8.21.2017

La virtualidad de las cosas...


Que tal mis queridos lectores!

Pues un lunes más, uno más y termina el mes de agosto que para mi representa que el año ya acabó.

Hace unos días una chica Tóxica me pidió que escribiera del escabroso tema de las relaciones virtuales y bueno... Vamos a ver cómo nos va.

Hay que partir de la premisa de que "relación" no siempre implica algo amoroso, si no que puede abarcar buenas amistades e incluso redes laborales. Ya de ahí vamos a comenzar.



Como sabrán soy muy dada a relacionarme con la gente a través de este medio y creo que, con sus contadas excepciones, he tenido muy buenas experiencias en esto. Comenzar una relación virtual tiene sus ventajas, pero también sus desventajas.

Uno de los pros más grande es que, si ambos están siendo honestos cuando platican, pueden llegar a conocerse mejor de lo que cualquier otra persona los conoce.

El gran contra es la falta de contacto, que ojo no siempre es sexo. A veces hablamos de un abrazo o un apapacho, hasta el caminar por la calle tomados de la mano, si hablamos en términos de una relación amorosa. 



Algo muy necesario en estas interacciones es la constante comunicación. Una gran facilidad es esa posibilidad de acompañarse siempre, sin necesidad de estar ahí. Si bien es cierto la gran mayoría de las veces es mejor tener un alguien a quien abrazar, a veces es benéfico poder tenerlo al alcance de un mensaje en situaciones en las que físicamente es necesario que estés sola.

En cuanto a las amistades virtuales estoy enteramente a favor, pasa que puedes encontrar gente maravillosa del otro lado del monitor y si esta reúne los elementos necesarios, se puede llevar a un plano físico. Pasa que a veces las afinidades, recalcando el punto de que ambas partes sean completamente honestas, son más palpables en una relación virtual al ser necesario que uno sea un poco más descriptivo en cuanto a su persona.  



Por otra parte, a mi parecer en cuanto a las relaciones amorosas es difícil que prosperen y no por la falta de amor como tal, sino por el exceso de realidad. Tomando como punto de partida el hecho de que, en general, tener una relación amorosa en un plano físico es ya de por si complicado, las limitantes que la virtualidad implica lo hacen algo prácticamente imposible. He de admitir que no estoy negada a aceptar que existen casos de éxito sin embargo estos requieren de un entero compromiso de ambas partes, en un tiempo en el que las palabras compromiso y amor están malbaratadas.




Me despido, como siempre, recordándoles que esto solo es una opinión y cada quien vive como prefiere. Bonita semana, queridos lectores. 

-Sabi