Que tal, mis queridos lectores,
ya tenía un tiempo sin compartir mis pensamientos con ustedes. Como siempre un
gusto.
El día de ayer acompañe a mi
madre al funeral de la pareja de un compañero suyo del trabajo. Este muchacho
tiene aproximadamente unos diez años trabajando con mi mamá así que sobra decir
que la relación es algo cercana. Fue sorpresivo, demasiado. Al llegar a
desayunar me comentó mi mamá lo ocurrido, ella se había quitado la vida.
Salimos de casa y la mayor parte
del recorrido lo hicimos en silencio, más allá de las breves observaciones en
cuanto a la distancia y las opciones que nos daba el GPS, así como los ruiditos
de fondo que producía la tableta de Mini. Ellos viven a las orillas de la
ciudad así que el camino nos resultaba largo y complicado. Después de una
rápida visita a una iglesia con el mismo nombre, pero en el pueblo anterior,
logramos llegar a nuestro destino.
Previamente ya habíamos comentado
con Mini el fin de la visita y ella entendió el protocolo a seguir. Al llegar
ya había algunos compañeros de trabajo acompañándolo, él es de los más jóvenes
del equipo y ella era un par de años más pequeña que él.
En mi mente seguía rondando esa
pregunta: "¿Qué puede estar tan mal en tu vida que decidas dejarla
así?" Ellos si bien es cierto son una familia humilde, sin muchos lujos,
no estaban del todo mal. Él es un hombre trabajador, y vaya que la quería,
tenían un par de niños pequeños (¿Como tienes el valor para dejarlos?), su
familia cercana era una familia unida que siempre se apoyaban los unos a los
otros. ¿Qué salió mal? Yo a ella la llegué a ver un par de veces y me resultó
bastante agradable, sin más.
Al terminar la misa, como se
acostumbra en esas localidades, se realizó una procesión al panteón local. La
procesión fue acompañada por los mariachis, ahí me enteré que ella era la voz
principal de ellos y que cantaban en restaurantes de Tepotzotlán donde tenían
cierta fama. ¿Porqué decidiste apagar tan potente voz?
En el trayecto miro a Mini, que
camina de la mano junto a mí, solemne. Me lamento por tener que exponerla
nuevamente a estas circunstancias, y es que vamos, no es la primera vez que
tiene que asistir a una ceremonia así. Seguimos caminando y la abrazo, no me
imagino que te puede llevar a tomar la decisión de dejar a alguien tan
indefenso, tan tuyo, a la deriva.
Él lleva en sus brazos a su niña,
la más pequeña, mientras ella duerme. Pienso que es tan pequeña que, para bien,
podrá superar este trago amargo con facilidad. Pienso también en el mayor y se
me hace un nudo en la garganta. Hay más conciencia en él y seguramente no será
algo fácil de llevar. Miro al ahora viudo y lo veo tan pequeño, tan reducido
ante la gran carga que ahora tendrá...
La pregunta sigue rondando en mi
cabeza hasta este momento que escribo estas líneas, que no buscan nada más allá
de platicar con ustedes, mis estimados, acerca de un momento vivido. No lo tomo
como un acto de cobardía ni de egoísmo, simplemente me pregunto que puede
llevar a una persona a pensar que esto es mejor opción que seguir. ¿Ustedes que
opinan? ¿Han estado ante algo similar? Espero que no, sin embargo cada quien
conoce su camino y cada cabeza es un mundo.
Me despido deseándoles una gran
semana, amen la vida ante todo, con todo y sus sin sabores. ¡Bexitos!
-SABINA