8.02.2016

De opiniones y otras cosas...


Hace un rato platicábamos acerca de las clases sociales y la obligación implícita de la clase trabajadora de aportar para el sustento de la clase social baja. En ese punto entramos en una disyuntiva en cuanto a la situación en la que se encuentran y la responsabilidad de cada parte para estar ahí. He de admitir que si bien es cierto no estoy cerrada a otras opiniones, también es cierto que es muy difícil que yo cambie mi percepción en cuanto a la naturaleza de los puntos que llevan a un persona a formar parte de un estrato social.

Antes que nada es importante remarcar que esta es solo una opinión, no existe un estudio ni similar que la sustente y es simplemente una forma más de ver el mundo, propia de esta humilde bloggera.

Dicho esto, vamos con un ejemplo tangible: Ahí están Juan y María. El es un mecánico y ella se dedica al hogar, ambos son católicos y confían en que Dios proveerá y mandará los hijos que ellos necesitan. Así las cosas pasa que tienen una familia con diez hijos y un taller mecánico que daría buen sustento a una familia de cinco. Los hijos mayores se dedican al mismo oficio que su padre ya sea por no haber ingresos suficientes para estudiar o bien, porque no ven la necesidad de tener una carrera si el oficio les da para vivir bien. Esos hijos a su vez ya han tenido hijos y todos viven bajo el mismo techo y del negocio familiar, que si antes no daba para doce ahora no da para veinte.

Las hijas mayores de igual manera decidieron no estudiar al hacer sus familias a temprana edad, y es que para realizarse como mujer lo primero es poder procrear. Ellas reciben la asistencia por parte del Estado en cuanto a becas para sus hijos y una más como madres solteras ya que, tomando en cuenta su juventud, la elección de pareja no fue la adecuada por lo que ahora son ellas con sus críos en casa de sus padres.

En cuanto a los hijos menores, asistidos por sus padres y hermanos mayores, han tenido la posibilidad de continuar sus estudios sin responsabilidades y obligaciones, como en el caso de los hermanos mayores.

Ahora bien, ¿Qué tan distinto hubiera sido de haber tomado otras elecciones de vida? Vamos a ver, uno nunca debe de estar peleado con el hecho de que una persona sin profesión pueda hacer algo bueno de su vida. Entonces, de haber elegido María un control natal al nacer su tercer hijo Juan hubiera podido proveer a la familia sin necesidad de que ninguno de sus hijos abandonara la escuela. Dando la opción de que ellos continuaran estudiando, quizás una ingeniería mecánica, un administrador de empresas o bien, cualquier otra carrera al azar.

Esto hubiera permitido que uno de los hijos apoyara al papá la parte operativa del negocio y uno más con la administración del mismo, para así hacer crecer el negocio familiar, quizás crear sucursales. Con esto cada hijo podría tener acceso a un patrimonio propio y estar en capacidad de cuidar de sus padres cuando estos ya no puedan valerse por sí mismos.

Esto es enfocado a una familia, ¿Qué pasaría si cada familia de bajos recursos cambiara su forma de ver el mundo y enfocará de forma oportuna la asistencia que el Gobierno les da?

Pasaría que cada vez necesitarían menos de papi gobierno y cada día serían más independientes, tendrían acceso a mayor instrucción y mejorarían los parámetros de estudio que nuestro Estado refleja ante otros Estados. Sí bien es cierto existe una obligación por parte del Gobierno, también existe una obligación personal en cada uno de nosotros el pos del bien común.


Es un texto algo extenso pero fue escrito con la mejor intención posible y como una opinión muy personal. Gracias por la atención prestada al mismo. 

CORTESÍA DE SABI