigante Ermita, el ritual incluía mirar juguetes y unos buenos tacos de canasta, el tipo, anciano ya, aún anda por el barrio en su bicicleta con sus famosos tacos. Los canasteros no son de mis favoritos, son muy grasosos y normalmente carentes de sabor, he probado algunos muy, muy buenos, con unos rellenos verdaderamente deliciosos, unos en Av. Universidad, muy cerca del Metro Zapata, con una cartulina muy sincera que rezaba "DELICIOSOS TACOS DE CANASTA" y por amor de los dioses que cumplían.

Y ya para no extenderme mucho (JA) solo comentaré algunas variedades más, el taco placero, el clásico de chicharrón con aguacate y guacamole, algunas veces con habas, nopales, quelites, o unas semillitas verdes que mi abuela paterna llamaba guajes, delicioso y simple. Los tacos dorados, las mentadas flautas, de barbacoa, de res, de papa, de frijol, con su cremita, su quesito, lechuguita, aguacate, y bañados de salsa, otro pedo.

Los tacos de mixiote, normalmente de res, pero si se es afortunado también se consiguen de carnero y hasta de conejo, nopalitos, cebollita morada, una buena salsita roja y a darle. Haré una muy breve mención de los tacos de barbacha, ya que en el DF es muy difícil dar con una buena barbacoa de borrego, alguna vez probé una muy buena en Hidalgo, en un pueblo al que me invitó un amigo. Los tacos de machitos, que mucha gente confunde con miembro viril de toro, y es más bien una suerte de embutido de diferentes menudencias de res, son verdaderamente muy sabrosos.

Otro embutido es el Obispo, preparado en el estómago y también con una diversidad de ingredientes, la primera vez que comí Obispo fue en los Portales de Toluca y quedé enamorado, un detalle sobre los Portales, en este sitio no hay tacos de guisado, sino tortas, la idea es la misma, arrocito y un guisado, salsa, pero dentro de un bolillo, un poco sui géneris para las costumbres chilangas, pero la verdad es que esas tortas son muy ricas y sobre todo, llenadoras. Y finalmente, un clásico de la niñez, el taco de sal o de salsa molcajeteada que solía ofrecerse en las tortillerías, nada se compara con el placer de uno de estos tacos luego de la eterna espera en la fila de las tortillas.

Ya hasta estoy salivando #chingadamadra





CORTESÍA DE 'EL VIEJO DEL COSTAL'